La Fontana del Balneario es un restaurante italiano, no muy grande, situado justo al lado del hotel Continental, ambos pertenecientes al complejo del balneario de Panticosa, un lugar que visitamos hace algunos años, mucho antes del coronavirus, como estino de una escapada de esquí en familia.
Durante nuestra esta estancia Panticosa, una noche salimos a cenar y, como nos daba pereza coger el coche, pensamos que el restaurante La Fontana del Balneario, al ladito del hotel, podía ser una buena opción. Habíamos leído opiniones bastante buenas sobre él en varias páginas de Internet, así que nos animamos.
En este restaurante de Panticosa no reservan: o llegas pronto o te quedas sin sitio. Si llegas y quieres esperar, tampoco es muy cómodo, porque no tienen un lugar donde esperar a que te llegue el turno (y la calle en invierno es de lo más inhóspito). Nosotros fuimos a preguntar y echar un ojo a eso de las ocho, pensando que podríamos reservar, pero, al decirnos que no había reserva, ya nos quedamos. Había mucha gente ese fin de semana, pensamos que era una buena opción.
La encargada de entonces, Ana, era citada en casi todas las opiniones que leímos como la persona que hace el lugar especialmente acogedor. Es verdad que su trato fue de lo más amable, pero lo que de verdad nos enamoró al entrar en La Fontana es la chimenea que preside el centro del restaurante. Conseguimos sitio justo enfrente, todo un placer, aunque con el pequeño inconveniente de que estás al lado de la puerta y te va entrando el frío cada vez que un nuevo cliente entra o sale.
La carta de La Fontana —más bien restringida— consta de unos pocos entrantes (pan de ajo, ensaladas, tostas…), pizzas (de tamaño mediano, cada niño se comió una entera sin esfuerzo) y pasta seca o rellena acompañada de salsas variadas. Ofrecen una pequeña carta de vinos, nada del otro mundo, pero suficiente para disfrutar una buena cena en familia.
No pedimos entrantes, fuimos directamente a por las pizzas, todas deliciosas, especialmente la de cebolla caramelizada con mozzarella) y a la pasta: probamos la puttanesca y una muy sencilla con tomate y especias. Para beber, aparte de agua y refrescos para los niños, pedimos un Lambrusco rosado muy fresquito que pasaba sin darte cuenta; de postre, probamos la panna cotta con chocolate negro (deliciosa), el tiramisú (muy bueno, pero con alma de brownie) y crêpe de manzana, con trocitos, estupenda.
Fotos de nuestra cena famliar en La Fontana
En esta galería de fotos puedes comprobar cómo fue nuestra experiencia, y la de los peques, en este restaurante:
Dónde está el restaurante La Fontana del Balneario
En este mapa os señalamos la localización exacta de este restaurante italiano en el entorno del balneario de Panticosa, en la provincia de Huesca:
Cenamos siete, cuatro adultos (contando a nuestro hijo de 16 años) y tres niños. Nos salió todo, ya con propina, por 130 euros, unos 18 euros cada uno de media, aunque hace unos años de esto… Eso sí: tener delante la chimenea y detrás un paisaje repleto de nieve… no tiene precio.