Nos encanta viajar con nuestros hijos (no es ningún secreto, ya), y de las cosas que más nos gusta es pasear por las ciudades y pueblos que visitamos, recorrerlas a pie para empaparnos de sus costumbres y sus peculiaridades; y éste es el caso de nuestro plan de hoy.
Si visitas Bilbao en familia, es inevitable pasar por el casco viejo de la ciudad, también conocido como “Siete Calles”, porque originariamente lo formaban las calles Somera, Artekale, Tendería, Carnicería Vieja, Belostikale, Barrenkale y Barrenkale Barrena. Con el transcurso de los siglos, creció y ocupó algo más que esas siete calles, pero ha conservado el nombre. Aunque la mayor parte de la gente lo conoce por la cantidad de bares y tabernas que se pueden encontrar en él, lo cierto es que, en un paseo diurno y con los ojos curiosos, se pueden descubrir en él muchos rincones con encanto, tiendas tradicionales o curiosas, edificios históricos que aún conservan su belleza y una gente distinta, más dispuesta a charlar contigo a nada que le preguntes qué hora es o cómo se va a tal sitio.
A nuestros hijos les suele gustar descubrir en este tipo de trazados laberínticos algún lugar que les parece único, ya sea para comer, para comprar algún regalo para la familia, para gastarse la propina en chucherías o para cualquier otra cosa. En el de Bilbao, con más de 200 establecimientos hosteleros y cerca de 500 comercios de todo tipo, esto no resulta muy difícil.
Vimos también que hay muchos lugares que visitar: la Catedral de Santiago, la Basílica de Begoña, el Convento de la Encarnación, donde se sitúa el Museo de Arte Sacro, o las iglesias de San Antón, de los Santos Juanes y de San Nicolás son algunos de los monumentos que en la oficina de Turismo te aconsejan visitar. También está aquí el famoso Teatro Arriaga, la Plaza Nueva, el Mercado de la Ribera (el mercado cubierto más grande de Europa), el edificio de la antigua Bolsa o el Museo Arqueológico Vasco.
Entrar en el casco histórico de Bilbao significa descubrir un barrio distinto según el día y la hora en que uno vaya…
Fotos: los rincones del Casco Viejo de Bilbao
Si paseas por el Casco Viejo de Bilbao antes de comer o cenar, tooodo está lleno de gente tomando pintxos; los domingos por la mañana, la Plaza Nueva se abarrota de puestos de numismática, vendedores de pájaros, artesanos… y gente endomingada haciendo tiempo para ir a comer. En esta galería de fotos podéis ver una muestra de nuestra ruta por el Casco Viejo de Bilbao, con niños:
Disfrutar de estas calles es sólo cuestión de caminar con los ojos abiertos y el ánimo optimista. Y, cuando entre hambre, llevarlos a todos a degustar una buena bandeja de pintxos. Eso es lo que hicimos nosotros y resultó todo un éxito 😉