Todo el tiempo que pasamos en casa en tiempos de coronavirus tenemos que aprovecharlo a tope: estudiando, trabajando, ordenando la casa… No hay tiempo para el aburrimiento porque hay mucho que hacer, y toca hacerlo en familia 😀

En artículos anteriores os hemos propuesto contar vuestras historias del coronavirus de diferentes formas: en un vídeo musical, en un mural o collage, haciendo un dibujo… Hoy vamos a tirar de «nuevas tecnologías» para contar una historia a base de selfies o de fotos familiares 😉

Rincones ‘selfie’

Cuando viajamos en familia solemos buscar aquellos rincones en los que hacernos una foto familiar o un selfie que nos permita guardar un bonito recuerdo del lugar que visitamos, ¿por qué no añadir a este álbum de fotos nuestros rincones favoritos en casa? 😉

Podemos comenzar la «ruta» por el «cole en casa»: ese lugar en el que nos conectábamos a las clases online o en el que hacemos los deberes, con todo el material que necesitamos para aprender en casa (la tele, el ordenador o la tablet, el cuaderno, los lápices…). Lo interesante de este ejercicio es que hay que acondicionar el espacio para hacerse la foto… y aprovechar para mantenerlo así, «de foto», mientras dure el estudio 😉

Antes del selfie en el «cole en casa», podemos hacernos una foto lavándonos los dientes o peinándonos, porque es importante asearse, aunque no vayamos a salir de casa 😀

Después de los deberes que nos hayan puesto para casa podemos acondicionar el espacio para «desconectar«, leer, hacer algo de gimnasia, pintar,… el momento en que los peques colaboran en las tareas del hogar también hay que fotografiarlo (con un mandil, con el gorro de cocinar o con los guantes de jardinería).

Hacemos un diario fotográfico

Este juego de los selfies puede convertirse en un diario de nuestro raro curso escolar 2020-2021 para que, pasados los meses o los años, podamos recordar todo lo que hicimos y todo lo que aprendimos en estos días en los que hicimos un montón de cosas en familia…

Un momento clave en esta ruta de selfies en casa es el momento en que nos lavamos las manos; esta foto no podrá ser un selfie, por motivos obvios, pero captar ese momento cada vez que cambiamos de actividad puede servirnos para reforzar la rutina de la higiene de los peques.

También podemos compartir este «diario» con nuestros familiares y amigos para contarnos nuestro día a día, dar y tomar ideas y mantener, de este modo, las relaciones sociales.

Momento aplauso

Durante el confinamiento de primavera, un gran momento de nuestro diario de selfies del coronavirus era el momento de salir al balcón o asomarnos a la ventana para homenajear a todas las personas que trabajan para contener la epidemia. En muchos vecindarios, este momento se ha convirtió en un momento lúdico y casi festivo para alegrar el confinamiento, sobre todo de los más pequeños o de aquellas vecinos y vecinos que se encuentran más solos.

Animar a los peques participar en esta acción solidaria haciendo de este momento un momento especial, disfrazándose, vistiéndose de manera diferente, peinándose como si fueran a una fiesta… también era una fantástica excusa para fotografiar cada día este momento y mantenerlo en el recuerdo en el futuro. Y ahora que ya no estamos confinados en casa, pero hemos aprendido a pasar más tiempo en casa sin aburrirnos, podemos generar nuevas rutinas aprovechando ventanas y balcones para convertirlos en nuestros «rincones selfie«.

Si vuestro objetivo es compartir las fotos, por cualquier medio, permitidnos el consejo: os recomendamos estudiar bien la escena antes de fotografiarla, para prevenir que pueda entrar en el plano algún dato personal o algún elemento que no sea necesario o conveniente compartir.