Pocas cosas hay tan relajantes como una puesta de sol y, si estás pasando las vacaciones con tus hijos, seguro que necesitas esos momentos de paz. Hasta los niños más nerviosos se tranquilizan contemplando ese disco de fuego que se va ocultando en el horizonte, esto es una “verdad verdadera” 😉
Después de un día de playa o de turismo, sobre todo al final del verano, justo antes de la vuelta al cole, el atardecer es un momento de recogimiento que siempre sienta bien, a los peques y a los grandes…
En nuestras vacaciones en Conil de la Frontera a lo largo de los años hemos ido descubriendo unos cuantos parajes en los que ese momento en que muere el día resulta especialmente mágico y belloy en este post cCompartimos con vosotras esas experiencias 🙂
Playa de los Bateles

La playa de los Bateles es la situada junto al paseo marítimo de Conil, donde está el mercadillo playero y donde podéis pasar, por cierto, buenos ratos haciéndoos un tatuaje de henna o sencillamente comprando algún objeto de artesanía local. Varias pasarelas de madera llevan hasta la orilla y eso da mucho juego tanto para contemplar el atardecer como para hacer fotos preciosas. No os lo perdáis, porque, además de precioso, está muy a mano, no necesitas desplazarte para nada.
Faro de Roche
Si seguís la pequeña carretera que lleva al puerto de Conil, en cuanto paséis éste y subáis un repecho, os encontraréis al pie del faro del Cabo Roche. Alrededor de él se ha habilitado un caminito (de un lado enebros, del otro el acantilado y el mar) que permite divisar el horizonte y, en determinados meses, observar las aves (espátulas comunes) que utilizan este corredor migratorio. Las gaviotas ponen la banda sonora a unas imágenes que ni vosotros ni vuestros hijos podréis olvidar: a un lado, el poniente; al otro, destellando en la lejanía, el faro de Trafalgar.
Faro de Trafalgar
Aquí podéis combinar la belleza de la puesta de sol con la historia naval española, porque en estas aguas —peligrosas por sus corrientes y remolinos— tuvo lugar en 1805 la batalla de Trafalgar, en la que España perdió los restos de su flota. El gran Faro de Trafalgar, las dunas de arena a su alrededor, la silueta azulada del continente africano hacia el sur… todos esos elementos colaboran para que las imágenes del sol metiéndose en el mar nunca se nos olviden ni a nosotros ni a nuestros hijos.
Zahara de los Atunes
El pueblecito pesquero de Zahara de los Atunes, convertido ahora en gran centro turístico de esta Costa de la Luz, tiene una playa larga y arenosa en la que los últimos rayos de sol ocasionan reflejos tornasolados. A esa última hora del día no hay casi bañistas, sólo algún paseante, así que no os perdáis este atardecer si queréis crear un recuerdo familiar de esos que luego se amplían y se enmarcan. La luz del atardecer en Zahara de los Atunes es fantástica y, al terminar, siempre se puede cenar en alguno de los restaurantes que dan directamente sobre la playa (nuestro favorito, El Clandestino…).
Otra escapada interesante para unas vacaciones con niños en la provincia de Cádiz es esta excursión a Vejer y Conil disponible desde la ciudad de Cádiz o desde El Puerto de Santa María.