Su nombre completo es Museo Marítimo del Cantábrico y se encuentra muy cerca del puerto de Santander. En un artículo anterior puedes ver todos los detalles de su situación, horarios, tarifas y contenido, pero ahora queremos darte unos consejos para que disfrutes más de tu visita, sobre todo si vas con niños. Pero antes de nuestros consejos basados en nuestra experiencia, te recomendamos que, en tiempos de coronavirus, consultes la web del Museo Marítimo del Cantábrico por si varían las condiciones para la visita.
- Recuerda que los domingos por la tarde (a partir de las 14:00 horas) la visita es gratis así que puedes aprovechar para verlo en ese momento. Por nuestra experiencia, no hay aglomeraciones, es un museo que se ve tranquilo y tardas una hora y media en recorrerlo, aproximadamente.
- El acuario, en la planta baja del edificio, es precioso y tiene un tanque central enorme lleno de peces muy grandes. A los niños les encanta.
- A la salida del acuario, en esa misma planta, puedes ver un espécimen de calamar gigante que se encontró en esta misma costa. Míralo con detenimiento, porque es impresionante.
- En medio de esa sala, si miras hacia arriba, verás colgados unos inmensos esqueletos de cetáceos. Observa especialmente el tamaño de sus vértebras (sólo con eso ya te puedes imaginar el tamaño del animal completo).
- Todos sabemos que los barcos pesqueros capturan a los peces con redes, pero… ¿cómo las usan?, ¿cuántos tipos hay?, ¿respetan el medio ambiente? En una de las vitrinas de la segunda planta podrás conocer los diferentes tipos de pesca en un diorama con barcos, el mar, las redes… todo.
- Los peces abisales se han recreado para que tengas la impresión de estar viéndolos en la oscuridad del fondo marino: sus elementos fosforescentes y… el resto de su cuerpo (recuerda a una famosa escena de la película Buscando a Nemo)
- Los pescadores viven en condiciones duras cuando salen a faenar. ¿Sabes lo que es dormir a cama caliente? Lo puedes entender si observas la reproducción de un camarote de pescadores con cuatro literas…
- Los peces se lo tragan todo, también muchos desechos que nosotros, los seres humanos, vertemos al mar. En una de las vitrinas podrás ver las nefastas consecuencias de que, por ejemplo, aun pez se le quede atravesada una anilla de plástico.
- Si te quieres sentir como un auténtico marino de guerra, observa esos cañones que apuntan al mar. Hasta puedes jugar a apuntarlos con esas armas de artillería y sentir el terrible fragor de una guerra naval.
- En la parte de arriba del museo hay una cafetería, por si quieres tomar un refresco. Eso sí, lo que de ninguna manera te debes perder son las maravillosas vistas del Cantábrico que puedes disfrutar desde aquí.
- Para terminar, visita la exposición temporal que haya en la primera planta. Son todas muy interesantes, por un motivo o por otro y las van cambiando, así que, aunque sólo sea por eso, no olvides volver al Museo Marítimo del Cantábrico en Santander.
Fotos del Museo del Mar Cantábrico de Santander
En esta galería de fotos te dejamos algunas instantáneas de nuestra visita a este espectacular museo-acuario:
Además de esta interesante visita en Santander, desde la capital cántabra puedes contratar una inolvidable excursión a Altamira y Santillana del Mar, apetecible, ¿verdad?