En el Barrio de las Letras de Madrid se encuentra la casa museo de Lope de Vega, unos metros más allá del inmueble en el que vivió y murió Cervantes. Es un pequeño edificio del siglo XVII con un precioso jardín y una fachada de ladrillo y piedra con una gran puerta sobre la que está grabada una frase que da que pensar: “Parva propria magna, magna aliena parva”, que, traducido, significa “las cosas pequeñas y propias son grandes, las cosas grandes de otros son pequeñas”. Todo una declaración de intenciones sobre lo que vamos a ver a continuación, recogido y sobrio, pero lleno de encanto.
Por cierto: si te interesan las visitas culturales relacionadas con la literatura, quizá te resulte atractiva esta Ruta de Cervantes por Alcalá de Henares.
La entrada es gratuita, pero hay que reservar previamente (más abajo os contamos cómo). La visita tiene como dos partes: la casa y el jardín. Al jardín puedes entrar solo y disfrutarlo a tu aire, pero la casa sólo puede ser recorrida en grupo y con un guía que va contando no sólo las características de la casa, sino también la vida de Lope de Vega, sus obras principales y sobre todo el tiempo que le tocó vivir.
La visita comienza en el jardín (un consejo: llega un poco antes de la hora prevista y aprovecha para disfrutarlo mientras llegan los demás). Es mezcla de jardín y huerto (cuando estuvimos nosotros había plantados pimientos, fresas y apio, además de violetas y algunas plantas aromáticas) y tiene árboles entre los que destacan una higuera y un precioso naranjo. Hay también un pozo, la mitad del cual, de granito, es original de la época. Al fondo, una gran puerta de madera que, en su día, dio a una calle trasera, pero que ahora está cegada, aunque hace aún más bello este jardincillo en medio de la ciudad en el que se escuchan perfectamente los pajarillos y en el que puedes sentarte un ratito y descansar.
Visita a la casa de Lope de Vega
El guía comienza contando que la casa es original de finales del siglo XVI y que en ella vivió Lope los veinticinco últimos años de su vida. A partir de entonces y hasta la actualidad, el edificio ha sufrido cambios, pero siempre ha sido una vivienda, hasta que en 1929 fue convertido el museo y hoy es propiedad de la Real Academia Española, aunque es la Comunidad de Madrid la que la gestiona.
El barrio en el que se encuentra, entonces llamado de las Huertas y hoy de las Letras, era frecuentado por gentes de teatro y muy cerca se levantaba el corral de comedias del Príncipe (el actual Teatro Español). Otros literatos, como Quevedo o Cervantes, también vivieron cerca, incluso en esta misma calle, que en la época se llamaba calle Francos y hoy es la calle Cervantes.
Todo lo que contiene la casa de Lope de Vega es original de la época, pero pertenece a diversos museos e instituciones culturales, no perteneció a Lope de Vega. Hay muebles, objetos y enseres domésticos, ropa de cama y cuadros y otros objetos de adorno, entre los que destacan las cerámicas.
La planta baja se abre con un zaguán en el que podéis admirar una magnífica maqueta del corral del Príncipe, hecha en madera y que reproduce este teatro según los documentos del Siglo de Oro. El control de acceso de visitantes se encuentra igualmente en este piso y, al fondo, se abre el jardín.
En la primera planta, lo primero que se visita es el oratorio donde Lope –que se hizo sacerdote al final de su vida– oficiaba sus misas. No os perdáis la imagen de San Isidro Labrador que lo preside, flanqueada por relicarios y pinturas. De ahí se pasa al estudio de Lope, con magníficos libros originales de pergamino, una mesa con plumas e instrumentos de escritura y, en la pared, el retrato más conocido de Lope de Vega, vestido de sacerdote, además de otras pinturas prestadas por el Museo del Prado y por el cercano Convento de las Trinitarias.
