Cuando piensas en Gaudí, automáticamente piensas en Barcelona, en la Sagrada Familia, el Parque Güell o la Casa Batlló. Sin embargo, este fantástico arquitecto no se limitó a plasmar su creativiad en la Ciudad Condal, sino que también realizó maravillosos trabajos en otros puntos de la geografía española.
En la localidad de Comillas, en Cantabria, nos encontramos en el palacete de un solterón enriquecido tras haber emigrado a Cuba y haber prosperado allí (la figura del indiano, tan conocida en el norte de España) que gustaba de reunirse allí con sus amigos. Y, como estaba unido por lazos de familia a la familia Güell, será el mismo Gaudí el que le cree un edificio único, lleno de originalidad y de claves que, al visitarlo, conviene conocer y es divertido encontrar y descifrar. Cuando se visita con niños, además, ese puede ser el hilo conductor que guíe su interés: vamos a descubrir los secretos de este “capricho” de Gaudí construido para el señor Máximo Díaz de Quijano.
Desde el punto de vista artístico, no puede haber duda de que merece la pena, como cualquier obra de Gaudí, pero además ésta tiene la particularidad de ser de sus primeras creaciones y, por otro lado, la de ser una de las pocas que no está en Cataluña (junto con otras en León y en Astorga).
Así es la casa diseñada por Gaudí en Comillas
Si os gustan las clasificaciones, El Capricho es una obra modernista y neomudéjar y fue construido entre 1.883 y 1.885. Se encuentra en la localidad cántabra de Comillas, muy cerca del centro y bien señalizado, aunque es cierto que su entrada, precedida de un gran jardín con un muro de protección, no se ve a primera vista. Se le conoce como El Capricho, pero también como la Villa Quijano y sus planos fueron diseñados por Gaudí en Barcelona, sin que el genial arquitecto estuviera nunca allí, ya que delegó la realización de la obra en uno de sus colaboradores.
La taquilla está junto a la entrada y te aconsejan que, antes de comenzar la visita, veas el vídeo de unos 15 minutos que de continuo se proyecta en la planta baja del edificio, en lo que era el invernadero de la casa. En él se explica muy bien el significado y las principales características de la casa. Nosotros lo vimos con los chicos y les gustó, no se les hizo para nada largo ni pesado.
El Capricho, por fuera
Lo que más llama la atención es el uso del ladrillo y de la cerámica, con gran repetición de la flor del girasol, lo que da a todo el conjunto un aspecto colorista lleno de alegría. También los motivos musicales tienen gran protagonismo, porque el dueño de la casa era amante tanto de la botánica como de la música. Llama también la atención el alto torreón (que no es visitable, por cierto) y la entrada con un pequeño pórtico.
Como en todas las obras de Dalí, la belleza está apoyada en soluciones prácticas para el confort de la vida diaria: el motivo del girasol va acompañado con una concepción de la casa en la que cada estancia está situada en el lugar adecuado para que el sol la ilumine en el momento óptimo del día según la actividad que se realice en ella: para que en el comedor haya luz a mediodía, para que se pueda disfrutar del atardecer desde la terraza…
A los niños les gustan mucho los balcones, que son como extensiones de la barandilla, que se amplifica y recrea lugares para sentarse y descansar mientras se observan los juegos de luz del sol reflejándose en la cerámica de la fachada.
Si tenéis la posibilidad de visitar El Capricho de Comillas, os proponemos hacer que vuestros hijos se sienten en los bancos de los balcones y comprueben cómo se refleja la luz en la fachada. Recordadles que Antonio Gaudí venía de una familia de caldereros y herreros y que por eso sabía tanto de hierro forjado y le gustaba tanto incluir ese tipo de elementos en las casas que diseñaba.
El Capricho, por dentro…
Los techos de cada habitación —todos distintos— y las decoraciones de las vidrieras son elementos importantes y en ellos se reproducen figuras de animales, de flores, de instrumentos musicales… En las vidrieras del cuarto de baño, por ejemplo, se puede ver un mirlo sobre las teclas de un piano y una abeja tocando la guitarra.
