Según bajas de la catedral de Girona por la gran escalinata, desembocas en un entramado de callejuelas que conforman el barrio judío, un conjunto medieval cuyo centro es el Museo de Historia de los Judíos y que es considerada la aljama (barrio judío) mejor conservada de Europa.
Al barrio judío de Girona también se le conoce como Call de Girona. La palabra «call» procede de la palabra hebrea que significa “comunidad” y está influenciada por el vocablo latín “callis”, que designa un «paso estrecho entre dos paredes». En la zona de Cataluña se llama call a los barrios que en otras zonas se denominan juderías (y que siempre son laberintos de calles estrechas, de ahí la relación).
Es fácil aprender historia y entender lo que ocurrió en estos lugares sólo con recorrerlos, así que, si vas a conocer Girona en familia, podrás enseñar a tus hijos muchas cosas y aprender con ellos sólo con pasear por estas calles estrechas pero llenas de encanto. Hay rincones con detalles que te llamarán la atención, como alguna hornacina en la pared junto a la puerta, donde los judíos tenían costumbre de dejar la “mezuzá”, un ejemplar de sus santas escrituras. Basta caminar con los ojos atentos para descubrir muchos vestigios de la presencia de representantes del pueblo hebreo en este barrio.
Historia del Call de Girona
El «call» o judería de Girona tiene su origen en el siglo IX, cuando el conde Dela compra los terrenos habitados por judíos en Besalú y, a cambio, les cede casas en Girona, en una zona cercana a lo que hoy es la catedral, que entonces no existía. Junto a ella se levantó entonces una pequeña sinagoga, que más tarde fue sustituida por otra mayor, que aún hoy se conserva: es la sede del actual Museo de Historia de los Judíos o centro Bonastruc ça Porta, nombre de una gran filósofo y médico originario de Girona cuyos valores intelectuales son reconocidos mundialmente: Namáhnides.
El barrio judío de Girona está delimitado por la plaza de la Catedral, la calle de la Força, la travesía Lluìs Batlle y la calle de Clavería. En ese espacio, la comunidad judía vivía, tenía sus tiendas, sus talleres de artesanos, sus sinagogas… Con el tiempo, aparecieron conflictos con los cristianos y con los gerentes de la cercana catedral; también surgieron corrientes antisemitas y los judíos acabaron confinados en estas calles, que pasaron a tener características de ghetto.
En 1492, por mandato de los Reyes Católicos, los judíos debían convertirse o abandonar estos territorios, lo que acabó con el auge cultural y económico que los judíos aportaban, porque la mayor parte de ellos eligieron marcharse a otros enclaves del Mediterráneo, donde, por cierto, siguieron viviendo y manteniendo su lengua castellana que se ha mantenido hasta nuestros días: el sefardí. Una curiosidad: clica en el siguiente enlace si quieres saber cómo suena la lengua sefardí.
Fotos del Barrio Judío de Girona
Cuando les cuentas a los niños todas estas cosas, se quedan fascinados (la expulsión, la diáspora, la conservación del castellano medieval…). En estas fotos que compartimos a continuación encontraréis un buen apoyo para encontrar los detalles de este barrio de Girona:
En el barrio judío de Girona, además de estas calles que lo dicen todo con sus piedras mudas, hay un lugar en el que se recogen todos esos siglos de historia: el Museo de Historia de los Judíos.
Museo de Historia de los Judíos de Girona
El edificio que lo alberga es el Centro Bonastruc ça Porta, sede del Museo de Historia de los Judíos, creado en el año 2000 para recordar y recuperar historia de aquellas personas judías que, en tiempos medievales, con su altísimo nivel cultural pero también con sus existencias cotidianas y a menudo anónimas, contribuyeron a dar esplendor y riqueza a la ciudad de Girona.
Si visitáis Girona con niños, entrad y admirad la estructura de su museo judío, su espléndido patio con la gran estrella de David en el suelo (en la foto que encabeza este artículo)… sólo por eso merece la pena una visita. A lo largo de sus salas podréis conocer el origen de este barrio, las fiestas y tradiciones de su religión, las actividades de la vida cotidiana, qué eran las juderías y cómo se organizaban, la llamada diáspora judía o la dispersión tras las expulsiones de diferentes lugares, entre ellos Castilla y Aragón, el protagonismo de la sinagoga, los ritos de enterramiento (se conservan multitud de lápidas), la herencia cultural que nos dejaron (y en especial la obra de Namáhnides), los trabajos que desempeñaban los judíos (artesanos, prestamistas…) y la coexistencia pacífica de las diferentes culturas en aquellos siglos.
También hay una sala dedicada a la persecución de que fueron objeto por parte de la Inquisición los judíos que prefirieron convertirse y seguir viviendo aquí.
Dónde está el barrio judío o Call de Girona
Bajando por la escalinata de la catedral, pronto llegarás a la calle de la Força 8, donde tiene su sede el Museo de Historia de los Judíos, en cuyo entorno se desarrolla el entramado de calles del antiguo barrio judío medieval de Girona. En este mapa puedes consultar su ubicación.
Cuando hayas recorrido todo este precioso barrio judío de Girona te aconsejamos que visites su museo sobre la Girona judía, como os sugeríamos unas líneas más arriba. Las entradas son asequibles y en un par de horas lo habréis visto) y, en este enlace, te dejamos los horarios y tarifas del Museo de Historia de los Judíos de Girona.