La ciudad de Barcelona está llena de pequeños establecimientos comerciales y de restauración cuidados con un mimo envidiable que no tienes que dejar de visitar en una escapada a Barcelona con peques. Hoy os proponemos uno de esos lugares en los que, nada más entrar, uno se siente uno más del barrio, como si el resto de los parroquianos te fueran a preguntar en cualquier momento por tu familia, tu trabajo, tus vacaciones, tu tía, la del pueblo…
Da gusto callejear por Barcelona y descubrir estos locales, bien decorados, bien mantenidos, con sus detalles y su buena atención al cliente. Quizás provenga de la ancestral cultura mediterránea, muy comerciante y abierta a lo foráneo, pero lo cierto es que a nosotros siempre nos ha atraído muchísimo este aspecto de la ciudad de Barcelona.
La Churre del Poble Sec está ubicada en la zona del Paral.lel, en el Carrer de Blai, y es una churrería y chocolatería de las de toda la vida, con churros y porras y café con leche y chocolate bien espeso, y con mesitas y un gran mostrador de acero inoxidable brillante que sirve de parapeto a dos mujeres menudas que sirven amables y con una sonrisa a todos los clientes, casi todos del barrio, se nota por las conversaciones, demasiado personales para ser extraños.
A nosotros nos trataron con el cariño de quien quiere captar un cliente nuevo y a los niños no les pasó inadvertido el guiño de la camarera al servirles el chocolate.
Además de los planes que te proponemos aquí, siempre puedes concertar visitas guiadas temáticas para conocer en familia la Ciudad Condal, como este tour por la Bercelona Medieval, ¡infórmate!
Fotos: nuestra merienda en La Churre
En esta pequeña galería podéis haceros una idea de cómo es este pequeño establecimiento con encanto en Barcelona:
Los precios son contenidos (o lo eran cuando estuvimos nosotros por última vez, hace algunos años, antes del coronavirus) y el producto, delicioso: os lo aconsejamos para un desayuno tardío o para una merienda bien nutritiva. Antes del coronavirus tenían horarios amplios y estaban acostumbrados a atender a primera hora a los noctámbulos que conocen la autenticidad de sus porras y a su café calentito. Plenamente recomendable.
Éste es un buen local en la Ciudad Condal para tomar una merienda reconstituyente después de, por ejemplo, haber realizado un emocionante tour por el Camp Nou o una visita al zoo de Barcelona en familia.