Ésta es una ruta estupenda para hacerla en cualquier momento del año: el punto de partida está cerca de Madrid (en El Escorial) y, si se hace completa, apenas se recorren 4 km, así que, con paradas y correteos incluidos, en unas tres horas te has oxigenado y los chavales se han distendido también, aparte de que no sólo tiene encanto natural y paisajístico, sino también cierto contenido cultural.

Cualquier fin de semana es adecuado para organizar una escapada campestre: el otoño es ideal para salir a buscar setas (si ha llovido suficiente); la primavera nos proporciona un estallido de luz y color; y en invierno y verano, bien protegidos del frío o el calor, la excursión al campo es siempre un plan económico, ya sea para jugar con la nieve o, simplemente, para hacer un refrescante picnic.

Esta ruta para hacer con peques en Madrid parte del Bosque de la Herrería y llega a la Silla de Felipe II, con una visita a la Ermita de la Virgen de Gracia. Hay un merendero en el que se puede hacer —antes o después, todo depende de si decidís hacerla por la mañana o por la tarde— una comida o un tentempié de media mañana. En cualquier caso, no olvidéis llevar agua, crema solar y una gorra (y algo de abrigo).

Nosotros la hicimos un sábado ya casi de otoño por la mañana, desde las 12 hasta las 14:30. El punto de partida es el parking del bosque de la Herrería, en la M-505, en dirección a la Cruz Verde. Según vas por la M-505, hay un paso de cebra y a la derecha está el parking. Está bien indicado como Bosque de la Herrería, Silla de Felipe II y Ermita de la Virgen de Gracia.

Se deja el coche en el parking del Bosque de la Herrrería y, con mucho cuidado, cruzamos el paso de cebra para llegar a una pequeña carretera asfaltada. Si la siguiéramos, llegaríamos primero a la Ermita de la Virgen de Gracia y, más arriba, a la Silla de Felipe II, pero eso no nos permitiría disfrutar del Bosque de la Herrería, así que, en cuanto entramos en la carretera asfaltada, cogemos el camino que sale a la izquierda, que es justo la entrada al Bosque de la Herrería. Desde aquí, podemos seguir ese camino central, dejando a nuestra derecha la Fuente de la Prosperidad (agua no tratada) y luego ir yendo hacia la derecha (está señalado como ruta GR-10, con banda roja y blanca) o, como hicimos nosotros, coger hacia la derecha y seguir hacia arriba, siguiendo un poco al azar los caminos que salen. De todas formas, el punto alto sigue siendo la Silla de Felipe II y no tiene pérdida.

Paseo por el Bosque de la Herrería

El Bosque de la Herrería está poblado de castaños, robles, fresnos y grandes rocas, ya desgastadas y cubiertas de líquenes y musgos. Sus caminos son practicables y hay muchas especies de pájaros que van alegrando la subida. Hay jara, alguna retama y un variado paisaje que se inicia, en la parte inferior, con praderas y dehesas y que, más arriba, se transforma en bosque. Pronto se tienen unas preciosas vistas del Monasterio de El Escorial y del Monte Abantos, y del resto de la sierra, claro. Justo a la entrada del bosque hay paneles que explican su riqueza botánica y su importancia ecológica y también informan sobre una plaga de escarabajos que ataca los árboles y que está ya controlada. A los chicos todo esto les resulta muy curioso.

El ascenso no es especialmente dificultoso, aunque hay cuestas pronunciadas seguidas de repechos. Nuestros hijos (que entonces tenían 10 y 13 años) lo hicieron sin problema.

Al llegar arriba, uno descubre la enorme peña que es la Silla de Felipe II, con unas escalerillas para acceder a lo alto. Un poco antes, una cafetería con terraza para darse una recompensa por el esfuerzo. Hay también algunas mesas de madera —pero pocas— en las que se puede hacer picnic.

En otro artículo podrás encontrar información sobre qué es la Silla de Felipe II.

Tras disfrutar del paisaje y de las amplias vistas, hacer varias fotos y tomarnos un respiro, iniciamos el descenso. Se puede hacer siguiendo el sendero GR 10 marcado con la banda roja y blanca —el mismo que nace en el Bosque de la Herrería y por el que se puede subir— o bien hacerlo, con cuidado, por la carretera asfaltada. Nosotros tomamos esta segunda opción (es muy tranquila, no pasan apenas coches, pero hay que ir siempre a un lado de la calzada, por si acaso) y en media hora estábamos de nuevo en el párking.

Fotos de nuestra ruta por el Bosque de la Herrería

Al bajar pasamos por la Ermita de la Virgen de Gracia, una pequeña construcción sin nada reseñable, con una fuente enfrente y un merendero en medio de un pinar, con mesas y bancos de madera, muy agradable para hacer picnic. En la siguiente galería de fotos os dejamos algunas instantáneas de la ruta:

Dónde está el bosque de la Herrería

Si observáis el mapa, fijaos en el cruce de la M-505 con la carreterita que lleva hasta la Ermita de la Virgen de Gracia. Ahí está el párking. Cada año, el segundo fin de semana de septiembre, hay una procesión en la que se lleva la imagen de la Virgen en una carreta de bueyes. El edificio es del siglo XX y no tiene mayor relevancia.

Aunque nosotros hicimos esta ruta en otoño (lo apreciaréis por el tono rojizo de las fotos) es una ruta muy recomendable en cualquier época del año, siempre con la prudencia y la precaución correspondientes: agua, protección solar o chubasquero, buen calzado y muchas ganas de caminar por un entorno maravilloso 😉