Las mejores cámaras de fotos a prueba de niños

¿Una cámara de fotos para nuestros mejores colaboradores? No, no vamos a regalar ninguna cámara (a lo mejor podíamos plantearlo si pretendiésemos ganar dinero contando nuestras actividades, ¿verdad?).

Nuestros mejores colaboradores son nuestros hijos, los mejores críticos, incluso con sus gestos y expresiones, cuando vamos a hacer algo con ellos. Y este post va de qué cámara hemos comprobado que les ha aguantado más.

Sus primeras fotos, con ayuda del hermano mayor

Normalmente iban heredando nuestras cámaras compactas que se nos iban quedando pequeñas o viejas a los padres. Pequeñas y viejas por no decir faltas de capacidad y/o calidad, porque ya he explicado cuando hablaba de la cámara de video mi necesidad de hacerlo lo mejor posible, porque da igual lo que intente, dentro de unos años, cuando vuelvan a verlos habrá avanzado tanto la tecnología que les parecerá como a nosotros ahora el super8 (por no decir cine mudo).

Desde pequeños han hecho sus pinitos, sus fotos de sus juguetes, de sus pies, de los pies de tíos, de los jugadores que salían en la pantalla de la tele…

La más robusta fue una Canon Ixus v2, al primera cámara digital que entró en casa. Tiene golpes de todos los colores y sigue funcionando. El problema es que incluso a ellos les parece poca cosa, con sus 2 megas y 640 píxeles. ¡Qué tiempos!, tenía tamaño de paquete de cigarrillos y fue un icono.

Fotos de nuestros mejores colaboradores, nuestros niños

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La siguiente fue más pequeña, más bonita, más capaz, otra Canon Ixus, la 50, parecía una pitlllera. Todo lo que tenía de estilosa con sus cantos redondeados lo tenía de escurridiza. Y no aguantaba los golpes como su antecesora. Murió una vez, cuando el objetivo quedó ligeramente… descolgado. Se reparó pero nunca llegó a ser lo mismo. Hacía “magia”, como cambiar los colores de uno de los objetos de la imagen por los de otro que podían seleccionar, cosa que los siguientes modelos ya no ofrecían.

Una Panasonic con óptica Zeiss estaba llena de megas y hacía fotos preciosas solo si había luz y le dabas tiempo a pensar. Vamos, solo cuando se debe y paciencia… explícaselo tú a un niño.

Nuestra favorita, hasta ahora: una Olympus a prueba de niños

Por fin, hace dos años dimos con la clave. Sin querer. Buscábamos una cámara todo terreno y tenían unos precios de cámara réflex. Así estábamos cuando nos enseñaron una Olympus de forma rara. La carcasa de plástico, el objetivo casi en una esquina de la cámara… Bueno, no era para los mayores. Y grababa vídeo a 720p, vamos, HD. Decían que aguantaba una caída de un 1,5 metros. Y era sumergible. Nuestra experiencia es que se puede meter en la piscina (todavía no le hemos cambiado los sellos de goma, a ver cuánto dura). Se ha dado tantos golpes que necesitan ayuda de un adulto para abrir la trampilla que permite recargar la batería. Y el objetivo tan escondido pone difícil que pongan un dedo encima a cada foto que hacen. Sin piezas móviles en el objetivo, no ha entrado polvillo en la playa como la que arruinó nuestra segunda cámara de vídeo (y eso que siempre iba escondida).

En definitiva, esta cámara Olympus una de las mejores adquisiciones (para el propósito al que se destinaba, calidad muy razonable y a prueba de niños), aunque requiere una tarjeta de memoria generosa, porque hace fotos a 12 megas. ¡Ah!, se llama mu Tough-3005, que no lo habíamos dicho.