Cuando se acerca del 23 de abril empezamos a ver promociones y descuentos en librerías (también en las librerías online, claro) y en todo tipo de establecimientos en los que venden libros; los grandes almacenes, incluso, suelen «sacar» a la calle (cuando la situación sanitaria lo permite) puestos de venta de libros para animarnos a celebrar el Día del Libro que, como es costumbre en Cataluña, suele venir acompañado de una rosa 😉

Un libro y una rosa

Todos sabemos que el 23 de abril se celebra el Día del Libro, incluso conocemos algunas actividades que, en condiciones «normales», tienen lugar ese día, como la lectura en directo del Quijote. Sin embargo, el porqué de que se celebre precisamente el 23 de abril no es tan del dominio público. Os lo vamos a contar.

En 1926, el rey Alfonso XIII firma un decreto que pretendía acabar con una lacra en España: el analfabetismo. En ese decreto, entre otras cosas, se determina la celebración del Día del Libro, junto a la instauración y ampliación del número de bibliotecas en toda España, de forma que sea posible crear un plan de incitación a la lectura entre toda la población.

Entre 1927 y 1929, años en los que en España se albergan la Exposición Internacional de Barcelona y la Exposición Iberoamericana de Sevilla, se aplica por fin esa disposición del decreto real y el Día del Libro se celebra, pero… el 7 de octubre, ya que por entonces se pensaba que era la fecha del nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra, en Alcalá de Henares, donde hoy se puede visitar la casa natal de Cervantes.

En 1930 se desarrolla una gran polémica para decidir si sería mejor seguir celebrando el Día del Libro el 7 de octubre, en conmemoración de la supuesta fecha del nacimiento de Cervantes o si, por el contrario, era preferible tomar como efeméride más relevante el día de la muerte del insigne escritor español (el día 23 de abril de 1616, una fecha comprobada documentalmente). Como la primera no estaba muy clara (de hecho hoy se considera como fecha de nacimiento de Miguel de Cervantes el 29 de septiembre de 1547), se acuerda celebrar el Día del Libro el 23 de abril de cada año. Y así hemos llegado hasta hoy.

Cosas que hacer para celebrar el Día del Libro

Empezar a leer un libro en casa y jugar a comentarlo en una especie de taller de lectura es la mejor forma de celebrar este día, sin duda, pero también podemos dedicar la jornada a descubrir otras actividades relacionadas con los libros…

Para empezar, os recomendamos que visitéis nuestra sección de libros para niños y niñas en la que encontraréis algunas sugerencias para animar a vuestros peques a leer: libros de números, libros de Historia, libros sobre lugares o personajes…

Cuando la crisis del coronavirus haya pasado, una escapada de fin de semana en familia, o una excursión, también puede servir para celebrar el Día del Libro, aunque sea de forma aplazada 🙂 Mira, si no, este post con ideas de lugares relacionados con escritores famosos que puedes visitar en familia, o repasa tus conocimientos literarios sobre un mapa: seguro que se te ocurren interesantes excursiones. Si estás en Madrid puedes organizar una visita a la Casa del Lector, en el complejo del Matadero, o realizar alguna ruta literaria por la capital, como esta ruta de Cervantes.

En Aragón y Cataluña, el 23 de abril se celebra, también San Jorge (Sant Jordi), por lo que podemos organizar una escapada a un pueblo medieval como Montblanc, en Tarragona, para cuando podamos salir de casa, y celebrar el día del libro con la leyenda de un Dragón 😉