Las torres están presentes en muchos cuentos infantiles, sobre todo en los clásicos, porque tienen ese halo de misterio, de infinito, de diferente… Las torres, por lo tanto, tienen un atractivo especial para los peques, y subirlas supone toda una aventura con una gran recompensa.

Cuando salimos a hacer turismo en familia nos encanta «escalar» todo tipo de torres y convertirnos en vigías, y adivinar lo que está pasado allí abajo, a pie de suelo.

Por eso, este invierno podemos aprovechar para hacer un poquito de turismo en familia sin necesidad de viajar, en nuestro propio entorno, con prudencia y responsabilidad, descubriendo estas 20 torres para visitar con peques y viendo las cosas con otra perspectiva…

Torre de Hércules: el fin del mundo

En una pequeña península de La Coruña se levanta la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo del mundo y el único que aún está en funcionamiento. Para los niños es una visita muy chula porque ésta es una torre imponente, con un mar bravío de fondo, y junto a ella existe un centro de interpretación que te cuenta su historia y cómo fue construida.

Torres de Serranos y Torres de Quart

En el siglo XIX a un tal Cirilo Amorós, por entonces gobernador civil de Valencia, se le ocurrió que una forma de mejorar las cifras de paro y de hacer que la ciudad fuese más moderna era destruir la muralla medieval y la mayoría de sus torreones (la puerta de San Vicente, la Puerta del Mar…). Solo quedaron las Torres de Quart y las Torres de Serranos, dos edificios que dan acceso al centro histórico de la ciudad y a los que se puede subir para disfrutar de maravillosas vistas de la ciudad.

La Torre del Oro y sus leyendas

La Torre del Oro es uno de los monumentos más visitados de Sevilla. Se trata de una torre defensiva que se levanta muy airosa, con sus 36 metros actuales de altura, en la margen izquierda del Guadalquivir y toda su superficie brilla con reflejos de oro. Ese origen y esos brillos tienen varias explicaciones…

Cámara oscura de Torre Tavira, en Cádiz

Las torres de Cádiz ya no tienen su función de vigía hacia el invasor mediterráneo, y algunos han visto la posibilidad de explotar turísticamente estos privilegiados oteros. Como Torre Tavira, en la que se construyó en 1994 una cámara oscura y que ha tenido secuelas en otras cámaras oscuras como las que encontramos en Jerez de la Frontera, Écija, Sevilla, Santander, Tudela, Jaén o Béjar.

Ruta por las torres mudéjares de Teruel

Teruel es una ciudad profundamente marcada por el arte mudéjar. Esas manifestaciones artísticas mudéjares son seguramente las mejores de España, por ello fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1996. Son la Torre de San Martín, la Torre del Salvador, la Torre de San Pedro y la Torre de Santa María de Mediavilla. Y para visitarlas todas ellas, nos marcamos esta ruta para subir a las torres mudéjares de la preciosa Teruel.

Torreón del castillo de Arroyomolinos

Este torreón de ladrillo que se alza en medio del pueblo madrileño de Arroyomolinos y era la torre del homenaje de un castillo que se levantaba en este lugar en el siglo XV, bien fortificado y rodeado por un foso. Es visitable sólo por fuera (el interior está en obras) y hay abundantes paneles explicativos. El castillo fue construido para controlar los molinos existentes a lo largo del arroyo de Los Combos (sí, por eso este pueblo se llama Arroyomolinos), pero también fue defensiv.

Antigua plaza de toros de Barcelona

Subir hasta la terraza de las Arenas (una antigua plaza de toros) es gratis y se accede simplemente utilizando las escaleras mecánicas del centro comercial que ahora ocupa el edificio, algo que a los niños les encanta. Arriba, en esta gran torre que se eleva sobre Barcelona, el espacio es circular, claro, y su parte central está ocupada por restaurantes. Sin embargo, alrededor se puede caminar y divisar la mayor parte de Barcelona desde diferentes perspectivas.

El Miguelete

Pegada a la catedral de Valencia hay una torre de más de 50 metros de altura, que es el campanario de la catedral. Pero es mucho más: es un símbolo de Valencia y se llama el Miguelete. Todo el mundo la conoce y, cuando estés allí, atrévete a subir los 207 escalones de unos 25 cm de altura cada uno de su gran escalera de caracol. No es fácil, cuesta un buen esfuerzo. ¿Y cuál es la recompensa?, pues unas maravillosas vistas de la ciudad de Valencia, claro 🙂

Torre del Preboste en San Vicente de la Barquera

Este macizo torreón parece proteger una de las puertas de la villa, la de La Barrera. Fue residencia del preboste real, que recaudaba los impuestos en la Edad Media, y más tarde fue usada como cárcel pública. Está adosada a la antigua muralla defensiva de la villa y en la actualidad se trata de un centro cultural cuyo uso está destinado a exposiciones y actividades culturales.

