Picachos rojizos se elevan al cielo entre una vegetación exuberante y forman un conjunto de luces y sombras espectacular: Las Médulas. La belleza de este paraje natural y cultural, no siempre fue así, mereció en 1.997 la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, no sólo cuenta con esa distinción. En 1996 fue declarado Bien de Interés Cultural y en 2002, Monumento Natural.

El entorno de Las Médulas está considerado como la mayor mina a cielo abierto del Imperio Romano y fueron, precisamente, las labores de ingeniería de los romanos, a la hora de extraer el oro, las que trasformaron el paisaje.

Cómo recorrer Las Médulas

La ruta por las Médulas tiene distintas fases, por así decir. La primera arranca en el pueblo con el mismo nombre. A la entrada del caserío, a mano derecha, hay un parking para dejar los coches.

Tras un pequeño paseo de diez minutos llegaréis al Aula Arqueológica. Será un primer e interesante acercamiento a una época distinta a la nuestra. Sobre todo para facilitar la comprensión de aquellos sistemas para los más pequeños: la extracción de oro de esta mina y las complejas canalizaciones que usaron para traer agua a la zona. No os llevará más de una hora.

Terminada esta parada, hay que caminar otros cinco minutos hasta llegar al Centro de Recepción de Visitantes. Nosotros fuimos los días previos a los festivos de Semana Santa y no tuvimos problema alguno. Sin embargo, en épocas o días con más afluencia de público es aconsejable reservar la visita por teléfono.

La ruta por las minas dura alrededor de dos horas. No os asustéis. Mi hijo es muy perezoso para andar y, sin embargo, no protestó ni una sola vez. Es más… Vi cómo disfrutaba durante todo el trayecto. Las guías (Ángeles, la nuestra, mil gracias nuevamente), curiosamente no vimos a ningún chico por allí, son encantadoras y hacen la caminata tan amena y agradable, a la vez que didáctica e interesante, que el tiempo pasa sin darte cuenta. Muy recomendable: no dejéis de ver la proyección que ponen antes del paseo.

Las Médulas se encuentran en la comarca leonesa de El Bierzo (Castilla y León) a unas cuatro horas y media en coche desde Madrid. Hay que pasar Ponferrada. Es fácil llegar. Está bien indicado. Dependiendo de cómo os planteéis el viaje, hay varias poblaciones que merecen una visita y así aprovecháis para estirar las piernas. Es el caso de Urueña (Valladolid), Astorga (aunque sólo sea por su catedral y el Palacio Episcopal de Gaudí) y, por supuesto, Ponferrada (sólo su Castillo Templario lo vale, pero tiene más), entre otras.

Cómo extraían oro los romanos

De forma resumida, os adelanto que los romanos para extraer el oro de la zona lo que hacían era «reventar» la montaña con agua. Cavaban pozos y túneles que después inundaban, provocando derrumbes y corrimientos de tierra. De esta forma lograron extraer 5.000 toneladas de oro. Parece poco, pero con unos ejemplos magníficos las guías os explicarán lo que significó la cifra para el Imperio.

Lo curioso de lo anterior es que, si te fijas bien, te das cuenta de que por la zona no abunda el agua. Este elemento era imprescindible para “desgastar” la montaña y para después lavar los restos y separar la tierra del oro en las Agogas. Los romanos movieron más de un millón de metros cúbicos de tierra en Las Médulas. El Imperio necesitaba oro para mantener sus legiones.

Plantas y árboles traídos por los romanos

Los romanos trajeron más cambios a la región. Para lograr mano de obra barata, en vez de hacer esclavos y tener que mantenerlos y alimentarlos, otorgaron a los habitantes de la zona el título de “peregrinos”: ciudadanos libres que pagaban sus tributos en horas de trabajo en la mina. ¡¡¡Menudo planazo!!!, comentó mi hijo al escuchar esta explicación.

Y no sólo “movieron montañas”, los romanos también cambiaron la botánica de Las Médulas. Con ellos trajeron los castaños, porque su fruto —la castaña, sí— proporcionaba una proteína barata para sus trabajadores. En Las Médulas abundan los castaños “más que centenarios” y, pese a que no están clasificados como milenarios, algunos, eso se nota en la apertura de sus troncos, tienen todo el aspecto de serlo.

En las Médulas también abundan los brezos de distintos colores. Este matorral también tenía su utilidad en la extracción de oro, ya que lo ponían al fondo de las “cribas” con las que lavaban las escorrentías para distinguir con mayor facilidad el preciado mineral.

Fotos: Las Médulas del Bierzo, en León, en familia

Nuestra amiga Angélica y su hijo Ricardo visitaron Las Médulas, en León, en el año 2014, y nos dejaron fotos de su viaje, sus recorridos y todas sus experiencias. Desde aquí, nuestro agradecimiento 😉

Casa del Parque de Las Médulas

A través de Facebook, Luis Ortiz, monitor de este centro, nos informaba de otra actividad interesante que realizar con los niños en Las Médulas. Se trata de la Casa del Parque de Las Médulas, en Carucedo, que se encuentra junto al Área recreativa del Lago.

Este centro está abierto desde marzo del 2011 y es un excelente punto desde el que entender y conocer, por medio de una exposición interactiva, el tamaño real de la mina de oro de Las Médulas como Espacio Cultural y Natural y obtener información detallada sobre los valiosos recursos turísticos de la zona.

Horarios para de la Casa del Parque de Las Médulas

Los horarios para visitar la Casa del Parque de Las Médulas puedes descargaros en el enlace anterior; por si el enlace fallase, puedes llamar al teléfono 987 420 622 o enviar un e-mail a cp.lasmedulas@patrimonionatural.org.

Para cualquier consulta o visitas de grupo podéis contactar para hacer la reserva en el correo electrónico: cp.lasmedulas@patrimonionatural.org o en los teléfonos: 987 420 622 y 657 667 637.

Dónde están Las Medulas

En la explotación aurífera de Las Médulas se encuentra en la comarca de El Bierzo, en la provincia de León; en este mapa compartimos su localización exacta:

Dónde comer en Las Médulas

Tras la excursión, si habéis ido por la mañana, en el propio pueblo de Las Médulas hay numerosos restaurantes con comida casera y platos típicos bercianos a unos precios asequibles y muy recomendables. Casi todos disponen de terrazas, así que, haciendo buen tiempo… no os lo penséis. Además, siempre diligentes, ofrecen muchas alternativas para los críos “más pegajosos” a la hora de sentarse a la mesa y con los “esto no me gusta mamá”.

Tras Las Médulas podéis recorrer, a unos diez minutos en coche, Carucedo y las cercanías de Las Médulas. Si os gustan las actividades deportivas, una opción es hacer una ruta a caballo por los alrededores de Las Médulas. En otros posts os damos más información sobre horarios y precios para visitar Las Médulas, en León. Puedes encontrar más información sobre estas minas romanas en la web de la Fundación Las Médulas.

Dónde alojarse cerca de Las Médulas

En su visita a Las Médulas, nuestros amigos se alojaron en O Palleiro do pe do Forno, en Orellán. Si pulsas el enlace podrás ver cómo fue su experiencia en este precioso alojamiento.