
Durante nuestra estancia en Valencia en familia, hace unos años, decidimos pasar un día conociendo La Albufera. Es un magnífico espacio natural que descubrimos en familia y a bordo de una de las típicas barcas de fondo plano que pueden funcionar con motor o con una larga percha con la que se avanza de modo parecido a las góndolas venecianas (que es una imagen que todos tenemos en la cabeza).
Para esta excursión os aconsejamos que reservéis un día completo. O, al menos, medio: una mañana y la comida allí mismo (hay una gran oferta de restaurantes) o bien comer primero y luego visitarla y ver la puesta de sol.
¿Qué es La Albufera?

Una albufera es un lago de agua dulce separado del mar por una lengua de tierra. La de Valencia se encuentra a solo 10 km de la ciudad y es fácil acceder a ella. Forma parte del Parque Natural de La Albufera, declarado así en 1986 y que también incluye zonas de arrozales, áreas boscosas, varios pueblos y playas salvajes con dunas.
Es un ecosistema de tipo mediterráneo protegido y cuyo protagonista es el gran lago, con una extensión de 24 km2. Es fácil llegar (abajo tenéis un mapa) y, para hacer una excursión en barca y conocerla desde dentro, lo más sencillo es dirigirse al pueblo de El Palmar. Allí encontraréis un lugar para dejar el coche y varias empresas que os propondrán la fórmula “comida más excursión”.

Los que hayáis visto, ya hace años, la serie Cañas y Barro o hayáis leído la novela homónima de Blasco Ibáñez, sabéis lo que es La Albufera de Valencia y cómo, de ser explotada sobre todo para la pesca, pasó a incluir amplios arrozales que los agricultores ganaron echando tierra al agua hasta ampliar la superficie cultivable.
Albufera es una palabra árabe que significa, “pequeño mar”, aunque apenas tiene profundidad (1m de media). Contiene 6 islotes o matas (porque tienen mucha vegetación) con los nombres de Mata del Fang, Mateta de Baix, Mata de la Barra, Mata de l’Antina, Mata de Sant Roc y Mata del Rei. En ella y en sus orillas viven aves, peces y pequeños mamíferos, algunos de ellos en peligro de extinción.
Así es el viaje en barca por la albufera valenciana

En nuestro caso, ya lo habíamos buscado y reservado por Internet a través de la empresa Very Valencia y, como un pequeño lujo, elegimos un combinado de viaje en barca privado, solo para nosotros cinco, con guía barquero, que también nos llevó a una barraca tradicional y nos la explicó por dentro y por fuera. Para terminar, comida en el restaurante SEK con vistas a la albufera y compuesta de entrantes compartidos, arroz a banda y postre. Todo incluido, 270 euros (54 euros por cabeza). Hay opciones más baratas si la barca es compartida, si no incluyes la barraca, si el menú es distinto… para todos los bolsillos, así que no os lo penséis y disfrutad de este maravilloso humedal.
Se embarca desde uno de los canales de agua que llegan al pueblo de El Palmar, como un embarcadero protegido. Las barcas son amplias, planas (por eso de que La Albufera tiene poca profundidad) y las preparan con una cierta comodidad: hay cojines para mitigar lo duro de la tabla en la que te sientas, te dan folletos sobre aves para que sepas las que viven aquí y puedas reconocerlas si logras avistarla y hay flotadores por si la travesía se pone complicada (algo poco probable).

Es un paseo muy agradable, aunque te da el sol y el aire, así que conviene protegerse con crema solar, llevar sombrero o gorra y botellas de agua.
Las barcas tienen un mástil con una vela para cuando hay calmachicha, aunque ya van provistas con un motor para desplazarse y, por si acaso, una percha con la que apoyarse en el fondo desplazarse (como un gondolero).
El guía te cuenta muchas cosas interesantes tanto de la parte natural del entorno como de la económica: cómo sirve esta albufera de sustento a los habitantes de la zona (pescadores, cultivadores de arroz…). Ha nacido en El Palmar y se nota que te habla de su tierra y de las cosas que ama. Es un placer escucharle y le hacemos muchas preguntas, que responde encantado de que nos interese su vida y la de sus antepasados.

Tras una hora de navegación, aproximadamente, nos detenemos en un pequeño embarcadero que da acceso a una barraca tradicional muy bien conservada y decorada con todos los muebles y los aperos de época. Tiene dos puertas y eso nos extraña, pero nuestro guía nos aclara que era para abrir las dos, generar una corriente de aire y que el interior se refrescara.
En tu escapada a Valencia, además de conocer lo más típico, como La Albufera, puedes vivir toda una experiencia gatronómica moderna con este tapas ‘experience’ por Valencia, ¿te apuntas?
¿Cómo es una barraca valenciana?

De planta cuadrada o rectangular, dos pisos y techo a dos aguas, la cubierta vegetal de las barracas tradicionales permitía que el agua de la lluvia se deslizara y no mojara el interior. Las paredes son de ladrillos de adobe y desde la entrada, orientada al sur, se accedía a la cocina, comedor y sala o almacén, todo diáfano. Una pared longitudinal lo separa de los dormitorios. En el piso superior solía haber criaderos de gusanos de seda, una producción que complementaba los ingresos de la familia (por eso junto a la barraca solía haber un par de moreras, la comida de esos gusanos).
La barraca que visitamos tiene fotos antiguas que te hacen imaginar cómo serían las personas que vivían aquí. Los chicos estaban boquiabiertos y el guía estuvo encantado contándonos cómo era la vida de sus abuelos. Ahora, esta barraca se usa para eventos (bodas, comuniones, fiestas de empresa…).
Fotos de nuestra ruta en barca por La Albufera
En esta galería de fotos podéis ver algunas imágenes de nuestro paseo en barca por La Albufera y la entrañable visita a una auténtica barraca valenciana:
Dónde está La Albufera
El acceso es fácil y rápido desde Valencia. La albufera está al sur de la ciudad, en este mapa puedes comprobar su situación exacta:
El acceso es gratuito. Puedes informarte de las características de este parque natural en el Centro de Interpretación de La Albufera de Valencia. Como en todo parque natural, hay varias posibilidades de recorrerlo (rutas a pie, en bici, en barca como hicimos nosotros…). No hay que pagar nada, pero sí debéis comprometeros para que vuestro paso por ella no se note: nada de dejar residuos ni arrancar plantas o molestar a la fauna (en fin, lo normal…).