El guía no se detiene mucho en las pinturas y se centra más en que los visitantes conozcan cómo se vivía en la época y cómo era la vida de escritor de Lope. Su vida personal, llena de amantes y de hijos ilegítimos, además de dos matrimonios y la ordenación como sacerdote, da para mucho y también se comenta en la visita, sobre todo por la “modernidad” que muestra Lope de Vega en cuanto a su moral, más cercana a la de nuestra época que a la de la suya.
Del estudio se pasa al estrado, la habitación de las mujeres, donde ellas se sentaban para coser, leer, charlar… sentadas a la turca, con las piernas cruzadas sobre cojines. Aquí destaca un enorme espejo de plata bruñida y varios secreteres o bargueños.
La alcoba de Lope es la siguiente estancia en la visita, con su pequeña cama (no dormían tendidos, por la semejanza de esta postura con la de la muerte, sino recostados y algo erguidos) y una ventana para que pudiera seguir la misa cuando ya era mayor, ya que en este dormitorio murió el escritor de comedias más famoso de España, hasta tal punto que recibió el sobrenombre de “Fénix de los Ingenios”.
A continuación, el comedor y la cocina, ésta completamente reconstruida y que en la época no estaría en esta primera planta sino abajo, cerca del huerto y del pozo del agua. Aquí se puede ver el hogar, los cacharros de cocina y varios ejemplares de cerámica de Talavera. Lo último que se visita en esta primera planta es la habitación de las hijas, con dos pequeñas camas.
¿Te gusta visitar las casas de personajes famosos? Mira la de Miguel Hernández, la del pintor Joaquín Sorolla o la del poeta Antonio Machado.
Por último se sube hasta la segunda planta, abuhardillada, donde existía un cuarto de huéspedes que en la época era obligatorio mantener para alojar a militares o cargos cercanos a la corona (“habitación de regalía” se llamaba, ya que ese alojamiento y manutención eran también gratuitos para el alojado). La visita finaliza viendo la habitación de las sirvientas y la de los niños pequeños (no os perdáis en ésta el colgante de amuletos con el que se intentaba proteger a los niños en esa época).
Al terminar, hemos vuelto al jardín para disfrutar un poco más de su frescura y, antes de irnos, no nos hemos resistido a comprar la guía de esta casa museo de Lope de Vega, editada de forma muy visual y que, por 7 euros, nos ha parecido muy asequible.
A nuestros hijos la visita les ha permitido relacionar lo que están estudiando en clase con las explicaciones del guía y los objetos que hemos podido ver y la verdad es que no se les ha hecho larga. El guía les ha preguntado un par de veces para centrar su atención, aunque, como los grupos son reducidos, la verdad es que el trato que te dan es casi personalizado, puedes hacer muchas preguntas y así aprender aún más de Lope de Vega y de su época.
Horarios y tarifas para visitar la casa de Lope de Vega
Antes de nada, debéis saber que la casa sólo es visitable mediante reserva previa. Si te presentas allí sin más, no podrás entrar. Las visitas son guiadas y en grupos de 10 personas como máximo. También hay que tener en cuenta que es una casa de tres pisos y que data del siglo XVII, por lo que la parte alta no es accesible para personas con problemas de movilidad.
Cómo reservar: llama al teléfono 91 429 92 16 o envía un correo electrónico a casamuseolopedevega@madrid.org.
Horarios de visita a la casa de Lope de Vega en Madrid
- De martes a domingo de 10:00 a 18:00 h.
- Cierran los lunes, los días 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 9 de noviembre y 24, 25 y 31 de diciembre.
Las visitas, de unos 35 minutos, comienzan cada media hora y la última es a las 17:00. Además de en castellano, también las pueden hacer en inglés, francés e italiano.
La entrada a la casa es gratuita y también lo son todas las actividades (talleres, exposiciones, etc.) que se organizan en su interior.
Fotos de la casa museo de Lope de Vega en Madrid
Dónde está la casa de Lope de Vega
La casa que habitó y en la que murió Lope de Vega está, curiosamente, en la calle de Cervantes número 11, casi enfrente de la casa donde vivió y murió el autor del Quijote. En este mapa puedes consultar su ubicación exacta.