Hay muchos niños y niñas con alma de atleta que sueñan con ganar maratones, pero los nuestros no son así: prefieren mil veces el fútbol al atletismo. Eso sí: les gusta participar en carreras para peques.

De todos modos, tres o cuatro veces al año nos apuntamos todos a alguna de las muchas carreras populares que se organizan los fines de semana.

Normalmente, para estar bien entrenados, conviene correr con asiduidad. Nosotros, sin ser  “practicantes” diarios, nuestro estilo de vida activo nos mantiene en la suficiente buena forma como para poder participar de vez en cuando en estos eventos deportivos que, cada vez más, organizan todo tipo de instituciones económicas, culturales, etc..

Aunque hay carreras todo el año —suelen ser los domingos por la mañana—, este plan es más aconsejable cuando el tiempo es fresco, porque en verano, incluso a las diez de la mañana, el calor es acusado por los que no somos sufridos corredores.

Para saber qué carreras se organizan, basta con buscar en Google “carreras populares en” seguido de la ciudad en la que vivamos. En la web Carreraspopulares.com recogen las que consideran más recomendables, pero hay también otras páginas en internet que informan sobre ello, aparte de que por lo general los medios de comunicación las anuncian para conseguir que la gente se inscriba.

Por cierto, si te queda alguna duda sobre los beneficios de practicar este deporte, y participar en carreras puede ser clave para mantener a tus peques motivadas o motivados, u otro cualquiera, os dejamos un enlace del blog de nuestra amiga Arancha Herrero en el que habla de los beneficios que conlleva para la salud de los niños practicar deporte.

Vídeo: participamos en una carrera popular solidaria

Cómo participar con tus hijos en una carrera popular

En realidad no es necesario pagar la inscripción para correr la carrera, pero, si lo hacemos, nos darán un dorsal y un chip con el que luego podremos saber qué tiempo hemos hecho. También suelen entregar una camiseta y algo de avituallamiento provisto por los patrocinadores (barrita de cereales, bebida energética…).

En cada carrera hay, por regla general, un recorrido largo (10 km) y otro corto (entre 3 y 5 km), así que nosotros elegimos siempre el más corto, pero hemos visto chavales, sobre todo los ya adolescentes, que se atreven con el tramo largo.

Si no se ha pagado inscripción, se puede correr igualmente, pero no tendremos bolsa de avituallamiento ni dorsal ni el chip para controlar el tiempo. Nada de eso es esencial, pero a los niños les motiva tenerlo y se toman la carrera mucho más en serio.

Como uno se apunta con cierto tiempo de antelación, se pueden establecer 14 o 15 días de entrenamiento, de forma que se sientan más seguros el día de la carrera.

Fotos: participamos en una carrera popular solidaria

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Nuestra experiencia con esta actividad es excelente. Los chicos sienten que superan un reto, se cansan pero se sienten luego recompensados. Durante la carrera el público los anima, hay otros chavales como ellos —y otros padres como nosotros— corriendo… Y quién sabe, ¡lo mismo alguno llega a ser olímpico! ;-).