Entre finales de agosto y octubre (según la zona, la climatología y el tipo de uva) tiene lugar la recogida de la uva y las primeras labores para la posterior elaboración del vino.
Septiembre es época de vendimia y, aunque nosotros vivimos en la ciudad, cada vez son más las bodegas que organizan actividades para que personas externas a ese negocio puedan disfrutar de la parte “divertida” y tradicional de recoger la cosecha de uva y hacer el vino.
Somos un país vinícola, así que en casi todas las regiones es posible encontrar una de esas bodegas que abren sus puertas y, por un módico precio, te dejan compartir la vendimia.
Hace unos años encontramos un post muy completo sobre cómo disfrutar la vendimia en familia en otro blog. Os recomendamos su lectura, porque recoge varias bodegas en toda España que organizan vendimias para familias con niños. Es un buen hilo para tirar y encontrar el lugar y la actividad que os puede venir mejor.
Nuestra experiencia en la vendimia
Nosotros barrimos para casa y, aprovechando que mis padres tienen una casita en Hontoba (Guadalajara) con frutales, un huerto, parras y unas cuantas cepas, hicimos la vendimia de los abuelos. Nos sirvió para darnos cuenta de lo divertido que resulta trabajar una mañana en familia (con hermanos, tíos, primos, abuelos…) y, además, hacer algo útil.
Para empezar a trabajar en la vendimia repartimos cuchillos y tijeras, distribuímos cajas y capazos vacíos y… cada uno hizo lo que pudo 😉 Los más altos cortaban los racimos de las parras, los de menor estatura se afanaban sobre las cepas más a pie de tierra. Los niños se reían al descubrir racimos colgando bajo los pámpanos, mezclados con las hojas grandotas, algunos comidos de los pájaros (“pero… ¿qué ha pasado aquí?, ¿quién se ha comido las uvaaaaaasss?”).
Fotos: vendimiamos en familia
En esta galería podéis haceros una idea de cómo fue nuestra jornada de vendimia en familia:
Fuimos llenando las cajas, llevándolas por parejas al cobertizo, dando algún tiento a los racimos para probar la cosecha…
Al final de la mañana, todas las cajas estaban llenas, las parras y las cepas vacías y los críos… hambrientos. El abuelo nos hizo unas migas del pastor y unas chuletas a la brasa para compensarnos por nuestro trabajo. Como decía mi hijo pequeño, “¡¡ha sido genial!!”.
Vídeo: a la vendimia con los niños
Esta joranada de vendimia en familia también la grabamos en vídeo para animar la experiencia 🙂
Si disponéis de algún conocido que tenga una parra grande o una una pequeña viña podéis planear un fin de semana de vendimia con los peques, como nosotros. Si no disponéis de esa opción, os proponemos realizar alguna actividad relacionada en una bodega (nosotros conocemos la de Sancha Pérez, en Vejer de la Frontera, y Valdemar, en La Rioja) o visitar algún museo como el Museo Provincial del Vino de Valladolid o las bodegas Tío Pepe, en Jerez de la Frontera.
Sergio comentó:
Muy interesante… Fue divertido recoger uvas en la finca todos juntos!!????
Esmeralda G. Valladolid comentó:
Muy divertido!!!