Cuando paseas por Teruel en familia, rápidamente te llama la atención la cantidad de cerámica que se ve en los escaparates de las tiendas y que es una manifestación a pie de calle de otros elementos decorativos cerámicos que se ven en los tejados de la catedral o en las torres mudéjares de la ciudad. Ésta es una cerámica en la que se repiten los colores: verde, blanco y negro/morado, que forman decoraciones geométricas o vegetales muy llamativas. Los motivos decorativos utilizados son animales fantásticos, dibujos geométricos, peces, pájaros con moñete, vegetales…

Historia de la cerámica de Teruel

La cerámica de Teruel es una cerámica hecha y decorada a mano siguiendo las técnicas heredadas de los artesanos mudéjares de los siglos XIV y XV y de las mejor consideradas en España. Sus raíces se remontan al siglo XII, cuando el rey Alfonso II de Aragón concede el fuero a Teruel y, entre otras cosas, en él se incluye toda la reglamentación laboral del gremio de alfarería, que es el único oficio mencionado en ese fuero.

Cuando, en el siglo XIII, se construyen las torres mudéjares que hoy son Patrimonio de la Humanidad, se encarga su revestimiento al gremio turolense de alfareros, que con este trabajo se labra un prestigio que duraría hasta la gran crisis del siglo XVII y XVIII, que redujo su trabajo a las piezas para ajuar de cocina, dejando en el olvido su faceta más artística.

A principios del siglo XX, sólo quedaban en Teruel dos grandes familias de artesanos de la cerámica, que rescatan el arte de la alfarería recuperando su faceta decorativa y volviendo a hacer de ella un elemento representativo de la ciudad de Teruel. De hecho, la cerámica de Teruel es un buen regalo para llevar a familiares o amigos, porque se plasma en todo tipo de piezas de tamaños, usos y precios muy diversos, con lo que siempre se encuentra la idónea para cada persona.

Cómo se fabrica la cerámica de Teruel

Después de seleccionada, la arcilla se mezcla con agua y se amasa en bloques, dejándola preparada para que el artesano alfarero la utilice. Se sirve para ello de un torno (antaño movido con las piernas y hoy con un motor eléctrico), con el que realiza la pieza, que posteriormente es secada al sol. Se hornea una primera vez para recubrirla a continuación de una sustancia lechosa blanca que la deja lista para su pintado, con pinceles de pelo de cabra y los motivos que os hemos contado antes. Un último horneado acabará con el proceso y la pieza de cerámica podrá ponerse a la venta.

Hasta el siglo XVI, los colores predominantes en la cerámica de Teruel eran el verde y el negro o morado en decoraciones geométricas o vegetales sencillas, pero, a partir de esa fecha, para competir con la masiva importación de cerámica china, los alfareros de Teruel incorporaron el color azul y los motivos naturalistas, con más flores, animales y escenas con personajes.

Fotos de la cerámica de Teruel

Cuando visites Teruel en familia (o cuando puedas volver, después del coronavirus) no podrás resistirte a comprar algún souvenir de cerámica, porque son objetos con mucha «personalidad» que, además, pueden resultar muy prácticos 😉 En esta galerá de fotos puedes ver una muestra:

Hay todo tipo de piezas, tanto de uso como de decoración: platos, fuentes, escudillas, vinagreras, jarros, morteros, alcuzas, lebrillos, botes de farmacia, azulejos, pilas de agua bendita, bacinillas…, por lo que la cerámica de Teruel una buena opción para comprar un souvenir si visitas Teruel.