No somos fans de la comida rápida, lo hemos dicho muchas veces, y no solemos visitar las grandes cadenas de hamburguesas ni de pizzas ni de pollo frito… No es que nunca las hayamos pisado, porque, en ocasiones, para celebrar algún cumpleaños del cole o cuando no hemos tenido ninguna otra opción o cuando los chicos lo han pedido al unísono, sí hemos probado ese tipo de comida.
Este fin de semana ha sido precisamente una de esas ocasiones porque hemos tenido que desplazarnos a Burgos para visitar a una tía muy querida que está hospitalizada. Tras la visita y antes de volver a Madrid, ya bien entrada la hora de comer y sin muchas referencias de la ciudad, nos hemos dirigido al Centro Comercial El Mirador, cercano al hospital y, allí… nuestros chavales han querido comer en McDonald’s. No les podíamos decir que no después de lo bien que se habían portado, así es que nos hemos dirigido al mostrador y, con nuestra falta de conocimientos sobre cómo funcionan los menús, los tipos de patatas fritas o los complementos y los postres, hemos ido pidiendo gracias a la amable colaboración de la chica que nos atendía, Alba, que era todo buena atención al cliente. Cuando ya íbamos a pagar, he abierto mi cartera y entonces Alba se ha fijado en que de una de las solapas sobresalía la tarjeta de Familia Numerosa de una cadena de congelados y nos ha dicho: “Si sois familia numerosa, tenéis un diez por ciento de descuento”. ¡Bien! Los descuentos siempre son bien recibidos en esta familia ;-))
Fotos: comida familiar en McDonald’s, con descuento
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Nos ha descontado, en efecto, el diez por ciento prometido y con ese dinero nos ha dado para unos helados de postre, así que hemos completado la comida antes de regresar a Madrid. La comida nos ha salido por menos de 30 euros, y éramos cinco, eso también es una ventaja que hay que señalar.
Pero lo mejor de todo ha sido el buen servicio y atención que nos ha dado Alba. Señores de McDonald’s: si tienen que ascender o premiar a algún empleado, ahí tienen una excelente candidata…