Los campamentos urbanos (en verano, Navidad, Semana Santa…) son una fórmula estupenda de conciliación familiar. Mientras los padres trabajan, fuera de casa, o aunque se haga uso del teletrabajo, los niños están entretenidos, aprendiendo y divirtiéndose… y socializando.
Los campmantos infantiles urbanos se desarrollan en la misma ciudad de residencia del niño o niña que asiste a las actividades durante el día (en horario de mañana o de mañana y tarde), pero duerme en casa. Así no sufre los “efectos secundarios” de echar de menos a la familia ni la ansiedad de la separación, que les angustia tanto a ellos como a sus padres en los campamentos a tiempo completo y fuera de su entorno habitual.
Por eso, para los niños, sobre todo si son pequeños, los campamentos urbanos tienen muchas ventajas y casi ningún inconveniente. Lo más importante es acertar en el tipo de campamento que se adecua a las características del niño, porque la oferta es muy amplia y podremos encontrar con relativa facilidad uno que no esté lejos de nuestro domicilio o centro de trabajo y que se adapte a nuestro presupuesto.
Además, en muchos casos, los organizadores de campamentos urbanos para las vacaciones los ofrecen también en esos días sueltos de vacaciones repartidos por todo el curso escolar en los que los padres trabajan y no saben qué hacer con los chavales.
5 ventajas de los campamentos urbanos para peques familias
- Cumplen con el objetivo de aprendizaje y desarrollo de habilidades como los demás campamentos. Con independencia de la temática, se practican las habilidades sociales y de comunicación, entre los niños y también con la familia, porque cada día el crío llega a casa con ganas de contar todo lo que ha hecho.
- Tienen la misma variedad temática que los que no son urbanos, porque hay muchísima oferta y de todo tipo de empresas y organismos (museos, zoos, colegios… hasta universidades). De hecho, los hay situados en alguna zona rural cercana a la ciudad en lugar de en el centro, lo que une lo mejor de los campamentos urbanos (volver a casa) y los de tiempo completo (la naturaleza, las actividades al aire libre).
- Son más baratos: al ser menos horas y no existir gastos de desplazamiento, comida y alojamiento, son mucho más económicos que los campamentos normales.
- Muchos combinan las actividades en un local con las excursiones por el entorno urbano, con lo que el niño aprende a conocer más y mejor la ciudad en la que vive.
- Para los padres es también mejor, porque no pierden el contacto con su hijo (los padres también lo pasamos mal cuando no los vemos y apenas hablamos con ellos en muchos días) y están cerca para cualquier imprevisto que pueda surgir.
Cómo elegir el tipo de campamento urbano
A la hora de elegir el mejor campamento urbano, debes tener en cuenta estos criterios: la temática (deporte, multiaventura, naturaleza, inglés, circo, música…), la edad del niño, el horario, el lugar físico y las instalaciones y los servicios que incluye (transporte y comida sobre todo).
Temática
Por nuestra experiencia con nuestros hijos, lo mejor es que la temática del campamento urbano esté enfocada a lo que al niño le gusta o a un reto personal que pueda superar (jugar mejor al fútbol, hablar en público superando la timidez…) mejor que los de multiactividad, aunque estos son perfectos para niños que no tienen nada claro
Edad del niño
Los buenos campamentos urbanos separan a los niños en tramos de edades, para que hagan amigos más fácilmente y para poder adaptar mejor los contenidos que se trabajen a una edad determinada. Desconfiad de esos campamentos “totum revolutum” en los que no se agrupa a los niños por edades (están pensando en ganar más dinero en lugar de que el niño saque provecho del campamento).
Horario
Los campamentos urbanos son un elemento básico para la conciliación familiar en épocas vacacionales. Aseguraos de que el horario del campamento se combina bien con vuestro horario laboral. Algunos permiten cierta flexibilidad horaria (puedes llevar al niño un poco antes y/o recogerlo un poco después) y los hay con horario fijo (no puedes recoger al niño ni antes ni después de una determinada hora).
