La Plaza del Castillo de Pamplona es el punto de reunión de los pamploneses desde hace dos siglos. Aquí, en sus 14.000 metros cuadrados, en pleno centro de Pamplona, se han celebrado torneos, mercados, mítines y, hasta 1.844, incluso corridas de toros. Su kiosco de música en el centro y sus casas del siglo XVIII alrededor, con soportales ocupados por tiendas y cafés, la convierten en un lugar que debes visitar para entender la vida en la capital de Navarra.
Y, cómo no, en vuestra visita a Pamplona con peques no olvidéis tomar algo en el famoso Café Iruña, el favorito de Ernest Hemingway y donde se dice que empezó a escribir novelas como Fiesta, Adiós a las armas o Por quién doblan las campanas.
Historia de la Plaza del Castillo
Esta plaza no se creó como un espacio urbano organizado, sino que era una plaza abierta, porticada en todos sus lados, configurada por edificios de diferente altura y, por todo ello, tiene un esquema arquitectónico un tanto diverso que constituye parte de su atractivo. Si vais con vuestros hijos, recorredla, subid al kiosco de música (está aquí desde 1.943), contempladla desde allí. Descubrid juntos fachadas como la del Palacio de Navarra o el de Goyeneche, que destacan sobre los demás edificios por su aspecto palaciego. No hay peligro para los niños, porque es completamente peatonal y cuenta con árboles para dar sombra, bancos para sentarse, estatuas y hasta una fuente.
Os preguntaréis por qué se llama Plaza del Castillo si aquí no se ve ninguno. En realidad, este terreno sí fue ocupado por fortificaciones siglos atrás (de hecho, existe como plaza desde finales del siglo XVI), pero no siempre ha tenido ese nombre, también se ha llamado Plaza de la Constitución en 1.820 y Plaza de la República en 1.873 y 1.931.
Uno de los momentos más complicados ocurrió en 2.003, cuando se decidió cerrar la plaza al tráfico y construir un parking en su subsuelo. Con las obras aparecieron restos arqueológicos de unas termas romanas, de un cementerio musulmán con más de 200 esqueletos, de un tramo de la muralla, de un convento y hasta de un menhir…
El Café Iruña y Hemingway
Como os adelantábamos en el histórico Café Iruña, establecido aquí desde 1.888, el escritor norteamericano Ernest Hemingway pasaba largas horas escribiendo, charlando con amigos o simplemente viendo las horas pasar entre copa y copa. Sólo por eso, ya merece una visita. Pero es que además fue el primer establecimiento con luz eléctrica de Pamplona y aún hoy conserva una decoración llena de encanto, con grandes lámparas, columnas y escudos dorados… Vamos, que entras y te trasladas en el tiempo.
A los niños estos lugares siempre los sorprenden, sobre todo si les cuentas algunas historias relacionadas (lo del escritor norteamericano, lo del cementerio en la plaza, lo de las primeras bombillas). Con esas anécdotas se acuerdan para siempre de que estuvieron en un café especial y lleno de historia.
Fotos de la Plaza del Castillo y el Café Iruña de Pamplona
En la siguiente galería de fotos os dejamos algunas imágenes de nuestra visita al emblemático Café Iruña de Pamplona, en la Plaza del Castillo:
Dónde está la Plaza del Castillo de Pamplona
En el siguiente mapa os hemos marcado la localización exacta de la Plaza del Castillo de Pamplona, donde se encuentra el Café Iruña:
Como otros cafés de este tipo, el Café Iruña ha caído un poco en la decadencia, pero aún es placentero sentarse a una de sus mesas de mármol y tomarse un café tranquilamente. Eso es lo que hicimos y lo que os aconsejamos que hagáis.