Brihuega es pueblo grande de la provincia de Guadalajara con un gran patrimonio cultural y artístico, una naturaleza atractiva y a menos de una hora de Madrid. Últimamente se ha puesto de moda por sus campos de lavanda, similares a los que existen en la Provenza francesa. Se organizan muchas actividades y hay mucho que ver y que hacer en familia.

Nosotros estuvimos en su Festival de la Lavanda en 2018, antes del coronavirus, y tuvimos la oportunidad de conocer este monumental pueblo especialmente engalanado para la ocasión, así es que esperamos que el próximo verano se reanuden todas las actividades 🙂

La muralla de Brihuega, una cárcel y otros monumentos

Brihuega estaba amurallada y aún conserva parte de esa muralla, de unos dos kilómetros, con sus puertas, ya muy restauradas. El actual cementerio, de hecho, está en lo que sería el castillo de Piedra Bermeja. Hay que pasear por el pueblo para ir descubriendo la Puerta de la Cadena, el Arco de Cozagón, el Arco de la Guía, el del Juego de Pelota… Estas construcciones del siglo XIII se dejan aún descubrir en el trazado de Brihuega y el castillo se puede visitar pagando 2 euros de entrada. Abre sábados, domingos y festivos: de 11.00h a 14.00 y de 16.00h a 18.00.

En la plaza Mayor, llamada Plaza del Coso, donde está el ayuntamiento hoy en día, se levanta la cárcel de Carlos III (hoy oficina de turismo), construida a finales del siglo XVIII en el lugar donde antes se ubicaba la construida por Felipe II.

También en esa plaza está la entrada a las Cuevas Árabes, un laberinto de 8 km que recorre el subsuelo de Brihuega y que servía, entre otras cosas, para salir de las murallas en épocas de asedio. Se pueden visitar acudiendo a la carnicería Hermanos Gutiérrez. La entrada cuesta 2 euros.

Una curiosidad, nada menos que del siglo XVI, es la picota, donde se ponía a los delincuentes para que la gente los humillara con insultos, escupitajos y cualquier otra forma de vejación.

Si os gusta visitar iglesias, también tenéis varias, aunque no siempre están abiertas. En Brihuega hubo también una gran fábrica de paños, de mediados del siglo XVIII, que fue una gran productora de telas y que los franceses esquilmaron durante la invasión de la Guerra de la Independencia. Hoy se puede ver solo desde fuera y recordar su historia. Justo a su lado, hay un mirador desde el que puedes contemplar toda la vega del Tajuña.

El Museo de Miniaturas del Profesor Max

El famoso Profesor Max, cuyo nombre real era Juan Elegido, era natural de Brihuega. Creó dos increíbles museos de miniaturas en la Costa del Sol, en Mijas, y en Alicante. A su muerte, sus herederos decidieron que su colección residiera en su pueblo y aquí está. No os lo perdáis, es algo digno de ver (con lupas y casi con microscopios, eso sí…). Hay todo tipo de reproducciones y en los más diversos materiales (chicle, jabón, tiza, la cabeza de un fósforo, madera, marfil, tela…).

Hay curiosidades como un globo terráqueo sobre la cabeza de un alfiler, las siete maravillas del mundo pintadas en una lenteja, una copia de la Última Cena, de Leonardo da Vinci, en un grano de arroz, un juego completo de ajedrez que es sólo visible con una lupa… Estás boquiabierto todo el tiempo. Con los niños este museo tiene un éxito tremendo.

Está dentro del convento de San José (junto a la sala municipal de exposiciones). Tiene un horario un poco complicado:

• Domingos: de 11:30 a 14:00 y de 16:30 – 18:30
• De martes a viernes: de 13:00 – 14:00
• Sábados: de 11:30 – 14:00 y de 16:30 – 19:30

Las entradas cuestan 7 euros (sí, son algo caras, pero merece la pena, aunque el museo se ve en poco tiempo, la verdad). Podéis obtener más información en su web.

Fuentes antiguas y lavaderos populares

Pasear por las calles es obligatorio en un pueblo como Brihuega, donde puedes observar las formas de las casas, lo que queda de antes y lo que es moderno, los jardines… y las fuentes.  A nosotros nos gustó especialmente la de la plaza Mayor, pero sobre todo la Fuente de los Doce Caños, junto a lo que fueron los lavaderos públicos. La leyenda popular dice que, si bebes de todos los caños, encontrarás novio y te casarás.

En julio, un paseo entre lavandas

Entre mediados de junio y finales de julio, la protagonista en Brihuega es la lavanda. Puedes reservar una visita guiada en familia, ir a una destilería de su aceite esencial, asistir al mercado con todo tipo de artesanía y productos basados en esta planta aromática y hasta escuchar un concierto sentado entre los arbustos morados al atardecer en el Festival de la Lavanda.

Cívica: una cosa rara cerca de Brihuega

A 12 km de Brihuega y excavada en la roca se encuentra una especie de aldea que parece sacada de La Guerra de las Galaxias (a los chavales les encanta). Se ve bien desde la carretera y es una mezcla de cuevas, vegetación, cascadas y manantiales con algunos elementos arquitectónicos recientes (los hizo, al parecer, un cura, don Aurelio). Hoy todo está abandonado, aunque sí parece que las cuevas y algunos de los lugares fueron habitados ya desde época celta. ¿Os gusta Tolkien y El Señor de los Anillos? Pues en Cívica os sentiréis inspirados…

Fotos de nuestra visita a Brihuega

Aquí os dejamos algunas fotos de nuestra visita a Brihuega, que durante la floración de la lavanda es especialmente recomendable para ir con niños 😉

Dónde está Brihuega

Desde Madrid, por la A-2 y desviándose por Torija, no se tarda más de una hora. Con este mapa os podéis orientar perfectamente:

Como curiosidad, en vuestra excursión a Brihuega podéis contarle a vuestros peques que este municipio pertenece a la comarca de La Alcarria, muy famosa por su miel y por el libro de viajes novelado del premio Nobel de literatura Camilo José Cela.