Emplazamiento e instalaciones
Lo primero que debéis mirar es la ubicación del campamento, para que os quede de paso en el camino al trabajo o que esté cerca de casa… lo que más os convenga. Y, claro, ojo con las instalaciones: al crecer el número de padres que necesitan este tipo de campamentos cuando los niños tienen vacaciones y ellos no, también se ha incrementado el número de empresas que los ofrecen y, a veces, algunas no cuentan con las instalaciones más adecuadas (espacios cerrados, con poca luz y ventilación, poco amplios para el número de niños…). Preguntad, id a verlos, aseguraos de que vuestro hijo estará bien.
Servicios incluidos en el precio
Por último, hay que comprobar qué servicios están incluidos en el precio: ¿desayuno, si los niños llegan muy pronto, o al menos un tentempié a media mañana? ¿Deben llevar su comida en un tupper? ¿Incluyen merienda? ¿El material que necesiten se lo dan o no? ¿Ropa para no mancharse cuando realizan actividades que pueden deteriorarla? Parecen detalles, pero conocerlos os ayudará a organizaros mejor y a no llevaros sorpresas desagradables.
Por otro lado, es muy importante que la empresa que organice el campamento urbano cuente con recursos para reaccionar ante un pequeño accidente (una caída, un corte, etc) y que disponga de los seguros legales pertinentes.
Tipos de campamentos urbanos: los que más gustan
En toda España hay campamentos urbanos muy chulos. Es cierto que la oferta es mucho mayor en las grandes ciudades, pero incluso en ciudades más pequeñas existen ya estos tipos de campamentos de día, porque también los padres de esas zonas urbanas e incluso de zonas rurales tienen dificultades para conciliar su horario laboral con los días libres de los niños.
Por el contenido: campamentos urbanos temáticos
La temática que podéis encontrar es de lo más amplia. Hay campamentos de circo, como el del Price o el de la Escuela Carampa. Los de Naturaleza y ecología y Medio Ambiente siempre han tenido mucha aceptación: a nosotros nos gustaban mucho los que organizaba Faunia o el Museo de Ciencias Naturales. El programa Educaixa organiza muchas actividades y talleres de verano en Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona, Madrid, Sevilla, Zaragoza y Palma. Podéis consultar aquí las actividades de Educaixa. Para los más deportistas, el fútbol suele ser el preferido y, si el chaval es un forofo de algún equipo, en las respectivas webs podéis consultar los campamentos específicos que tienen por edades. Nosotros hemos probado los del Real Madrid, que son en inglés, y no están mal, pero nos parecen demasiado caros.
Los que más nos suelen interesar a los padres son los campamentos de idiomas, sobre todo, inglés. Ya hay una gran oferta de campamentos que unen una temática con el inglés, porque también para los chicos es más divertido comunicarse sobre algo que les gusta y hacerlo en inglés, en lugar de centrarse solo en la gramática. En Valencia, por ejemplo, los hay de exploración espacial organizados por la Ciudad de las Artes y las Ciencias. En Bilbao, el Guggenheim los organiza sobre arte y arquitectura.
En fin, hay campamentos para todos los gustos: de teatro, de cocina, de tecnología y robótica, de mindfulness, de arqueología , de oratoria… Los buscadores de campamentos, webs especializadas en reunir la oferta de toda España, son útiles, pero no consultéis solo uno sino varios (suelen cobrar por publicar la oferta y no las suelen tener todas).
Por el precio: ¿cuáles son los campamentos urbanos más baratos?
Está claro que depende mucho de la temática (el material necesario, por ejemplo, para un campamento de robótica hace que sea más caro) y de los servicios que incluya. Sin embargo, como regla general, si queréis acceder a campamentos urbanos baratos, lo mejor es consultar los que ofrecen los ayuntamientos (en centros culturales, polideportivos, centros dotacionales, etc.), los de las fundaciones (La Casa Encendida, la Fundación la Caixa, por ejemplo) y los de museos y centros culturales.
Aunque quizás no son tan atractivos para los niños (porque, de alguna manera, es como no salir del cole), no olvidéis los campamentos urbanos que ofrecen algunos centros escolares (ya sean colegios públicos, concertados o privados). Tienen la ventaja de que están en el barrio y de que el niño puede hacer amigos más fácilmente. No es obligatorio para acceder a esos campamentos que el niño esté escolarizado en ese centro en particular.
La oferta de empresas privadas es muy variada y debéis extremar el análisis de sus servicios para valorar si el precio es caro o adecuado a su calidad.