En nuestra visita a Nîmes en familia, nos llamó mucho la atención que por toda la ciudad veíamos placas circulares doradas con la figura de un cocodrilo atado a una palmera. También en otros elementos municipales (fuentes, estatuas y hasta el escudo del equipo de fútbol de Nîmes) aparece el cocodrilo, un animal que ni forma parte de la fauna mediterránea ni parece tener ninguna relación con la capital del departamento de Gard. Entonces… ¿por qué un cocodrilo es el símbolo de Nîmes?
El origen del cocodrilo de Nîmes
Todo empieza con las tribus galas. La que habitaba en la antigua Nîmes (a la que los romanos llamaron Nemausus) es la de los volcos arecómicos, que pactaron con los romanos una alianza para ayudarlos en la Guerra de las Galias. A cambio, los romanos les permitían seguir manteniendo su religión y su cultura.
Tras la pacificación de la Galia, los guerreros volcos acompañaron a Augusto en la guerra contra el Egipto de Marco Antonio y Cleopatra, en el que esta legendaria pareja fue derrotada. Para conmemorar su victoria, Augusto acuñó una moneda con una inscripción en la que se mostraba un cocodrilo atado con una soga y una palmera, una imagen que aludía al sometimiento de Egipto.
Tras esta campaña militar, Augusto licenció a los soldados volcos, que volvieron a su región de origen, donde se había fundado la colonia libre de Neumausus, la actual Nîmes, ya una próspera ciudad. Ellos llevaron consigo esa moneda y, orgullosos de su participación en la victoria romana, la hicieron símbolo de la ciudad.
Nîmes, el cocodrilo y el Parque Güell de Gaudí
Otra relación curiosa y poco conocida es la que existe entre Nîmes y el Parque Güell de Barcelona, creado por Gaudí por encargo del empresario Eusebio Güell. Éste había pasado gran parte de su juventud estudiando en Nîmes y, al volver a España, guardó siempre un gran cariño por los paisajes de aquella juventud pasada en el sur de Francia.
Cuando contrató a Gaudí para el proyecto del Parque Güell, le pidió que reflejara la belleza de los Jardines de La Fontaine, el gran espacio verde de Nîmes, y que plasmara en el parque barcelonés la esencia de la ciudad francesa. Parece ser que por eso el cocodrilo/lagarto es un animal tan representado en el parque Güell, pero no sólo eso, sino también la forma ondulada de su mirador y las balaustradas inclinadas con columnas de diseños diferentes. Observad fotos y sacad vuestras conclusiones. Si os interesa este tema, podéis consultar este post escrito por Ana Mª Ferrín sobre los cocodrilos del Parque Güell.