Girona es una de esas ciudades en las que apetece pasear, pero sin rumbo, sencillamente empezar a caminar y dejar que los pies nos lleven donde quieran. El casco viejo, con su barrio judío, su catedral o su muralla, contienen lo esencial de la ciudad.
Sin embargo, los turistas y viajeros nos sentimos atraídos por las famosas casitas de colores reflejadas en las tranquilas aguas del río Onyar; sobre este río hay varios puentes que hay que pisar y cruzar, para llegar a una margen u otra y llegar así a la Rambla, donde siempre hay ajetreo y gente sentada en las heladerías.
Es maravilloso recorrer los soportales y detenerse para comprar algo en alguna de las tiendas que han surgido o, si no, al menos sentarse en uno de los bares y tomar un café mientras observamos a la gente pasar.
Al otro lado del Onyar, la plaza de la Independencia y el barrio de Mercadal nos esperan con sus terracitas y sus mercadillos (se celebran en diferentes momentos del año). El parque de la Devesa (un poco más lejos, pero tampoco tanto) nos hace llegar más cerca de la Naturaleza.
Si te gustan los museos, esta ciudad te colmará de felicidad, porque tiene muchos e importantes. Aquí hemos hecho nuestra selección de los 6 museos que no debes perderte, seguro que alguno te llama la atención.
Además de las ideas que te damos a continuación, un Tour privado por Girona es siempre un planazo para una estancia en Girona con niños, ¡pruébalo!
Fotos de Girona con niños
Como en toda la zona mediterránea, en Girona hay muchas leyendas que compartir y algunas de ellas están junto a nosotros en este paseo, como podrás ver en las fotos:.
La más conocida quizás, ligada a la figura de una leona, dice que, si quieres volver a Girona, antes de irte debes darle un beso en su trasero. No te rías, nosotros se lo dimos y seguro que volvemos 😀