Si buscáis en Google “restaurantes en L’Estartit”, el resultado muestra unos cuantos, porque al fin y al cabo este pueblecito es uno de los más turísticos de la Costa Brava.
La realidad es que, cuando uno se encuentra en la situación típica de ¿dónde comemos hoy? y trata de descubrir algún sitio estupendo, la mayoría de los locales parecen los típicos de turistas (platos combinados y poco más), o son muy caros, o no parecen para familias… Cuando realizamos este viaje por Girona en familia solíamos recurrir bastante a la red social Foursquare (ahora tiramos más de TripAdvisor) y casi siempre nos daba buenos resultados.
Sin embargo, en L’Estartit no nos nizo falta nada de eso, porque, desde hace años, desde que fuimos la primera vez allá por 2004, hay un restaurante al que no dejamos de acudir al menos una vez durante las vacaciones: la arrocería Bravo.
La primera vez caímos allí por casualidad. Está en el Paseo Marítimo de L’Estartit, 82, en los bajos de un bloque de apartamentos y con un pequeño parking delante. Nuestro hijo mayor era entonces pequeño y, al pasar por allí, mientras mirábamos los precios y la carta que ofrecía ese restaurante entonces desconocido, se fijó en los tanques de agua con langostas dentro, como grandes acuarios. Se quedó mirando, el dueño lo vio allí, tan chiquitillo, y le hizo gracia tanta curiosidad, así que le empezó a explicar lo que eran esos animales y por qué tenían las pinzas atadas. Al final acabamos hablando con él, nos contó que ese restaurante era su vida, que su prioridad eran los clientes, que buscaba ante todo la calidad… total, que nos quedamos ese día a comer allí y… no nos defraudó. Todo lo contrario.
Fotos: comer en la arrocería Bravo, en L’Estartit
Cuando viajamos a la Costra Brava en familia vamos a comer a este restaurante en el que las familias son siempre bienvenidas…
La arrocería Bravo tiene calidad, mima al cliente, recibe con gusto a familias con niños y… el precio es razonable. Como ejemplo, cuando estuvimos allí el pasado mes de agosto, pedimos unos mejillones al vapor de aperitivo, un arroz a banda para tres, un arroz negro para dos, postres para todos, café para los adultos, refrescos y una botella de vino de medio litro. Todo acompañado con un gran plato de pan con tomate y aceite que el camarero coloca en la mesa como parte del servicio y que nuestros hijos adoran. Pagamos en total 114,20 euros (algo menos de 23 euros por cabeza, en 2013).
Vídeo: restaurant Bravo, en L’Estartit
Probadlo, os gustará. En este vídeo que os incluimos podéis ver cómo es el local del restaurante Bravo, en L’Estartit. En las fotos os mostramos lo bien que comimos esta última vez que lo visitamos.
Al final de la comida, como siempre, el dueño de Bravo nos vino a saludar, a preguntarnos si todo estaba correcto, a alegrarse de que lo hubiéramos pasado bien. Con humildad y con un gran cariño, dos ingredientes que suelen acompañar las cosas bien hechas.
Gerard comentó:
Gracias por el publireportaje
Isabel Gª Casado comentó:
Hola, Gerard: no es un publirreportaje, no nos han pagado ni un euro por hablar de ellos. Nos gusta ese sitio, hemos ido varias veces y siempre disfrutamos, por eso lo hemos recomendado. Muchas gracias por tu comentario, solo queríamos aclarar eso. Un saludo