
Ahora que llega el verano, el sol, el buen tiempo, las vacaciones… nuestros hijos pasan mucho tiempo al aire libre y, aunque se lo pasan bien, están expuestos a algunas amenazas para su salud ocular que los padres debemos prever y remediar. Hoy os vamos a dar unas cuantas pautas para cuidar los ojos de los niños y niñas en verano (son muy sencillas y os evitarán muchos de los problemas que suelen fastidiar las vacaciones).
Los ojos son de los órganos más vulnerables en la época estival y los niños pequeños son especialmente sensibles en este aspecto. A partir de junio, los días son más largos, aumenta la radiación solar -en horas diarias y en intensidad- y eso afecta a la vista.
También, en cuanto llegan las vacaciones, los críos se lanzan a la piscina o viajan en familia a la playa, lo que les pone en contacto con otros focos potenciales de problemas: el agua, la sal, el cloro, la arena… Si les gusta bucear, se les suele meter agua en los ojos, se los frotan y… ahí surge la posibilidad de infecciones, conjuntivitis, orzuelos…
Tanto para el sol excesivo como para el agua, la protección ideal la representan las gafas (de sol o de buceo, depende del caso y la situación), que actúan de barrera frente a la luz solar y frente a las bacterias presentes con frecuencia en el agua. Si buscas en Internet, encontrarás páginas con consejos sobre protección ocular como la de visiondirect.es , en la que expertos en este tema aportan su conocimiento para solucionar nuestras dudas.
Cómo elegir unas buenas gafas de sol infantiles
Lo primero que te aconsejamos es que acudas a un establecimiento especializado; no compres las típicas gafas de sol de juguete, por ejemplo, ni las adquieras tampoco en comercios de esos que igual te venden un destornillador que unas cartulinas de colores o el último disfraz para el Carnaval.

Llévate al niño o niña cuando las compres: tanto para asegurarte de que le están bien como para que él o ella pueda elegir las que más le gusten por color, forma o diseño (así no se negará a ponérselas).
Para los niños de menor edad, considera la posibilidad de que tengan una banda elástica para sujetárselas a la cabeza y que no se le caigan por mucho que salte, juegue o corra.

Déjate aconsejar por el profesional que te atienda: están al tanto de las últimas novedades y avances en protección ocular y seguro que su asesoría te ayuda a elegir las mejores gafas de sol para tus hijos.
Si tu hijo usa gafas graduadas, puedes comprar unas especiales que además tengan protección solar. Otra posibilidad -muy novedosa- es que lleven lentillas desechables, que aportan una protección extra y son combinables con unas gafas de sol normales.
Cuándo proteger a los niños de la radiación solar
La protección ante la radiación solar no solo debe utilizarse si vamos a la playa o estamos en alguna zona geográfica con luz más intensa. De hecho, lo más importante es usar gafas de sol también en el día a día y vivamos donde vivamos. Aunque no nos demos cuenta, esa radiación actúa continuamente (también cuando el día está nublado, por ejemplo) y por ello la protección también debe usarse siempre.

Lo mejor es crear una rutina para que, al salir de casa, el niño se acostumbre a que le apliquemos un poco de crema solar, le pongamos una gorra y, sí, lleve también sus gafas de sol. Con ello le estaremos educando para que disfrute de una buena salud ocular y que, cuando sea más mayor, ya tenga esos buenos hábitos interiorizados.