Las hogueras de San Juan se celebran la noche del 23 de junio para conmemorar la llegada del verano. Se trata de una tradición heredera de muy antiguos tiempos paganos que, con el Cristianismo, se adaptaron a una festividad religiosa católica.
La festividad de San Juan siempre conlleva ritos de renovación, de unión con la naturaleza y de apertura hacia lo bueno que la vida nos trae. Todos ellos son valores que se pueden explicar a los niños cuando los llevemos a disfrutar de ese espectáculo mágico que siempre es contemplar el fuego.
San Juan es una noche siempre mágica que merece la pena celebrarse de una u otra forma… eso sí, con prudencia y responsabilidad 😉
Nosotros, cada año, solemos pasar ese día en el pueblo gaditano de Conil de la Frontera. A eso de las 10 de la noche del día 23, en la playa de la Fontanilla, junto al Paseo Marítimo, una gran hoguera levanta sus lenguas naranjas hacia el cielo oscuro con el sonido de fondo de las olas. La gente se arremolina y se hace fotos a una cierta distancia. Todo está controlado, vigilado de cerca por los bomberos con un depósito de agua y mangueras, no hay peligro ninguno. Es un espectáculo mágico y a los chicos los encanta observar cómo la hoguera, primero muy activa, se va apagando poco a poco hasta quedar convertida en una montón de brasas humeantes.
Fotos de San Juan en Conil de la Frontera
En esta galería de fotos compatimos algunas imágenes de las celebraciones de San Juan en este municipio gaditano:
Los Juanillos de Cádiz
Lo especial de las celebraciones de San Juan en Conil es que antes, sobre las nueve de la noche, sale una comitiva desde la Torre de los Guzmanes, en el centro del pueblo, que lleva en una especie de desfile a unos muñecos de trapo, marionetas, Juan y Juana (los “Juanillos”), normalmente acompañados por la banda de música del pueblo; los lleva hasta la playa, donde ya está preparada la pira con la madera para hacer la hoguera. En ella arderán esos personajes, como una nota de humor típica no sólo de Conil sino también de otras poblaciones gaditanas.
El origen de los Juanillos no está muy claro, pero de algún modo representan algo no muy positivo que debe desaparecer para dejar paso a algo nuevo: personajes de Cádiz o acontecimientos que hayan ocurrido ese año. Siguen, en ese sentido, el espíritu de las Fallas valencianas.
Los Juanillos los elaboran asociaciones, particulares, grupos de amigos… y los exponen en sus sedes o domicilios; el día 23 de junio, un jurado va recorriendo esos lugares y puntuando a los muñecos. Los tres mejores suelen ganar premios y, luego, todos son lanzados a la hoguera, que se consume y se consume hasta la madrugada del día 24 de junio: así empieza oficialmente el verano en Cádiz.