Cuando salimos con los peques a la voz de «vamos al parque«, nuestro objetivo suele ser que se desfoguen o que se cansen, que salgan de casa, corran y salten un rato y tengan esa actividad física que les permita quemar la energía acumulada.

Los parques ideales para estos momentos de desfogue son los tienen de todo: desde columpios en buen estado hasta grandes explanadas para correr, perfectamente seguros y alejados del tráfico (en Madrid, por ejemplo, tenemos el Madrid Río). Sun embargo, a veces buscamos un parque más tranquilo que nos ofrezca un plan más sosegado…

Hoy os vamos a presentar uno de los parques más desconocidos de Madrid, en parte porque está alejado del centro y en parte porque se le considera algo elitista 😉

La verdad es que no es un parque al uso: tiene aforo limitado, no abre todos los días, no permite juegos de pelota, no tiene columpios para los niños… Sí, parece un parque demasiado “serio”, ¿verdad? Sin embargo, a cambio tiene un mantenimiento exquisito, no hay suciedad por ningún lado, nunca hay aglomeraciones… Es una delicia.

Puede parecer que no es el mejor parque de Madrid para ir con niños, pero nosotros hemos ido varias veces con nuestros hijos (en modo “tranquilo”, eso sí) y siempre lo han disfrutado.  Es ideal para una mañana primaveral de sábado o domingo, y os aconsejamos que vayáis tempranito, a eso de las diez, porque es cuando lo podréis disfrutar más. Por otro lado, como os decimos, el aforo máximo es de 1.000 personas.

Para controlarlo, a la entrada hay un torno y dos vigilantes que van contando la gente que entra. A partir de 1.000, sólo dejan entrar cuando alguien sale. Tened en cuenta esto para evitar colas y esperas que sólo pueden empañar nuestra impresión de este parque.

Vídeo: con los niños en el Parque del Capricho

En este vídeo os podéis hacer una idea de lo tranquilo que es este parque, y de cómo fue nuestro paseo con los niños:

Nuestra última visita ha sido hace una semana (más abajo os indicamos su situación exacta y sus horarios). Cuando se lo dijimos  a los chicos (que íbamos a un parque), lo primero que hicieron fue coger el balón y, claro, torcieron el gesto cuando les explicamos que en El Capricho no se puede jugar a balón. A cambio, les contamos que había un fuerte, un laberinto, un lago, búnkers… los convencimos.

Historia del Parque del Capricho

El Parque del Capricho tiene 14 hectáreas y fue creado en 1784 por los Duques de Osuna, que querían alejarse del ajetreo de la corte madrileña. La duquesa fue la que organizó este espacio, contratando para ello a los mejores jardineros, paisajistas y artistas del momento.

En esa época, la de la Ilustración, y con la recién estrenada dinastía de los Borbones en el poder lo que estaba de moda eran los jardines versallescos, con parterres y setos recortados en formas geométricas. Así es una parte del Capricho, el llamado Parterre, que incluye un divertido laberinto vegetal formado con laureles. Otra parte de los jardines son de tipo italiano, con una mezcla de setos y de zonas recoletas con grandes árboles.

El tercer tipo de paisajismo es el jardín inglés, que intenta reproducir la propia naturaleza, dando lugar a espacios que parecen “asilvestrados”, como más salvajes. A nosotros ésta parte es la que más nos gusta, porque te da la impresión de estar paseando por un bosque.

Hay muchas especies distintas de árboles y flores (ideal para ir comentándoselo a los niños y que vayan diferenciando unas de otras). En según qué época del año hay, además, zonas enteras de violetas que perfuman el aire y te hacen sentir realmente bien, ya con la primavera a punto de instalarse.

El Capricho: más que un parque o un jardín

Junto a la parte vegetal, el Parque del Capricho ofrece un puñado de edificios y elementos arquitectónicos interesantes: la Exedra, varias fuentes, la Casa de la Vieja, un palacio, estatuas de emperadores romanos… Para los niños esto no tiene mucho interés, ya os podéis imaginar. Sin embargo hay un fuerte, grandecito, que a los nuestros los interesó bastante, porque tiene hasta foso, aunque sin agua.

Durante la Guerra Civil, en este parque estuvo el Cuartel General del Ejército del Centro, que excavó algunos búnkers (que aún son visibles, sobre todo uno de ellos, junto al palacio).

Y luego está la parte del jardín que es líquida: el agua, con forma de lagos y de un riachuelo que lo recorre de parte a parte. En el lago hay cisnes y patos y, aunque está claramente prohibido alimentarlos, siempre hay alguien dándoles pan.

En 1974, tras una etapa de gran decadencia, el parque del Capricho fue comprado por el Ayuntamiento de Madrid, que lo restauraría más tarde dándole de nuevo su fragor y delicioso ambiente.

Fotos: algunos rincones del Parque del Capricho

En esta galería de fotos compartimos algunos rincones de este parque especial de Madrid, y os invitamos a descubrirlos en un tranquilo paseo en familia:

Dónde se encuentra el Parque del Capricho

El Parque del Capricho se encuentra en la Alameda de Osuna, en el distrito de Barajas. Si vais en coche, hay un parking al lado –gratuito– en el que podéis aparcar. Está junto a un pinar y siempre hay gente haciendo deporte por allí. La dirección exacta es Paseo Alameda de Osuna 25, 28042 Madrid. Si vais en transporte público, en metro la estación más próxima es El Capricho, en la línea 5. Los autobuses con paradas cercanaas son el 101, 105 y 151.

Horarios de acceso al Parque del Capricho

• Del 1 de octubre al 31 de marzo: sábados, domingos y festivos de 9 a 18:30 horas.
• Del 1 de abril al 30 de septiembre: sábados, domingos y festivos, de 9 a 21 horas.

Visitas guiadas al Parque del Capricho

Nuestros amigos de Arte y Madrid organizan unas estupendas visitas guiadas al Parque del Capricho. Hicimos con ellos la visita al Parque del Retiro y conocemos bien la calidad de sus guías y lo bien que se adaptan al público que tengan (son estupendos con los niños), así que os recomendamos sus recorridos con conocimiento de causa 😉

Además, en este otro enlace encontraréis más información interesante y pormenorizada del Parque del Capricho.