2023 ha sido declarado ‘Año de Joaquín Sorolla’ por el centenario de la muerte del genial pintor valenciano, por eso nos parece una ocasión ideal para descubrir una parte muy íntima de su vida visitando el que fuera su hogar familiar en la ciudad de Madrid.
Cuando pensamos en verano y en playa, a las que tenemos ya una edad, nos viene a la mente la obra de Sorolla: sus niños y mujeres jugando en una playa del Mediterráneo, su luz, esa sensación de relax… Y aunque Madrid no tiene playa (bueno, al menos, no una playa mediterránea, porque sí tenemos la del Pantano de San Juan y la playa del río Alberche) contamos con un museo dedicado a este genial pintor valenciano, un es pacio en el que, además, tuvo su residencia.
El Museo Sorolla no es sólo un museo, es una casa museo, porque allí vivió Joaquín Sorolla con su familia, formada por su mujer, Clotilde, y sus tres hijos, Clotilde, Joaquín y Helena.
Nosotros visitamos este precioso museo hace ya algunos años, mucho antes del coronavirus, y nos encantó; sin embargo, puede que la visita haya cambiado algo ahora, por lo que os recomendamos visitar la web de la Casa de Sorolla en Madrid para revisar las condiciones para la visita.
Situado en la madrileña calle del General Martínez Campos 37 (muy cerca del metro de Iglesia), tiene aspecto de palacete con jardín, rodeado con una tapia de ladrillo. Cuando la atraviesas, te encuentras en un jardín lleno de plantas, de macetas, con fuentes y surtidores… Huele a boj y hay mucho verde y muchas flores que entonan con la cobertura de azulejo que viste las paredes e incluso las escaleras de acceso. Los niños, nada más entrar, ya se quedaron sorprendidos porque “mamá, esto no parece un museo…”.
Para adquirir la entrada hay que dirigirse a la planta más baja, por un acceso situado a la izquierda y que permite admirar la colección de loza y cerámica de Sorolla, aficionado a ella como buen valenciano.
Os aconsejamos que compréis la guía del museo (si está disponible), ya que cuenta, de manera resumida, las principales características del edificio, de Joaquín Sorolla y de cada uno de los cuadros que están expuestos en esta casa.
Es muy de agradecer que permitan hacer fotos. La gente es muy respetuosa, pero por lo que vimos a todos los visitantes les gusta posar delante de su cuadro preferido. Es una casa tan bonita, que uno encuentra rincones en los que inmortalizarse con una sonrisa a nada que dé unos pasos.
Hicimos la visita con los niños un sábado a principios de junio, con un verano a punto de llegar, y eso hizo aún más atractivos sus cuadros: el mar, los niños con la piel mojada, la playa, los cañizos que filtran el sol, los paseos de las damas vestidas de blanco, el sol del Mediterráneo, el rompeolas de San Sebastián… No os vamos a contar lo maravillosamente bien que transmite el bienestar físico de la luz y el calor, es indescriptible, hay que sentirlo… Y se siente al contemplar los cuadros de Sorolla.
Los niños conocían ya algunos de los lienzos de Sorolla, incluso habían trabajado con ellos en el cole (la pintura de Sorolla es muy fácil e entender, incluso para niños). Cada sala tiene pequeñas explicaciones que permiten entender lo que vas a ver, pero la verdad es que nos alegramos de haber comprado la guía. Una cosa que nos encantó también fue la amabilidad de todo el personal, a pesar de que tienen que cumplir con su función de protección y vigilancia (los cuadros no tienen la típica cuerdecita para que no te acerques). En la planta de arriba, incluso intercambiamos comentarios con uno de los vigilantes, un auténtico fan de la pintura de Sorolla.
El Museo Sorolla suele ofrecer actividades y talleres tanto para adultos como para niños y familias (al final de este post os damos el enlace para que podáis consultarlas). Para terminar, un nuevo paseíto por el jardín, empapándonos del olor a boj antes de volver al barullo de la ciudad; porque sí, este museo es un auténtico oasis en el ruido de Madrid. ¡¡¡No os lo perdáis!!!
Fotos de la casa Museo Sorolla, con los niños
Aquí os dejamos algunas fotos de nuestra visita, hace ya algunos años, al Museo Sorolla de Madrid; viéndolas entenderéis lo del «oasis» que decimos en el título de este post 😉
Dónde está el Museo Sorolla de Madrid
En este mapa os hemos marcado la localización exacta del este precioso museo, ideal para visitarlo con peques en Madrid:
Horarios y tarifas del Museo Sorolla de Madrid
- De martes a viernes: desde las 9:30 hasta las 20:00, y los sábados hasta las 14:00 horas.
- Domingos y festivos: pueden habilitarse horarios especiales.
- Cerrado todos los lunes del año, 1 de enero, 6 de enero, 1 de mayo, 9 de noviembre y 24, 25 y 31 de diciembre.
- Entrada: 3 euros (gratuito para menores de 18 años, familias numerosas y todos los sábados de 14:00 a 20:00).
- Más información, en la web del Museo Sorolla y programa de actividades para niños y familias.
La visita dura un mínimo de 45 minutos, por lo que el último acceso debería realizarse tres cuartos de hora antes de la hora de cierre.