Las ventanas de este palacio se abren y cierran con un complejo sistema de poleas y contrapesos diseñado por Gaudí. La madera es un material presente en toda la casa y tratada de forma artística, incluso en los pocos muebles que puedes encontrar en ella (subid al desván y probad las sillas). El corredor está diseñado para que, al abrir las ventanas, se creen corrientes de aire y así la casa se refresque y ventile (algo muy pertinente, también, en tiempos de coronavirus).
El patio de El Capricho
Gaudí creó también en El Capricho un patio o jardín trasero, con suelos de piedra y bordeado de muros acabados en ladrillo visto y cerámica, como el resto de la casa. Ahí podéis ver también un banco corrido cubierto de azulejos blancos; ése será un elemento que luego utilizaría en el Parque Güell, aunque ya decorado con trencadís (la decoración en forma de mosaico hecho con trozos irregulares de baldosines rotos rescatados de deshechos de casas rotas o de restos de fabricación).
Enfrente de la casa hay un jardín con un parterre en forma de herradura que servía para que los carruajes pudiesen llegar, descargar a los viajeros y sus equipajes y dar la vuelta fácilmente. Tampoco os perdáis la gruta artificial en la que el dueño de la casa entraba con sus amigos para estar al fresco en los días calurosos.
Fotos de El Capricho de Gaudí
En esta galería de fotos compartimos algunas imágenes tomadas durante nuestra visita a esta maravillosa casa diseñada por Gaudí en Comillas:
Horarios y precios para visitar El Capricho de Gaudí
El Capricho abre todos los días en horario continuado, las entradas se adquieren allí mismo y no es preciso reservarlas ni comprarlas por Internet porque no hay acumulaciones de público.
- Marzo a Junio y Octubre
- Lunes a Domingo, de 10:30 – 19:00 h.
- *Último acceso a las 18:30 h.
- Julio a Septiembre
- Lunes a Domingo, de 10:30 – 21:00 h.
- *Último acceso a las 20:30 h.
- Noviembre a Febrero
- Lunes a Domingo, de 10:30 – 17:30 h.
- *Último acceso a las 17:00 h.
- Días de cierre del recinto: Diciembre: 24, 25 y 31 / Enero: 1 y 6
En la parte de abajo, el semisótano, el lugar reservado para el servicio, se sitúa hoy la tienda de recuerdos y libros sobre El Capricho (venden una guía visual muy recomendable por 12 euros).
- Tarifa general (mayores 14 años): 7,00 €
- Infantil (de 7 a 14 años): 3,00 €
- Menores 7 años: gratis
- Tarifa bonificada (con acreditación para los siguientes estados: jubilados, personas con discapacidad, estudiantes, familia numerosa, desempleados): 5,00 €
Puedes encontrar más información en la web oficial del Capricho de Gaudí en Comillas.
Dónde está El Capricho de Gaudí
En el siguiente mapa verás señalada la localización exacta de esta maravillosa casa diseñada por Gaudí:
La visita es autoguiada (te dan un folleto con las entradas) y os aconsejamos que veais antes el video que proyectan en lo era el invernadero de la casa, porque os situará y os ayudará a entender este edificio de Gaudí. Además, podéis ir por la mañana, salir y volver después de comer, por ejemplo, porque os respetarán la entrada (tenéis que avisar, eso sí). Organizan algunas actividades y talleres para niños, pero los horarios varían, así que tenéis que informaros previamente.
Carlos comentó:
Hola!
Muchas gracias por publicar El Capricho de Gaudí en tu página. De verdad nos hace ilusión que lo consideres un plan que se puede hacer con hijos ya que tenemos la suerte de recibir bastantes familias. Visitar un monumento con niños puede ser muy divertido. Nosotros siempre recomendamos consultarnos por teléfono, email o en la web porque habitualmente realizamos actividades para familias. De nuevo, mil gracias!
Un abrazo desde Comillas.