Siempre es un placer pasear por el centro de Valencia y descubrir esas tiendecitas puestas con gusto y esmero, con productos que hacen visibles de manera original para que el público —tú, que caminas por la ciudad sin preocupaciones— se pare a mirar (y, si es posible, a comprar).
Los paseos por la ciudad son un recurso fantástico para hacer planes con niños en las grandes ciudades, sobre todo ahora, justo después de la crisis del coronavirus, ya que podemos transformar una actividad familiar en un ejercicio de descubrimiento y conocimiento de la ciudad, con la responsabilidad y prudencia que corresponden a estos tiempos…
Valencia es una ciudad con un gran pasado —que ha dejado monumentos, lugares históricos, obras de arte únicas— y, al mismo tiempo, una urbe moderna, con museos de ciencia, con grandes empresas… Eso sí, ha conservado su tradición artesana y por ello sus tiendas, sus talleres, tienen mucho encanto y están regidos por gente que ama su trabajo.
Y, claro, no hay que olvidar la zona de la playa, con su paseo marítimo y sus atardeceres…
En nuestro viaje a Valencia en familia hemos dado ese paseo con tiempo y ganas por la herencia cultural, artística, empresarial, artesana… de esta ciudad mediterránea y os aconsejamos que no dejéis de hacerlo vosotros también. Os damos algunas claves (no os perdáis la galería de fotos de este post), pero lo esencial es que la descubráis por vosotros mismos.
Claves para conocer Valencia andando
Una de las cosas que os llamarán la atención es la cantidad de graffiti que se ven por las calles (en las paredes, en los solares, en los cierres de las tiendas). Valencia es uno de los centros de arte urbano más importantes de España (junto con Zaragoza o Bilbao, por ejemplo), por si no lo sabíais.
La zona más comercial, el centro moderno, con el Ayuntamiento (inevitable recordar los saltos de Rita Barberá en el balcón), la plaza con los bancos multicolores… Hay que dejarse llevar y, siguiendo a pie, entrar si se puede al Mercado Central, compararlo con La Lonja, justo enfrente, seguir paseando hasta la plaza de la Virgen, donde está la catedral con el Miguelete…
En el laberinto de las calles centrales de la Ciutat Vella de Valencia, buscad la Plaza Redonda, y tomaos unas tapas en algunas de sus tabernas y bares. Nosotros descubrimos, en una de las calles colindantes con esta plaza, varias tiendas en las que compramos varios regalitos super-originales para la familia.
Sumaos a esas iniciativas que el paseo os ofrece, como subir al mirador del Ateneo y ver la ciudad desde allá arriba, tomar el aperitivo en el Mercado Central, hacerte selfies con cualquier elemento urbano de los que no encuentras en tu lugar de origen.
Y no olvides los restos de la fortificación que la protegía: las Torres de Serranos y las Torres Quart.
La Plaza Redonda
Ésta es una plaza interior de planta circular, con planta baja para usos comerciales y tres alturas de viviendas o almacenes de aspecto muy homogéneo. El diámetro de la plaza es de 37 metros y es un circulo perfecto. Desde su origen, los bajos de las viviendas y los puestos del anillo interior acogieron pequeños comercios dedicados a la venta de objetos domésticos y comestibles, aunque hoy en día están más especializados en la artesanía y la venta de recuerdos turísticos.
El centro de la plaza alberga, desde su construcción 1850, una preciosa fuente, también redonda. En una remodelación realizada en 1916 se añadió un anillo interior de preciosas tiendecitas de madera y una cubierta. En un primer momento estos puestos eran móviles, pero con el paso del tiempo se hicieron fijos. Entre 2008 y 2010 se inició una nueva rehabilitación que culminó en una segunda fase, hacia mediados de 2012, para quedar con el aspecto actual.
En definitiva, en este post solo queremos animaros a que os pateéis la ciudad, porque en nuestra cultura mediterránea es así como están pensadas las ciudades, para vivirlas, para compartirlas con los vecinos y los viajeros, que es lo que nosotros hoy somos en Valencia.
Si os da sed, probad una horchata en uno de los impolutos puestos callejeros; si os cansáis, acercaos hasta el Jardín del Turia. Y mirad el cielo, que en Valencia es más azul.
Fotos: un paseo por Valencia, con niños
En la galería de fotos os dejamos algunas de nuestras impresiones fotográficas de esta ciudad. ¡Que la disfrutéis!
Para completar tu estancia en Valencia y convertirte en una experta de la paella valenciana puedes acercarte a realizar un taller de paellas, desde la compra de los ingredientes hasta el cocinado.
Cuando terminéis este paseo por Valencia, planead una refrescante merienda en Alboraya para conocer de cerca los campos de chufas y probar la horchata artesana. Por descontado, reservaos una tarde para hacer una excursión por La Albufera y conocer, de paso, los arrozales y las clásicas barracas.