A todos los niños les gustan las rosquillas y, en San Isidro, son el dulce más típico. Además de que son un buen alimento y de que están muy buenas, a los críos los atraen sus nombres tan particulares: tontas, listas, Santa Clara, francesas, de aire…
Cuando uno se pasea por la verbena de San Isidro, los puestos de rosquillas están por todas partes. En los últimos años, además, han diversificado su oferta y, aparte de las tradicionales, han innovado para ofrecer rosquillas de limón, de naranja, de cereza, de chocolate… de casi cualquier cosa y con los colores más atractivos a los ojos.
En nuestro caso, las modernidades en este terreno no nos acaban de convencer: nos encantan las rosquillas de toda la vida, suaves, con granitos de anís en la masa, buenísimas. Os contamos cuál es cuál, para que lo tengáis claro y sepáis qué pedir, las listas, las tontas, las de Santa Clara o las Francesas:
- Rosquillas Tontas: son las que no tienen ninguna cobertura, sólo la masa con forma de aro.
- Rosquillas Listas: Las rosquillas listas tienen una cobertura hecha con una mezcla de azúcar, limón y huevo .
- Rosquillas de Santa Clara: Están recubiertas de una especie de merengue (una mezcla de clara de huevo y de azúcar glas) que se endurece y forma una costra crujiente.
- Rosquillas Francesas: Tienen almendras muy picaditas incrustadas en su superficie.
Típicas rosquillas de San Isidro en Madrid
En esta pequeña galería podéis ver algunas fotos de los puestos de rosquillas de San Isidro instalados en la pradera del santo durante las fiestas:
Hasta ahora siempre las hemos comprado, pero también las podéis hacer en casa. Si os apetece, aquí os dejamos la receta para hacer rosquillas de San Isidro con niños.