¿Sabéis lo que es un segway? Seguro que sí… porque existen desde hace un montón de años y, ya antes del coronavirus, «tomaron» los centros históricos de las ciudades para «agilizar» las rutas turísticas guiadas…
El segway es un vehículo con dos ruedas y un manillar en el que se viaja de pie y que funciona gracias a una tecnología muy sofisticada. Su manejo, sin embargo, es muy sencillo: hay que inclinarse hacia delante para acelerar, echarse hacia atrás para frenar y mover el manillar para girar a izquierda o derecha. Eso sí, su uso, al menos en esta ruta que os vamos a contar hoy, estaba limitado a personas entre 15 y 65 años, por lo que tuvimos que dejar en casa a nuestros dos hijos pequeños. El de hoy es un plan con hijos… mayorcitos, pero según nuestra experiencia y la de nuestro hijo mayor… les encantará 😉
Corría el año 2012 cuando nosotros hicimos esta ruta, por lo que puede que las condiciones de actividades de este tipo hayan cambiado ahora, después del coronavirus; no obstante, compartimos la experiencia para que tengáis la referencia, por si os animáis a practicar este turismo en segway 😉
Vídeo: en segway por el Madrid de los Austrias
En este vídeo podéis ver cómo fue la experiencia de este paseo en segway por el centro histórico de Madrid, ¡os animamos a probarlo!
Hay muchas empresas que ofertan estas rutas por Madrid (igual ocurre con otras ciudades como Barcelona, por ejemplo), y que combinan el conocimiento de la ciudad con el disfrute y descubrimiento de este medio de transporte: el segway.
Nosotros encontramos una oferta en una empresa de cupones de descuento y la ruta de una hora por el Madrid de los Austrias nos salió por 19 euros por cabeza con la empresa City Madrid Tour, que tenía su sede en la Cuesta de Santo Domingo, al lado de la plaza de Ópera. Por cierto, también alquilaban bicicletas y pequeños vehículos eléctricos, siempre con esta misma finalidad turística.
Ruta por el Madrid de los Austrias en segway
Hicimos la ruta un sábado por la mañana, acompañados de una pareja joven. Los cinco tuvimos mucha suerte con el guía: Jorge, amable y eficaz, nos preparó los segways, nos enseñó rápidamente su funcionamiento y manejo y luego no hizo practicar un poco, junto a una de las puertas laterales del Teatro Real, sin peligro ninguno.
Todos los segways y sus ocupantes están asegurados y además nos han dado un casco para proteger la cabeza. Puesto que nos íbamos a mover entre la gente, había que asegurarse de que sabíamos frenar, girar sin problemas, y esquivar posibles obstáculos con agilidad. Nos dio también un par de indicaciones para subir y bajar bordillos (“nunca pararse antes, abordarlos con las dos ruedas al mismo tiempo”) y… listo, comenzamos el paseo.
Para conocer mejor el Madrid de los Austrias, Jorge nos llevó por la Plaza de Oriente, la Catedral de la Almudena, la Plaza de Ramales, la calle Mayor y la Plaza de la Villa, la calle del Codo, la Plaza Mayor… Muchas de estas calles y plazas son peatonales. Eran las diez de la mañana de un sábado, así es que en las que no eran peatonales, apenas había tráfico. Jorge se paraba delante de los lugares más señalados y nos contaba leyendas, chascarrillos, pasajes de nuestra historia… Siempre acabábamos con una sonrisa. Nos hacía, también, preguntas, para que participáramos, y mantenía siempre nuestra atención.
Eso sí, allá por donde íbamos, captábamos las miradas curiosas de transeúntes y turistas. Algunos se acercaban y pedían un folleto informativo a nuestro guía. Al ver que quienes conducíamos el segway teníamos un aspecto “normal”, debína pensar que no se trataba de nada complejo ni peligroso y se animaban 🙂 A quienes nos preguntaba, nosotros les decíamos que, además, era muy muy divertido.
No tuvimos ni una sola incidencia en la hora larga que duraba este itinerario: subimos y bajamos bordillos sin problemas, esquivamos bolardos, nos mezclamos con los peatones, aceleramos cuando ocupamos la calzada. Si alguien se pasaba con la velocidad, el propio aparato —que la tiene autolimitada— lanzaba un aviso de “Please, slow down” (por favor, reduzca la velocidad). En ningún momento tuvimos sensación de peligro y, en cambio, el disfrute fue máximo. Cuando el tiempo llegó a su fin, volvimos a la sede de City Madrid Tour y, con ganas de más, nos despedimos de nuestro segway y devolvimos el casco. Todos comentamos lo bien que lo pasamos y que sin duda volveríamos a hacerlo y lo aconsejaremos a amigos y familiares.
Fotos: el Madrid de los Austrias, en segway
En esta galería compartimos algunas imágenes de nuestra ruta en segway por el centro de Madrid, en familia:
Fue una experiencia estupenda. Nuestro hijo mayor, que contaba con 16 años entonces, mantuvo la sonrisa de oreja a oreja durante toda la jornada: se lo pasó genial…
Rafael comentó:
Si desean hacer paseos en segways o scooters eléctricos les recomiendo http://www.madrid2wheels.com muy amenos y confiables