Gigantes de Campo de Criptana

En la época de Felipe II, a finales del siglo XVI, ya había muchos molinos en Campo de Criptana, y, en el siglo XVIII, diversos documentos contabilizan hasta 34 molinos, más que la suma de todos los molinos del resto de La Mancha. De los que quedan hoy, tres (los conocidos como Infanto, Burleta y Sardinero) conservan la maquinaria original del siglo XVI y pueden seguir moliendo el cereal con ella. Los siete restantes son posteriores y reciben los nombres de Lagarto, Quimera, Pilón, Cariari, Inca Garcilaso, Poyatos y Culebro, y algunos se pueden visitar…

Torre de Guzmán ‘el Bueno’, en Conil de la Frontera

Una de las puertas naturales de entrada a Conil de la Frontera es desde el norte de África, por lo que es lógico que Conil se erigiera en una pequeña loma para obtener mejor visión de la costa. Y también es lógica la creación de torres vigías, como la de Guzmán :-), la torre del homenaje de un castillo construido por Alonso Pérez de Guzmán, apodado ‘el Bueno’, tras serle donada la villa de Conil. Te recomendamos escalar esta torre al atardecer para vivir una experiencia sin parangón 😉

El faro de Madrid

Lo que en Madrid se conoce como el Faro de Moncloa es la torre de iluminación y comunicaciones del ayuntamiento. Es una visita curiosa, sobre todo por las vistas. Si vais por la tarde, podéis contemplar también unas estupendas puestas de sol (sobre todo a partir de septiembre).

Subir a la Giralda de Sevilla

La Giralda es quizá el monumento más conocido de Sevilla. Este minarete almohade transformado en campanario de la catedral no puede faltar en nuestra visita a Sevilla en familia. Tiene 104 metros de altura y sí, se puede subir… con una buena noticia por delante 😉 Para subir por dentro de esta altísima torre y llegar hasta el campanario, no hay escaleras. Esto la hace más fácil para los niños. ¿Cómo se sube entonces? Pues recorriendo 34 rampas.

Castillo de Villarejo de Salvanés

Villarejo de Salvanés es un pueblo madrileño lleno de historia y con uno de los castillos más originales que habréis visto nunca. Su origen se remonta al siglo XII y fue la orden de Santiago la encargada de asentarse aquí y asegurarse de que la zona se repoblaba con cristianos. Por dentro, tiene cuatro pisos y alberga un museo de la historia de Villarejo de Salvanés. Merece la pena subir por la escalera de caracol y llegar hasta la terraza, en lo alto de la torre, desde donde se divisan todos los campos de alrededor.

Visita al faro de Chipiona

El Faro de Chipiona se alza imponente en la Punta del Perro, en el municipio gaditano de Chipiona , junto a la playa más famosa de la localidad, la de Regla. Con sus 69 metros, es el faro más alto de España y uno de los más altos del mundo y fue construido en 1863, aunque su primer haz de luz lo emitió en 1867. Como todos los faros, tiene ese algo misterioso que te hace imaginarlo en las noches de tempestad guiando a los barcos para que no encallen en las rocas…

Terraza del Círculo de Bellas Artes

En la azotea del Círculo de Bellas Artes, en Madrid, se encuentra un lugar estupendo para subir a nuestros hijos al cielo de Madrid y que observen la ciudad —una gran parte de ella— desde un parapeto privilegiado.

Campanario en Conil de la Frontera

Una visita muy divertida de hacer con niños en Conil de la Frontera es la que organiza el Centro de Iniciativas Turísticas de Conil de la Frontera para subir al campanario de Santa Catalina. Este campanario, con 4 campanas, cada una de un artesano distinto y cuyo son está ya automatizado se convierte en caja de resonancia a mediodía, y estar allí arriba puede brindar una experiencia única a toda la familia 🙂

Torre del Reloj de Buitrago del Lozoya

Esta torre una parte de la muralla de Buitrago del Lozoya, del adarve alto, con forma de torreón, con 16 metros de altura y planta pentagonal y que se llama Torre Albarrana o Torre del Reloj (porque se le incrustó un reloj en el siglo XX). Fijaos bien en sus muros, porque tienen un espesor de 3,5 metros; su función era la de vigilar la entrada principal al recinto amurallado, al interior de la ciudad medieval.

Teleférico del Parque de Cabárceno

Ésta no es una torre, sino muchas torres enlazadas que permiten un paseo inolvidable por el Parque de Cabárceno. Tiene dos líneas y 60 telecabinas, dos de ellas de las llamadas “panorámicas”, porque tienen el suelo de metacrilato y puedes contemplar a los animales en su entorno realmente “a vista de pájaro”.

Rincón gourmet, en el cielo de Madrid

Con el nombre de Gourmet Experience, en la planta novena de El Corte Inglés de Callao, en el centro de Madrid, se reúnen una serie de tiendas de alimentación «premium» en las que el cliente puede comprar para luego consumir en un área común con un espléndido mirador acristalado que permite disfrutar de unas inigualables vistas a la Gran Vía, los tejados de la zona de las Descalzas y Ópera, el Palacio Real, la Plaza de España… hasta se divisa parte de la sierra de Madrid.