El Jardín Botánico de Gijón es una sorpresa espectacular que no hay que perderse en una visita a la preciosa ciudad de Gijón con peques. Su nombre completo es Jardín Botánico Atlántico porque está especializado en la flora de las zonas atlánticas, pero ofrece al visitante mucho más que eso. Cuenta con más de 30.000 plantas de 2.500 especies, distribuidas a lo largo de una gran extensión de terreno (es enorme…), ya que mide en total 25 hectáreas.
Si visitas Gijón en familia, te recomendamos que reserves una jornada para visitar este museo vegetal lleno de vida; si tu experiencia resulta como la nuestra, el plan será todo un éxito 🙂
Nosotros lo visitamos en familia, mucho antes del coronavirus, en una mañana de agosto y, aunque nos dijeron que se tardaba unas dos horas en recorrerlo, estuvimos más de tres y, la verdad, da para mucho más. Te puedes tomar su visita como una manera de conocer más especies vegetales (que ahí vamos siempre cojos, y luego los niños no saben diferenciar una encina de un chopo) o, sencillamente, pasear por él como una actividad placentera y relajante, que sin duda lo es. En nuestro caso, hicimos un poco de las dos cosas: fuimos recorriendo sus senderos, bosques y praderas tranquilamente pero fijándonos y leyendo la información sobre las plantas y árboles que más nos llamaban la atención.
Da gusto ver que hay operarios trabajando por todas partes y que cada rincón está cuidado y tratado con mimo. Las especies están bien etiquetadas, lo que te permite entender lo que estás viendo e ir aprender cosas nuevas.
Áreas temáticas del Botánico de Gijón
Hay 4 áreas temáticas, pero siempre con el Océano Atlántico como elemento común: el Entorno Cantábrico, el Jardín de La Isla, el Itinerario Atlántico y la Factoría Vegetal:
Entorno Cantábrico
Esta zona recorre las especies vegetales autóctonas de esta zona costera, que forma una especie de frontera entre el sur de Europa, mediterráneo, y la zona norte del continente europeo. Aquí hay bosques de robles, encinas, alcornoques, hayas… junto a vegetación de marismas y arenales costeros.
Jardín de La Isla
Este es un pequeño gran tesoro de este museo botánico. Es un auténtico jardín romántico de finales del siglo XIX que combina plantas y estanques, riachuelos, pequeñas cascadas para crear rincones deliciosos. Es una creación del industrial gijonés Florencio Valdés y, en una pequeña caseta del recorrido, se cuenta su historia y las razones que tuvo para formar este jardín. Es sin duda uno de los espacios imprescindibles en una primera visita.
Itinerario Atlántico
Está integrado por seis subzonas: bosques boreales y templados de Norteamérica y Europa, el paisaje caribeño tropical y el Mediterráneo. En esta área se encuentra la aliseda del río Peñafrancia y la carbayera del Tragamón, que es un bosque de robles centenarios que incluye una recreación de las carboneras, esa especie de montículos para hacer carbón vegetal.
En esta última área hay una zona muy especial para los más pequeños: el Bosque de los Niños, con una zona de toboganes y diversas actividades para los críos. También hay una exposición sobre Carlos Linneo, el biólogo sueco que creó el actual sistema de nomenclatura a base de dos nombres, uno para el género y otro para la especie. En ese pequeño pabellón se habla sobre todo de su viaje a Laponia y de sus experiencias con el paisaje y con las gentes de esa parte de Escandinavia.
Factoría Vegetal
Esta es quizá la parte más didáctica y más fácil de entender para los niños. Aquí se tratan las plantas como alimentos, medicinas, tejidos, símbolos religiosos… y tanto en este lado del Atlántico como en la ribera americana. Aquí hay todo tipo de plantas de Europa y América, huertos, plantas medicinales… Existe también un conjunto de cinco casas, que forman la típica casería asturiana y que se componen de una casa, un molino, un lagar, una cuadra y un hórreo. En ellos se trata el tema de la alimentación a nivel global. A nosotros nos gustó especialmente toda la zona dedicada a las abejas, a su importancia como polinizadoras de los cultivos y la grave crisis que sufren en estos momentos, ya que están desapareciendo de algunas zonas del planeta, poniendo en peligro nuestra supervivencia.
En el Jardín Botánico de Gijón hay una amplia zona de picnic en el que se puede uno sentar y comer unos bocadillos mientras hace un alto en la visita. Si no, se puede comer también en la cafetería. Todos los días hay visitas guiadas, que se centran en una de las áreas temáticas y que son gratuitas. Para entender mejor la visita, también se pueden alquilar audioguías.
Fotos del Jardín Botánico de Gijón
A lo largo del año organizan diversas actividades, como visitas nocturnas, conciertos, talleres, campamentos de verano… Te recomendamos todas las actividades en las que puedas participar, y compartimos algunas imágenes de nuestra visita libre para animarte 😀
Vídeo del Jardín Botánico Atlántico, visto por los ojos de un niño
Para que veáis, también, cómo disfrutaron nuestros hijos de la visita, aquí tenéis el vídeo que grabamos 😉
Dónde está el Jardín Botánico de Gijón
El Jardín Botánico Atlántico se encuentra en frente de la Universidad Laboral de Gijón, en la Avenida del Jardín Botánico 2230. En este mapa lo puedes ver mejor:
Horarios precios del Jardín Botánico Atlántico de Gijón
Os damos la información de horarios y precios que había antes del coronavirus; si váis a visitar este jardín próximamente, os recomendamos consultar la información actualizada en la web de Turismo Asturias.
- En verano (de junio a septiembre): de 10:00 a 21:00 horas y no cierra los lunes.
- En invierno (de octubre a mayo): de 10:00 a 18:00 horas
Las visitas guiadas en verano son, de martes a viernes, a las 12 y a las 18 horas. Los sábados y domingos, a las 12, a las 16 y a las 18. En invierno, de martes a viernes, a las 12 horas y los sábados y los domingos, a las 12 y a las 16 horas.
- Adulto: 2,90 euros Entrada reducida: 1,80 euros (jóvenes entre 12 y 26 años, personas de más de 65 años
- Gratis para menores de 12 años.
Las visitas guiadas no tienen coste adicional.