Algunos niños se quejan de que los museos son lugares aburridos y, a veces, cuesta convencerlos de lo contrario. Por si vuestros hijos se encuentran en ese grupo de chavales a los que no les seduce demasiado pasar un día en el museo, aquí tenéis una lista de museos originales y divertidos que no podrán negarse a visitar. Esperamos que os guste nuestra selección de museos originales para visitar con niños.

Museo Marítimo del Cantábrico

El Museo Marítimo del Cantábrico, en Santander, está dedicado al Mar Cantábrico, que va desde el Cabo de Estaca de Bares hasta la desembocadura del río Bidasoa, en Ondarribia (Fuenterrabía, en la denominación castellana). Se trata de un museo y acuario a la vez y tiene un tamaño mediano, por lo que no resulta pesado ni para los niños más pequeños y todo el personal es sumamente agradable.

Museo del Pan

Este es un lugar increíble en el que los niños —y los mayores— aprenden que pan no solo hay uno, sino que se puede hacer con diversos cereales y de formas muy distintas. Tiene una parte de exposición y un taller en el que los niños amasan pan, lo cuecen y se lo llevan a casa para compartirlo con la familia. Aquí tienes toda la información sobre el Museo del Pan de Mayorga.

Museo del Chocolate

Astorga, en la provincia de León, fue capital española del chocolate a mediados del siglo XX, pero poca gente lo sabe. Muchos visitantes de la ciudad se sorprenden al ver amplios escaparates llenos de tabletas de chocolate… y esta peculiar tradición se puede comprender perfectametne en su Museo del Chocolate.

Museo de la Villa del Libro

Urueña es conocida como “capital del libro” en Castilla y León. En efecto, este pequeño y precioso pueblo amurallado cuenta, además de con muchas librerías, con un completísimo museo del libro y de la escritura, que explica de manera muy didáctica el surgimiento de la escritura, la imprenta y el libro. Es un museo muy original y los niños aprenden sin darse cuenta.

Museo de Altamira

El Museo de Altamira es el centro de un conjunto de sitios integrado por el propio museo, la cueva y la neocueva de Altamira y una serie de instalaciones (laboratorio, biblioteca, auditorio…) destinadas a que los investigadores sobre la Prehistoria puedan desarrollar sus trabajos académicos y sus investigaciones de campo, y a la divulgación entre mayores y peques interesados esta esta interesante parte de la Historia de la Humanidad.

Museo Fallero

Éste ss un museo que se ve rápido y que a los niños les resulta muy curioso. Una visita en familia seguro que es un buen plan si vas a viajar a Valencia con tus hijos. En el Museo Fallero encontrarás los ninots de las fallas indultados de las fallas grandes (desde 1.934) y de las fallas infantiles (desde 1.963), unos 800 ninots en total (pero cada año hay más, claro).

Museo de la Tortura

El nombre lo dice todo: en este museo de Santillana del Mar se encuentran todo tipo de herramientas y máquinas para torturar, desde los tiempos más antiguos y hasta los más modernos. Hay padres a los que les da horror, pero se trata también de un museo con un significado histórico muy claro que conviene conocer para no repetir todas las atrocidades que aquí se presentan. Aquí tienes toda la información sobre el Museo de la Tortura.

Museo del Atún de Almadraba

La forma tradicional de pescar el atún en el sur de España, en la costa de la Luz, es la almadraba, un intrincado laberinto de redes de las que el atún no sabe salir una vez que ha penetrado en él. Sobre la importancia de este pez a lo largo de la historia y también en la actualidad lo muestra todo el Museo del Atún de Almadraba, en Conil de la Frontera.

Museo del Robot

Si te gusta estar a la última en tecnología, no debes dejar de visitar este pequeño museo, unido a una conocida tienda, en una de las zonas céntricas de Madrid. Exponen todo tipo de robots (conocidos por su aparición en el cine y también anónimos, pero todos ellos muy interesantes). Aunque está temporalmente cerrado por la pandemia de coronavirus, esperamos que pronto se vuelva a abrir, porque es un museo muy entretenido 🙂 Aquí tienes toda la información sobre el Museo del Robot de Madrid.

Museo de la Cereza

El Museo de la Cereza se encuentra exactamente en la población de Cabezuela del Valle, en el cacereño Valle del Jerte. Es curioso y te lo explican todo sobre el cultivo, las variedades y la recogida de la famosísima picota del Jerte. Aquí tienes toda la información sobre el Museo de la Cereza, no os lo perdáis.

Museo del Barquillero

Este establecimiento es mezcla de tienda (en la planta de calle) y museo (en la primera planta). Sus fondos están formados sobre todo por juguetes de los llamados tradicionales, muy divertidos de enseñar a nuestros hijos. Está junto a la colegiata de Santillana, no tiene pérdida. En este enlace encontrarás la información sobre el Museo del Barquillero, en Santillana del Mar.

Museo del Títere

Maravilloso museo gaditano que nunca os dejaremos de recomendar. Está en las llamadas Puertas de tierra, en el inicio de la ciudad vieja, y su catálogo de títeres de todo tipo hace las delicias de niños y de adultos. A nosotros nos encanta, así que quedáis avisados: consultad toda la información sobre el Museo de Títeres de Cádiz, porque os sorprenderá.

Museo de las Raíces Conileñas

Este es un pequeño museo en el centro de Conil de la Frontera. Es un museo etnográfico, en el que se ilustran las formas de vida de las gentes de este lugar en las últimas generaciones. Hay ajuares del hogar y todo tipo de cacharros de cocina, además de que está mantenido por la propia gente del pueblo. Aquí tienes toda la información sobre el Museo de las Raíces Conileñas.

Teatro-Museo de Dalí

El Teatro Museo de Dalí, en Figueras, es un lugar especial y tan lleno de magia que es casi una obligación visitarlo con nuestros hijos para que descubran la tremenda originalidad de ese grandísimo artista que era Dalí.

Museo Gargallo

El Museo de Pablo Gargallo, en Zaragoza, es el único dedicado en el mundo a este escultor aragonés original como pocos, interesante para públicos de todas las edades, sobre todo por su forma de crear esculturas que se completan con la luz y se liberan de la materia que parece inneccesaria. Fuimos a este museo, que además está en un precioso edificio del siglo XVII, con nuestros hijos (el más pequeño de 11 años) y nos encantó a todos.