Quizás pienses que comprar la ropa online no es muy práctico, porque no puedes tocar los tejidos, no percibes los colores de la misma manera, las tallas a veces no son lo que esperas… Además, sobre todo para las mujeres, ir de tiendas es a menudo una forma de ocio, incluso aunque solo veas las novedades, te pruebes alguna cosilla para ver cómo te sienta y acabes volviendo a casa de vacío.
Sin embargo, cuando se trata de renovar el vestuario de los pequeños de la familia, la cosa cambia bastante. Hay que encontrar el día y las horas que no coincidan con el horario escolar ni con las actividades extraescolares o deportivas y eso suele ser el fin de semana. ¿En serio? No hay situación más estresante que ir de compras con niños cuando las tiendas, los centros comerciales y los grandes almacenes rebosan de gente.
A nosotros, una vez hasta se nos perdió uno de nuestros hijos… En realidad, solo se había escondido entre las perchas de un expositor de abrigos, pero nos dio un susto de muerte (ya estábamos a punto de llamar a la policía cuando asomó la cabeza riéndose a carcajadas). En fin…
Grandes ventajas y pocos inconvenientes
Podríamos decir que evitar ese tipo de situaciones es ya una primera ventaja de comprar ropa online, ¿no os parece? Pero, atención, porque hay unas cuantas más:
–En Internet puedes encontrar todo tipo de tiendas, desde, por ejemplo, una tienda Cóndor con todo tipo de ropa y accesorios para niños y bebés, hasta tiendas especializadas en calzado, en ropa deportiva, en anoraks, abrigos y similares o incluso en vestimenta para ocasiones especiales (bodas, comuniones, fiestas navideñas…). De hecho, las tiendas online tienen mayor variedad que los puntos de venta físicos, porque no tienen necesidad de almacenar: su espacio es virtual y prácticamente infinito.
–Las tiendas online no tienen horarios de apertura ni de cierre, están siempre abiertas y a tu disposición.
–Buscas y eliges tranquilamente, desde tu pantalla, sin el estrés de llevar a los niños de compras. Puedes guardar tu selección de productos favoritos y parar en cualquier momento para continuar comprando cuando mejor te convenga.
-Todo lo que compras lo recibes en casa con rapidez o, si no vas a estar, puedes elegir algún punto de recogida que te quede cerca de tu domicilio. Se lo pruebas a tus hijos en el mejor momento para ellos y para ti y, si algo no les sirve, lo cambias o lo devuelves sin coste para ti. Yo compré una capota de bebé para un regalo y resultó que le estaba pequeña; la volví a enviar con un código que venía en el propio embalaje y a los dos días tenía una mayor, ya de la talla correcta. Ningún problema.
–Los envíos, a partir de cierta cantidad de facturación, son gratuitos (y, cuando compras ropa, es muy fácil llegar a esa cantidad que te abre la ventaja de los envíos sin coste).
–Si no vives en una gran ciudad o no tienes cerca la tienda de tu marca preferida, la tienda online de ese establecimiento que tanto te gusta está siempre disponible. La oferta en Internet es prácticamente global.
-La mayor parte de las marcas de ropa online disponen de códigos de descuento, clubes de clientes para compras especiales, precios de outlet muy ajustados… Con solo apuntarte a su newsletter te enterarás de las rebajas antes que nadie. De verdad que se encuentran muy buenas ofertas (y son más fáciles de identificar que en las tiendas físicas).
-La Atención al Cliente tiene muchos más canales en el mundo online que en el presencial: puedes enviar un mail, contactar por Twitter u otra red social, cada vez hay más chatbots que recogen las peticiones de los clientes… Si eres una compradora exigente, te vas a sentir como pez en el agua…