La Semana Santa es siempre una buena oportunidad para hacer planes que tengan que ver con la Naturaleza y los espacios abiertos. Son las primeras vacaciones de primavera, y las escapadas al campo o a la playa se aprovechan bien: excursiones de un par de días, salidas a sitios bonitos cerca de la ciudad, conocimiento de nuevos paisajes… El tiempo es variable (y eso también tiene su encanto), y la lluvia y el viento dejan auténticos regalos para los sentidos: además de la floración, los aromas del campo después de haber llovido en primavera son especiales.
Pero para disfrutar de la primavera no es necesario hacer un gran viaje. Incluso si os quedáis en la ciudad, hay espacios en los que estar en contacto con plantas y animales y conocer más sobre ellos. Aquí tenéis un puñadito de ideas para vuestros planes de Semana Santa, en Madrid, con los niños.
Picnic en el Pontón de la Oliva
¿Qué tal si organizamos un picnic en algún sitio cerca de Madrid? Hoy os aconsejamos uno de ellos: el llamado Pontón de la Oliva. No sólo es un sitio bonito para comerse la tortilla un día de sol, es que además todo el conjunto es una presa fallida que nunca llegó a servir como embalse y que hoy disfrutan los escaladores y los excursionistas. Preparad la cesta y…a pasar un día en el campo como los de antes.
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Visitar el insectario del Escorial
Este “museo” es muy particular porque en él se conoce a los insectos en positivo. Los hay vivos y disecados, además están especializados en mariposas y, en Semana Santa, ya estarán las más tempranas revoloteando por su jardín. Podéis verlo a vuestro aire o con visita guiada (los biólogos que las hacen son apasionados y saben tanto que pueden contar mil y una anécdotas de lo más divertidas). Justo enfrente hay una zona de merendero, con árboles, hierba, mesas y columpios, así que podéis combinar la visita al insectario con una comida campestre.
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Conocer la Dehesa Bonita
Pocas excursiones hay tan agradables como una ruta a pie por la sierra de Madrid en primavera. Junto al pueblo de Somosierra tenéis la entrada a la famosa Dehesa Bonita, que no tiene ese nombre en balde, sino por su belleza. Es una ruta muy fácil para hacerla con niños y disfrutaréis de unas vistas increíbles de todo ese entorno con la bajada a Madrid (que se ve allá a lo lejos).
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Visita a la Cañada Real de Peralejo
Es un centro de fauna ibérica, muy bien explicada y cerquita de Madrid, en Peralejo. Sólo tienes que tomar uno de los senderos y te irá guiando a través de este espacio en la naturaleza que intenta ser un buen reflejo de la fauna peninsular. Se aprende mucho con todos los animales que ya “viven” en este centro de protección de especies que constituye la Cañada Real de Peralejo.
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Disfrutar del Jardín Botánico de Madrid
Si no quieres salir de Madrid con los niños, un paseo primaveral por el Real Jardín Botánico de Madrid te dará mucha más información sobre la naturaleza del te puedas imaginar. El Jardín ayuda a identificar las especies vegetales procedentes de diversos lugares de la Tierra que atesora el Botánico. Puedes pasear simplemente y disfrutar de los aromas que suben desde los parterres o aprender mucho observando, pintando o sencillamente haciéndoles dibujar.
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Safari Madrid, en Aldea del Fresno
Somos fans de los parques con animales en semilibertad y Cabárceno, en Cantabria, es uno de nuestros favoritos. Pensábamos que, después de estar allí, ningún parque de ese estilo nos iba a sorprender, pero… nos equivocábamos. Por eso aquí os sugerimos un plan con niños genial, en el que os reiréis y lo pasaréis bomba. Safari Madrid es como un trocito de África en Aldea del Fresno, un precioso pueblo a una hora de la capital y en el que, además de este simpático y divertido safari, podréis, por ejemplo, daros un bañito en la playa del Alberche…
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La primavera en el Hayedo de Montejo
Siempre pensamos en el Hayedo de Montejo en otoño, cuando las hayas tiñen sus hojas de amarillo y este bosque tan especial alcanza su belleza más esperada. Sin embargo, en primavera el hayedo revive, los animales que se refugian en él despiertan y el río que lo atraviesa suena con alegría… No os lo penséis: si vais a pasar la Semana Santa en Madrid, Montejo y su precioso bosque de hayas es uno de los mejores planes de naturaleza que podéis organizar.
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Parques divertidos para ir con niños
Sin salir de la ciudad también es posible estar en contacto con la naturaleza, porque Madrid puede presumir de grandes y variados parques y jardines. Además de los más conocidos y habituales, los hay bastante originales y especiales, alguno es hasta secreto… ¿Por qué no aprovecháis la Semana Santa para descubrirlos?
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Saber más de la Casa de Campo
Este gran pulmón verde de Madrid es un clásico, pero no por ello hay que dejarlo de lado. De hecho, es tan extenso y variado –tiene un lago, un parque de atracciones, un zoo, una vía ciclista, campos de fútbol, árboles centenarios…– que nunca se acaba de conocer del todo. En el Centro de Interpretación que está junto al lago tenéis la oportunidad de saber más de él y de apuntaros a alguna de las actividades que organizan para familias.
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Un día en Faunia
Mucha gente piensa que Faunia es un zoo, pero no es así: es una aproximación original y temática a la naturaleza, ecosistema por ecosistema, con zonas de contacto y otras de conocimiento y con una gran extensión en la que se puede pasar el día. La entrada no es barata, pero los niños lo disfrutan a fondo; además, siempre podéis llevaros bocatas y comer de picnic para equilibrar el presupuesto.
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Jorge comentó:
Me parece interesante lo que menciona en el artículo. Sin duda hemos de trascender la visión simplista de lo que actualmente entendemos por Racionalidad. Creo que realmente hay que replantearnos a qué llamamos Racional o Racionalidad. Creo que un ser humano es realmente racional, conforme vive entendiendo que la parte racional, sentimental y lo demás, están conectados entre sí. No hay una división tajante. Por ello, alguien que sea realmente racional, incorpora y en consciente de todos los aspectos sentimentales, así como de cualquier otro que haya, tanto en él/ella, como en los demás. De lo contrario, cualquier sistema intelectual (por más racional que se le considere), en el fondo no es más que un sistema de actuación rígido y mecánico. Cualquier sentimiento de odio, miedo, etc., puede dar origen a un sistema racional que lo sustente y lleve a la acción. Basta ver las elaboradas clasificaciones de castas en las Américas, o la exquisita racionalidad del científico nuclear que desarrolla un nuevo detonador, etc. Muy racionales dentro de su limitado esquema, pero fuera de toda coherencia en sentido general. Un saludo. customer essay