No es un secreto para nuestras lectoras que nos encanta visitar castillos. De hecho, nos parece una excusa estupenda para organizar nuestras escapadas en familia, porque los peques le ponen el punto fantástico-épico y los mayores le sacamos el jugo histórico… y todos contentos 😉
El castillo del que os hablamos hoy está situado al sudeste de Francia, no muy lejos de la frontera con España. Para llegar en coche hay que salir de las habituales autopistas de peaje para visitar, y sólo eso ya merece la pena, seguro, para los niños. Cuando nostros realizamos esta visita uno de nuestros hijos nos dijo al terminar el día: “¡qué chulo ha sido!”. Y los nuestros son, como muchos niños, de lo más exigentes: tienen costumbre de ir a museos y les gustan, tras explicarles y ponerles en situación, pero en la mayoría de ocasiones nos toca vencer sus reticencias iniciales. Si la valoración de un niño no te convence, quizá el hecho de que Carcassonne haya sido considerada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad te garantice que merece una visita.
AVISO: no permiten el uso de sillas de niño en la visita a murallas y castillo (en realidad, no cabrían en muchas de las escaleras de caracol). Tampoco mochilas, pero hicieron la vista gorda a mi macuto de fotografía.
Para llegar tendrás que seguir los carteles de La Cité (la ciudadela), que es allí donde está la fortificación, inconfundible, por encima de la población actual de Carcassonne, a la que se llega siguiendo las señales de “Centre Ville”. Puedes intentar aparcar abajo, en la ciudad nueva, (hay parquímetros en muchas calles), pero hay un aparcamiento por horas justo a la entrada de la ciudadela (cinco euros por unas dos horas que duró la visita a las murallas).
La de Carcassonne es la fortaleza más grande de Europa. Tiene singularidades como ser la muralla galo-romana más antigua que se conserva, haber sido un asentamiento desde tiempos remotos por su elevado promontorio junto al río Aude, y haber vivido transformaciones siglo a siglo, desde funciones de fortaleza a palaciegas. De hecho, durante tiempo fue punto fronterizo clave entre los reinos de Aragón y Francia.
Las llamativas puntiagudas torres de pizarra, tomada de la montaña negra, cerca del Macizo Central francés (que a los mayores nos parecen propias del Exin-Castillos), están ahí por decisión del restaurador. Sí, porque este magnífico monumento ha sido completamente restaurado por Viollet-le-Duc, que hizo lo propio, por ejemplo, con Notre Dame de París. Se concentró en dejarlo conforme a cómo debía de estar en tiempos del rey Luis, como se explica durante la visita y en los vídeos que allí se proyectan, y se eligieron en dura pugna con otras de teja plana y otras de teja redonda. Actualmente, de todos modos, hay algunas torres más pequeñas que sí tienen cubiertas de teja curva (para que el visitante tenga una perspectiva sobre los diferentes tipos de torre que Carcassonne ha tenido a lo largo de sus historia). En efecto, Carcassonne cambió de fisonomía con el paso de los siglos conforme a las necesidades históricas, hasta convertirse en una fortaleza considerada inexpugnable.
Pistas para la visita a Carcassonne
Tras franquear las sucesivas barreras defensivas hoy en día abiertas a todos, no te dejes decepcionar por la ingente cantidad de visitantes y la sucesión sin fin de tiendas de recuerdos. Sí, la fortaleza sólo defiende ahora los comercios, pero verás que en sus tres kilómetros de muralla hay sitio para todos. Merece la pena la visita del palacio, murallas, museo, catedral, para lo que se requiere pagar entrada. Incluye una visita guiada de 45 minutos, pero el fin de semana que estuvimos nosotros no la había en español. También había visita guiada para niños, pero, ésta sí, era exclusivamente en francés.
Las audioguías estaban muy bien, no sólo cuentan historias interesantes, sino que las narra en primera persona una voz en el papel del restaurador, con historias cortas, amenas, e incluye algún audiovisual en el propio aparato.
Al inicio de la visita, hay una proyección de un audiovisual de presentación, en francés pero con subtítulos en español y en inglés. Es muy interesante, aunque tendrás que sentarte delante o a un lado, pero en primera fila, si tienes que leer los subtítulos, porque los españoles aparecen en la parte inferior derecha de la pantalla. No se hace para nada aburrido, tampoco a los niños.
Fotos: visitamos Carcassonne, un castillo medieval
En esta galería os dejamos una selección de fotos de nuestra visita en familia a Carcassonne, en el Sur de Francia:
Tarifas y horarios de la Ciudadela de Carcassonne
Los precios habituales para la visita al castillo y murallas están entre los 7 y los 10 euros, pero te recomendamos consultarlos en la web de Carcassonne, así como los horarios, porque pueden variar. Aquí os ponemos los habituales:
- De octubre a marzo: de 9:30h a 17h
- De abril a septiembre: de 10h a 18:30h
Todo el año salvo 1 enero, 1 de mayo, 1 y 11 de noviembre, y 25 de diciembre.
¿Dónde está Carcassonne?
En este mapa hemos señalado la localización de este castillo; desde España se puede llegar en coche o en tren, pero no hay vuelos directos:
El conjunto de edificios que conforman la ciudadela de Carcassonne, cuidadosamente reconstruido para soportar otros siglos más, consigue transportar a los niños con su imaginación a otras épocas, para enseñarles hasta dónde llegaba Aragón o cómo Carcassonne haciéndose tan fuerte y separándose tanto de la población perdió todo, hasta el hecho de ser frontera: misión cumplida. Hoy nuestros hijos han aprendido historia medieval con una sonrisa en los labios.
Israel Grases Gallego comentó:
Hola, SOmos una pareja de Figueres (Girona), sin hijos, pero con una perrita de 5 kg, y quisiéramos saber si se puede visitar la fortaleza con ella, O sea, sin permiten la entrada a perritos.
Gracias
Montserrat CARDENAS Garcia comentó:
Es necesario comprar las entradas con antelación por internet??Gracias
Belén comentó:
Buenas, quería preguntarte si hay lugar para dejar el carrito de bebé al visitar el castillo, el caso es que iremos en tren, y claro, qué hacemos luego con él? Gracias. Por cierto cuanto se tarda en visitar?