Cada año, entre finales de febrero y mediados de marzo (o un poco antes, si las temperaturas son más altas), según el calor que haga, florecen los almendros.
Quienes habitan en el campo disfrutan este despertar de la primavera de manera directa y seguramente todos los días ven algún árbol en flor. Para los que vivimos de las grandes ciudades, sin embargo, es todo un acontecimiento descubrir que los cerezos y los almendros de los jardines por los que pasamos habitualmente ya están llenos de flores blancas y rosas.
Acostumbrados a movernos entre asfalto, aceras, tráfico, edificios… de pronto esos nuevos colores nos avisan de la belleza de la naturaleza que vuelve a la vida tras el invierno. Los almendros de la Quinta de los Molinos son esa belleza que anuncia la primavera en pleno Madrid.
Por todo ello, cuando nos enteramos de que en plena ciudad, en la Quinta de los Molinos, podemos pasear entre almendros como si estuviéramos en los campos alicantinos, nos sentimos felices de poder descubrir rincones especiales y compartirlos con nuestros niños y nuestros amigos.
En efecto, el Parque de la Quinta de los Molinos es un espacio verde amplio y lleno de encanto muy cerca del centro de Madrid (más abajo tienes un mapa para que puedas ubicar exactamente este parque madrileño tan especial). Además de otros muchos encantos, la Quinta de los Molinos, situada en el distrito de San Blas, cuenta con cientos de almendros que, al llegar la primavera, florecen creando extensiones de color blanco o rosáceo (según la clase del almendro, así es el color de la flor) llenas de encanto. Acércate con tus hijos, porque, en estos días, el parque de la Quinta de los Molinos se llena de visitantes que hacen fotos, pasean, aspiran el suave aroma de las flores, sonríen y se sienten más felices por ese contacto con la Naturaleza.
Historia del parque de la Quinta de los Molinos
Originalmente, la Quinta de los Molinos perteneció a la familia Torres Arias, que se lo vendió al arquitecto alicantino César Cort, quien, para no echar de menos su tierra, decidió crear un jardín mediterráneo, lleno de especies de árboles y flores típicas de aquella zona. Así, en la zona sur de la Quinta de los Molinos, dividió el terreno en varias parcelas y en ellas plantó almendros de diverso tipo, rodeados de coníferas y un gran número de arbustos para que los protegieran y, al mismo tiempo, marcaran los caminos y vías de servicio del parque.
Hay casi 6.000 almendros en la Quinta de los Molinos y lo mejor es que no están sólo en un área, sino que hay varias y extensas, de modo que, aunque haya gente, siempre puedes encontrar un almendro en flor “para ti”, para que tus hijos vean de cerca las flores, para que entiendan cómo de ahí, unos meses más tarde, se obtendrán almendras, tan ricas y que en nuestra cocina tanto juego dan (desde el turrón hasta los pasteles, los guisos o un buen aperitivo).
Cómo encontrar los almendros de la Quinta de los Molinos
Cómo decíamos, hay almendros en varios sitios del parque, pero, si queréis ir a tiro hecho, hay una puerta de la Quinta de los Molinos que da directamente a una zona llena de estos árboles. La entrada principal al parque es por la calle Alcalá 527 y está rodeado por una tapia en la que hay otras puertas secundarias. Si accedéis por la calle Miami, veréis un pequeño parque infantil en el lado de fuera de la tapia. Allí mismo hay una puerta por la que entraréis directamente a una de las zonas de la Quinta de los Molinos poblada de almendros.
Fotos de la floración de almendros en el parque de la Quinta de los Molinos
Mirad estas fotos y decid si no es un regalo para los sentidos… 😉
Haz clic en el siguiente enlace si quieres saber situación, horarios y más detalles sobre el Parque de la Quinta de los Molinos.