Para las que seguís nuestro blog, ya sabréis que lo de navegar en familia es un plan al que recurrimos muy a menudo: en golondrina, en motora, a remo o en barco de cristal… incluso nos gusta navegar por tierras de Castilla… sí, de Castilla 🙂 Pues el plan de hoy también es en barco.

En la zona oeste de Zamora y Salamanca y limitando con Portugal existe un parque natural bellísimo que os proponemos conocer en un fin de semana. Además, lo podéis hacer de manera divertida, en familia y todos se lo pasarán bien: vamos a dar un paseo en barco por las Arribes del Duero.

Un Parque Natural entre dos países

El río Duero actúa de frontera natural entre España y Portugal a lo largo de 120 km, en los que discurre encajonado entre enormes bloques de granito. En ese tramo, sus aguas son internacionales. Incluyendo sus riberas y los territorios aledaños, este paisaje –que ya es reserva de la biosfera– ocupa más de 190.000 hectáreas, repartidas entre los dos países y que, en cada uno, reciben nombres diferentes. El Parque Natural de las Arribes del Duero se llama así en España; en la parte portuguesa es conocido como Parque Natural del Duero Internacional.

El río Duero llega aquí con un caudal importante y, como además avanza entre estas paredes graníticas de varios cientos de metros de altura, rápidamente surgió la idea de aprovecharlo para la producción de energía eléctrica construyendo presas que permitiesen almacenar el agua para lanzarla a presión sobre las turbinas generadoras. Y, en efecto, se construyeron nada menos que cinco, tres en el lado portugués y dos en el lado español:  Aldeadávila y Saucelle.

Esta acumulación de agua, remansada por los embalses, puede ser navegada y permite la observación de las especies de aves que anidan en las rocas de granito, en especial águilas, cigüeñas negras y buitres. También hay plantas típicas de esta zona, incluso únicas, como la llamada dragón de las arribes.

No hay un solo punto del que salgan los barcos de fondo plano y cubierta de cristal que te llevan en estas excursiones. Si buscáis en Google, veréis que es posible recorrer en barco las arribes del Duero tanto desde el lado español como desde el portugués.

Hora y media en un barco acristalado

Nosotros hemos organizado una estancia de un día en la parte salmantina de este parque natural, durmiendo la noche anterior en una casa rural del pueblo de Mieza (El Mirador de la Code, muy aconsejable y de buen precio), a una media hora del embarcadero del que sale el barco. Antes o después, podéis acercaros con el coche a alguno de los miradores que ofrecen una increíble perspectiva desde arriba.

Contratamos el crucero fluvial –de unos 90 minutos– directamente en la página web y pagamos 18 euros por persona (mayores de 12 años son considerados adultos a efectos de ticket). Es conveniente reservarlo antes, aunque también se puede comprar en el embarcadero media antes de la salida, pero os arriesgáis a que no queden plazas libres (sobre todo en los típicos periodos de vacaciones).

El barco recorre un trayecto importante hasta llegar a la presa, donde da media vuelta y regresa al punto de partida. Tiene el techo de cristal, con segmentos que se pueden abrir para que entre el aire y no haya efecto invernadero, y te permite contemplar todo el entorno. Vas cómodamente sentado y, además del conductor, hay una guía que te cuenta la historia de las arribes, te señala las aves que se van encontrando en el recorrido, explica la explotación tradicional que los pobladores de esta zona hacían de las arribes (pastoreo de cabras, recogida de leña, pesca, caza, contrabando de una orilla a otra…). Lo hace con mucho humor y, además de aprender, te ríes.

La mejor época para hacer este recorrido es quizá la primavera, porque hay más agua (hay cascadas y arroyos que van a dar a las arribes, cayendo desde arriba, y que en verano suelen estar secos). Nosotros lo hicimos a las 12 de la mañana de un día de agosto y tuvimos suerte, porque estaba un poco nublado y no pasamos demasiado calor (el barco lleva ventiladores por si la temperatura sube demasiado). Os aconsejamos que llevéis unos prismáticos, para que disfrutéis más del avistamiento de aves. Por supuesto, protector solar y una cámara de fotos son también imprescindibles.

Una cosa curiosa de las arribes es que, al ser tan altas, protegen el espacio entre ellas y, de ese modo, la temperatura al nivel de agua puede ser hasta 5 grados más alta: aquí hay un microclima mediterráneo que hace posible el cultivo de plantas que normalmente no se ven en Castilla y León, como los kiwis o las almendras (en el lado portugués hasta hay cultivos tropicales).

Cómo reservar un crucero por las Arribes del Duero

En esta zona se pueden hacer paseos en barco como el que hicimos nosotros, rutas de senderismo, vistas desde los miradores, recorridos en canoa… Si queréis tener toda la información sobre el parque natural, su historia, su evolución y su estado a día de hoy, existen centros de interpretación de las Arribes del Duero (con el nombre de “casas del parque”) en los pueblos que se hallan en su territorio. En Fermoselle (Zamora) tenéis uno de ellos y en Sobradillo (Salamanca) hay otro.

Fotos de nuestro paseo en barco por las Arribes del Duero

En esta galería de fotos puedes ver algunas instantáneas de nuestro crucero por el Duero; fíjate bien en las fotos porque podrás encontrar algunos ejemplares de aves que, también, podrás avistar durante el viaje:

Desde Miranda do Douro, en el lado portugués, sale otro que dura tres horas y que se especializa mucho más en los comentarios sobre animales y plantas: es el Crucero Medioambiental de la Estación Biológica Internacional. Este es apto para familias con hijos más mayores.

¿Qué significa arribes?

La palabra arribes procede de la expresión latina “ad ripae”, que podemos traducir como “a la orilla” y es femenina como femenina es la palabra “ripa”. En realidad, debería ser “las arribas”, pero se ha conservado pronunciado a la manera asturleonesa, creando el plural en “es” (igual que dicen les vaques, en lugar de las vacas). Designa las grandes paredes de granito, como acantilados, que en otros lugares también se llaman farallones.

Dónde están las arribes del Duero

Como decíamos es un tramo que ocupa el sudoeste de Zamora, el noroeste de Salamanca y la parte colindante de Portugal. En este mapa podéis orientaros.

El crucero que hicimos nosotros (del que son todas las fotos que veis en este artículo) es el que sale de la Playa del Rostro, cerca de Aldeadávila de la Ribera (Salamanca). Es apto para familias con niños por su duración y sus explicaciones, sencillas y al alcance de todo el mundo. En este enlace tenéis los horarios de este paseo en barco y podéis contratarlo online.