Uno de los comentarios más oídos ante los cuadros de Joan Miró es “parece que lo hubiera hecho un niño”. Y tienen razón: en las fotografías que tenemos de este genial artista se le ve una mirada con la inocencia y la curiosidad infantil. Quizás por eso los niños conectan tan bien con su pintura y su escultura. Nuestros hijos disfrutaron de la mayor colección que existe de su obra: la de la Fundación Miró, en Barcelona.
Siempre hay un poco —o un mucho— de cola para comprar las entradas, pero, mientras uno espera, los críos pueden observar y hacerse fotos con la escultura de la entrada. El edificio es en sí mismo una joya de arquitectura, y sobre él se pueden comentar cosas a los niños: está construido en unos terrenos que el Ayuntamiento de Barcelona cedió gratuitamente en el Parque de Montjuic y su creador fue un buen amigo de Miró que se llamaba Josep Lluis Sert.
Los orígenes del museo Fundación Miró están ligados a la primera gran exposición de Miró en Barcelona, en 1968. Diversas personalidades del arte y la cultura comprendieron entonces la necesidad de disponer en Barcelona de un espacio de referencia dedicado al artista, quien quería que su museo fomentara el conocimiento y la difusión del arte moderno en todas sus vertientes.
Así pues, fue concebido expresamente para albergar la obra de Miró y los dos amigos trabajaron en equipo para establecer sus criterios. Sigue los principios de lo que se llama “arquitectura racionalista”, con espacios distribuidos alrededor de un patio central (algo típico de la arquitectura mediterránea), con claraboyas para que la luz se distribuya por todo el edificio. La Fundación Joan Miró se construyó en los años ’70, se inauguró en junio de 1975 y en 1988 fue ampliada para ganar espacio de exposición.
Las obras de la Fundación Joan Miró
Los fondos de la Fundación Miró comprenden más de 14.000 piezas: 217 pinturas, 178 esculturas, 9 tapices, 4 cerámicas, casi toda su obra gráfica y unos 10.000 dibujos. Casi todo fue donado por el propio artista y otra parte procede de las colecciones de amigos y familiares.
Lo primero que atrae la mirada de los niños es el patio con el olivo y un coche Mercedes accidentado, como si acabara de chocarse con el árbol, con los intermitentes encendidos (no es de Miró, por cierto). Siguiendo la señalización que propone el museo, fuimos paseando por las diversas salas, proponiendo a nuestros chicos una interpretación basada en sentimientos y juegos:
¿Qué sientes cuando ves este cuadro? ¿calor o frío?
¿Hay una mujer y un pájaro?
¿Ves el pico del pájaro y los pechos de la mujer?
¿Cuántos colores hay en este tapiz?
¿Con qué material parece que está hecho?
Todo esto de manera relajada, claro, no como un examen, dejándolos que mirasen a su gusto, a veces más, a veces menos, en algunas salas observando una o dos obras, las que más los atraían, en otras dejando pasar el tiempo…
En la librería/tienda del museo hay material para que los niños pinten cuadros de Miró, lean sobre su vida y su obra o realicen algún tipo de actividad lúdica.
Como ya os hemos comentado, la obra de Miró suele gustar a los niños, y Barcelona está llena de «guiños» a los gustos artísticos de los peques, con la arquitectura de Gaudí y sus formas llamativas. En tu viaje a Barcelona con niños, te recomendamos una visita a La Pedrera, diseñada por Gaudí, que puedes disfrutar «en exclusiva» o en su versión nocturna.
Tarifas y horarios de la Fundación Miró
La entrada cuesta 13 euros para adultos, (7 euros, la entrada reducida). Los menores de 15 años y desempleados (acreditados) entran gratis.
La Fundación Miró de Barcelona está abierta de viernes a domingo, de 11 de la mañana a 6 de la tarde. De lunes a jueves está abierta sólo para visitas concertadas (grupos y centros educativos).
Puedes ver aquí los horarios y precios en detalle.
Fotos: visitamos la Fundación Joan Miró
En esta pequeña galería de fotos podéis ver algunas de las piezas que encontraréis en los jardines de la Fundación Joan Miró de Barcelona:
De todas formas, recuerda que con la Barcelona Card podrás ahorrar dinero en las entradas a los museos y en los desplazamientos en transporte público.
Además de los planes que te proponemos aquí, siempre puedes concertar visitas guiadas temáticas para conocer en familia la Ciudad Condal, como este tour por la Bercelona Medieval, ¡infórmate!