El Museo de Picasso en el pueblecito madrileño de Buitrago del Lozoya es algo que extraña, ¿un museo con obras de Picasso en la Sierra Norte?, pues sí, y bastante interesante. Es pequeño y gratuito, ideal para conocerlo con los niños, porque les puedes contar el porqué de su existencia antes de entrar a visitarlo, es tan curioso que ya lo verán con ojos abiertos como platos y no se les olvidará nunca.
Resulta que Pablo Picasso era muy supersticioso y creía que, si alguien se apropiaba de su pelo o de sus uñas, podría arrebatarle su genio artístico (como si ese genio residiese en su pelo, un poco a la manera de Sansón y su fuerza). El caso es que no permitía que cualquiera le cortase el pelo y que luego se ocupaba de que los restos cortados fueran eliminados convenientemente.
Durante su vida en Francia (había jurado no volver a España hasta que Franco muriese, pero falleció él dos años antes, en 1973) conoció a Eugenio Arias. El encuentro fue en Toulouse, a través de Dolores Ibarruri, la Pasionaria, en un homenaje a españoles republicanos que habían luchado en Francia contra los nazis.
Picasso se trasladó a Vallauris, un pueblecito del sur de Francia donde también vivía Eugenio Arias, y allí éste, barbero de profesión, comenzó a cortarle el pelo y, como suele suceder en todas las peluquerías, a charlas de lo humano y lo divino. De esas charlas nació una amistad tan cercana que Arias se convirtió en el confidente de Picasso. De hecho, en un principio Picasso iba a la peluquería de Eugenio Arias, pero al final fue Arias quien acabó yendo a la casa de Picasso para cortarle el pelo a domicilio, lo que los acercó aún más. Compartían ideario político, el amor por España, los toros…
Esa amistad duró hasta la muerte del pintor. Ese día, fueron la última esposa del pintor, Jacqueline y su barbero, Eugenio Arias, quienes le amortajaron con una capa española y velaron su cadáver.
Durante toda su relación, Picasso le fue regalando obras, le dedicó libros sobre ellas, se hizo fotos con él… Todos esos objetos son los que atesora este pequeño museo, porque, en 1982, Eugenio decidió donar esas obras para hacer un museo con la única condición de que estuviera en su pueblo natal: Buitrago del Lozoya.
¿No es una historia fantástica? Lo mejor es que es verdadera y que, con ella en la cabeza, entrar en el Ayuntamiento de Buitrago del Lozoya y bajar la escalera que lleva al museo tiene algo de mágico, de auténtico, como si te estuvieras convirtiendo en el espía de una gran amistad.
Obras de Picasso en el Museo de Buitrago
Nada más entrar, encontraréis un área de acogida con una urna que protege una caja de madera en la que Eugenio Arias guardaba sus útiles de peluquero y que un día Picasso cogió y decoró con motivos de tauromaquia. Junto a ella se explica por qué Picasso dejó de acudir a la peluquería de su amigo y fue éste quien se desplazaba a la casa del pintor: cada vez que Picasso llegaba a cortarse el pelo, los demás clientes le cedían su turno (“Después de usted…”) y a él le daba mucha rabia, porque no quería ningún tratamiento especial. Total, que se hartó y pidió al barbero que le hiciera el servicio de peluquería a domicilio. Y así se hicieron aún más amigos.
El museo abrió sus puertas, dentro del ayuntamiento del pueblo, en 1985. En 2008, a los 98 años, Eugenio Arias murió en Vallauris.
A continuación, empieza la exposición propiamente dicha, con bacías de barbero de barro decoradas con temas de toros y del Quijote (ya sabéis que el “casco” que lleva don Quijote en la cabeza es en realidad una bacía de barbero…).
Luego hay una serie de obras dedicadas a la paz y a la lucha por la amnistía política, entre ellas un retrato de la madre de Eugenio Arias, doña Nicolasa. No os perdáis tampoco la obra “Preso con paloma de la paz”.
Por último, está la serie dedicada a los toros y a la tauromaquia, con escenas de lidia, efigies del animal, corridas. En esta apartado hay una curiosidad, una obra titulada “Toritos fritos”, que mezcla su pasión por los toros y un guiño humorístico a la costumbre gastronómica española de los pajaritos fritos.
Fotos del Museo Picasso de Buitrago
En esta galería de fotos podéis haceros una idea de cómo es este entrañable museo de Picasso en la provincia de Madrid:
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Horarios y tarifas del Museo Picasso de Buitrago
Este museo con obras de Picasso está abierto de martes a viernes de 11:00 a 13:45 y de 16:00 a 18:00 h. Los sábados, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 horas. Domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas.
Cerrado: Lunes y días 1 y Está cerrado los lunes y los días 1 y 6 de enero, 24, 25 y 31 de diciembre, el Domingo de Pascua y un festivo local.
La entrada es gratuita y con ella te dan un pequeño folleto para entender mejor el museo y sus obras.
Dónde está el Museo Picasso
La plaza del Ayuntamiento de Buitrago del Lozoya se llama hoy Plaza de Picasso y en ella se encuentra, dentro del edifico consistorial, este pequeño y precioso museo. Es muy fácil llegar a él, porque la plaza está en el centro del pueblo y porque hay varios paneles informativos en otros lugares de Buitrago. Aquí tenéis un mapa por si os surgen dudas.
Como véis, visitar este museo dedicado a Picasso es una estupenda excusa para para visitar Buitrago del Lozoya, aunque os recomendamos consultar las condiciones de visita en casa momento, en tiempos de coronavirus, por los eventuales cierres del museo o del municipio.