Ya hemos contado en otras ocasiones que como padres tenemos cierta prevención frente a la comida americana. Yo, cuando alguna vez vamos al McDonalds o al Burguer King, recuerdo siempre esa escena de la película “Un día de furia” en la que Michael Douglas va a un burguer y se enrabieta porque la hamburguesa que le dan no tiene nada que ver con la que se muestra en las fotos. Tal cual.
Sin embargo, existen cadenas que aplican criterios de alta calidad a este tipo de comida. En otro post de hace unos meses os contamos nuestra experiencia en Tommy Mels y hoy os vamos a hablar de lo bien que hemos comido en Peggy Sue’s, una cadena con locales en varias ciudades de España.
La cadena Peggy Sue’s cuida especialmente la decoración de los locales para reproducir el ambiente americano de los años ’50. Predominan los colores rosas, pasteles y blancos, las fotos de famosos que lo han visitado, las mesas blancas… Por cierto, en cada mesa hay uno de esos selectores manuales de canciones en el que puedes escoger -gratis- la canción que quieres que se escuche en el local (entra en cola con las que hayan elegido otros clientes).
Hasta aquí no vemos mucha diferencia con la de otras cadenas, aunque, si nos fijamos en los manteles individuales de papel que tenemos en la mesa, nos llamarán la atención las declaraciones de intenciones sobre la calidad de la carne, que reciben en piezas enteras envasadas al vacío para que cada restaurante la pique y elabore con ella hamburguesas jugosas y con un sabor único. Incluso tienen un tipo de carne especial, la raza Angus, que no ha sufrido modificaciones genéticas. En todas las mesas hay ketchup, mostaza y otras salsas en envases grandes, no en las típicas bolsitas, para que te sirvas la cantidad que desees.
Nosotros fuimos al Peggy Sue’s de la calle Menorca, muy cerca del Retiro, y justo después de haber pasado un par de horas paseando y luego remando en el estanque, así que todos teníamos bastante hambre. Peggy Sue no nos defraudó ni en cantidad ni en calidad.
Comimos diferentes tipos de hamburguesa, acompañadas de bebidas de sabores muy… americanos, como Cocacola de cereza, que, por cierto, no tuvo mucho éxito entre nuestros hijos.
A la hora de los postres, nos decidimos por un magnífico browny, con helado de vainilla.
Fotos: «hamburgueseamos» en Peggy Sue’s
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Peggy Sue nos gustó mucho y los precios nos parecieron razonables. Tenéis que probarlo en vuestro próximo plan con hijos.