Cuando vayas a Andorra en familia, sea invierno o verano, te darás cuenta de que es un país que ofrece multitud de sorpresas, incluso sorprende con una docena de peculiaridades que no te esperas del país de los Pirineos… Es “pequeño pero matón” y, en lo que a ocio y diversión se refiere, los tiene de todo tipo y para todos los públicos. En la propia capital Andorra La Vella, descubrirás un sinfín de actividades para tu viaje en familia.
Hoy te recordamos cinco cosas “obligatorias” en un viaje a Andorra. Son esas experiencias que tú y tu familia nunca olvidaréis. Nosotros lo hemos podido comprobar en nuestra reciente estancia en Andorra con nuestros niños. Te las recomendamos.
Cenar o comer en una borda
Andorra tiene una gastronomía de montaña, como corresponde a su situación y a su clima. La carne, las setas, los caldos y guisos… resultan deliciosos y aún más si los degustas en un local típico, de piedra, con decoración casi hogareña… Así son las bordas.
En su origen, una borda es una construcción hecha de piedra y madera y con techo de pizarra, situada normalmente en lugares de alta montaña, para aprovechar los pastos. Siempre tiene una parte para cobijar el ganado y, en el piso superior, el heno y, a veces, las habitaciones para la familia. Hoy, muchas de ellas, originales o de imitación, son restaurantes muy apreciados por los visitantes de Andorra…
Bajar en el tobotronc de Naturlandia
El tobogán alpino más largo del mundo merece que vayáis a verlo y os montéis en él. No hay que tener ningún miedo, porque es apto para todos los públicos y proporciona una diversión increíble.
El viaje en tobotronc está incluido en la entrada a Naturlandia, un gran parque de aventuras, pero también podéis pasar y pagar exclusivamente por el tobotronc. Cuando lo ves, te entran dudas, pero no lo dudéis, merece la pena cien por cien. Y, aparte de la adrenalina, disfrutaréis de unas vistas increíbles.
Una tarde de compras en la Avenida Meritxell
Andorra y las compras son inseparables. Hace años, en los ’80 y ’90 del siglo pasado (sí, sí…), había familias que cruzaban la frontera para adquirir allí incluso productos de primera necesidad, como azúcar, aceite, legumbres, porque se ahorraban un dinerillo. Hoy, la electrónica, los perfumes y productos de cosmética y farmacia son los que más compradores atraen.
En Andorra La Vella, la calle de las compras por antonomasia es la Avenida Meritxell, en pleno centro. Una tarde husmeando, curioseando y encontrando chollos es un plan estupendo, comprobadlo.
Una sesión de relax en Caldea
En Andorra hay muchos ‘spas‘ y muchos hoteles incluyen estos mini balnearios en sus instalaciones y oferta de ocio para sus clientes. Sin embargo, el gran centro termal de Andorra, el que todo el mundo conoce, es Caldea.
Caldea se ha hecho tan popular que la clientela creció, se admitían adultos y niños y era algo difícil mantener la tranquilidad y el silencio deseables en un espacio hecho para la relajación; quizás por eso, se ha creado Likids, una propuesta similar, pero solo para niños y niñas de 3 a 8 años.
Un paseo por la montaña o una jornada de esquí
La naturaleza montañosa de Andorra hace de ella el entorno ideal para largos paseos y caminatas por senderos increíbles rodeados de altas cumbres o, si os gusta el deporte, para animadas jornadas de esquí en familia, con cientos de kilómetros de pistas y dos grandes dominios para esquiar: Vallnord y Grand Valira.
Las instalaciones para esquiar en Andorra son modernas y bien cuidadas y tienen todo tipo de facilidades para los practicantes del deporte blanco. Decir Andorra es decir esquí, tenéis que probarlo 😉
Javier comentó:
Gracias por las recomendaciones de viaje a Andorra. La verdad es que la mayoría de personas conocemos Andorra en invierno por el tema de ir a esquiar. Pero desconocemos el patrimonio románico que tienen las diferentes parroquias del país, la excelente gastronomía de montaña en bastantes restaurantes y las opciones de senderismo y btt para hacer en familia.