La Navidad en España está llena de tradiciones, casi todas muy arraigadas, que se van transmitiendo de generación en generación. Nosotros, como muchas otras familias, las vivimos con nuestros hijos y las promovemos y modernizamos a nuestra manera, porque la Navidad en España es una de las más típicas de Europa.

Aquí tenéis las tradiciones navideñas más generalizadas (algunas de ellas las podéis conocer más de cerca si os apuntáis a alguna de las rutas navideñas organizadas por la Oficina de Turismo de Madrid, por ejemplo. Además de todas ellas, generalizadas en todo el país, existen muchas otras más locales, como el Tió de Cataluña, el Olentzero del País Vasco y muchas otras en las diversas regiones españolas.

Ir a ver las luces de Navidad

Todas las ciudades adornan sus calles con iluminación especial diseñada con motivos navideños típicos, aunque cada vez más hay luces de Navidad muy modernas y diseñadas por creadores de moda, incluso las hay patrocinadas por determinadas marcas.

En Madird, se pueden ver las luces a pie, en coche, o en el Navibús, a gusto de cada uno, pero es una actividad ya tradicional en la Navidad española. Este año, eso sí, hay que evitar aglomeraciones, pero hay muchas noches y muy largas, así es que no tiene por qué haber problema 🙂

Árbol de Navidad

Aunque no es una tradición de origen netamente español, en todas las casas ponemos un abeto de Navidad, con el formato que sea (natural, de plástico, de madera, pequeño, grande…).

Es típico, al llegar el famoso Puente de Diciembre (los días festivos en torno a la fiesta de la Inmaculada y de la Constitución), aprovechar para decorar el árbol en familia, adornándolo de la forma más abigarrada posible, pero este año del coronavirus, con el tiempo que vamos a estar en casa, quizá podamos montar, desmontar y volver a montar varias veces el árbol, ¿no te parece?

Belén o Nacimiento

El belén navideño es una representación del nacimiento del Niño Jesús en el pueblecito de Belén y todas las familias ponen el suyo. Los hay muy sencillos, formados sólo con los personajes básicos (el Niño, San José, la Virgen María, el buey y la mula), y los hay (es lo que suele pasar en casas en las que hay peques) llenos de personajes extraños y sorprendentes y llenos, por tanto de diversidad 🙂

En los belenes tradicionales que se instalan para ser visitados por el público, solemos encontrar las habituales figuritas y escenas: los pastores, la venida de los Reyes Magos, los ángeles anunciando la buena noticia a todos los habitantes de Belén… En España la tradición belenista ha producido fantásticos belenes artísticos (como el famoso belén de Coca) que se pueden visitar durante toda la temporada de Navidad y hasta belenes napolitanos.

Turrón y mazapán

Son los dulces más típicos de Navidad en España. El turrón está hecho con miel y almendras y lo hay duro (con las almendras enteras) y blando (con las almendras machacadas formando una masa con la miel. El mazapán está hecho también con una masa de almendras que se modela formando figuritas (campanas, peces, caracoles…). Se come como postre de las principales comidas y cenas navideñas y te lo ofrecen en cualquier casa a la que vayas en esas fechas, sea el momento del día que sea.

Para ser buenos anfitriones en Navidad, hay que tener una buena bandeja llena de turrones y dulces navideños; os recomendamos comprarlos en tienda tradicional, como Casa Mira, en Madrid.

Ir al mercadillo navideño

El mercado de Navidad de la Plaza Mayor es el más típico de Madrid, pero en casi todas las ciudades hay uno de estos mercadillos navideños y están llenos de figuritas para montar el belén, de árboles y adornos de Navidad, de artículos de broma…

En Barcelona, por ejemplo, se celebra la Fira de Santa Llúcia (hasta el 23 d ediciembre, día de Santa Lucía), y en Granada se instala un gran mercado navideño en el centro de la ciudad con peculiaridades muy interesantes.

A nosotros nos gusta quedar con hermanos, primos, cuñados, abuelos… aunque este año, aún en tiempos de coronavirus, iremos sólo el núcleo familiar, con mascarillas, claro, y compartiremos las bromas con algo más de distancia social 😉 Es muy divertido, vamos comprando una nueva figurita o adorno año a año y ya lo hemos convertido en nuestra propia tradición familiar.

Cantar villancicos con zambomba y pandereta

Los cánticos de Navidad existen en muchos países, pero en España, además de que a esas canciones —casi todas de exaltación del Niño, de sus padres María y José— se las llama villancicos, el canto vocal se acompaña con dos instrumentos específicos: la pandereta y la zambomba, esta última ya con un uso muy limitado, porque hacerla sonar no es del todo fácil.

Es tradición, además, en muchas zonas rurales, que los peques tengan que cantar un villancico para que los mayores les den los aguinaldos, y existen, incluso, villancicos especiales para pedir el aguinaldo, ¿lo conoces?

En los colegios, antes de dar las vacaciones de Navidad, se suelen organizar pequeños festivales en los que se cantan villancicos mientras se golpea la pandereta. No olvidéis estos títulos: Ay del chiquirritín, Pero mira cómo beben los peces en el río, Campana sobre campana, Ande, ande, ande, la Marimorena…

Los Santos Inocentes

El 28 de diciembre es el día de los Santos Inocentes, es decir, el día de las bromas. El símbolo típico es un muñeco de papel que puedes colgar a tus amigos y conocidos, pero existe una amplia variedad de bromas que los más juerguistas hacen en sus casas, sus centros de trabajo, con sus amigos. En el mercado de Navidad de la Plaza Mayor hay una parte dedicada a objetos de broma para el día de los Santos Inocentes.

Comer 12 uvas en Nochevieja

Se las llama las uvas de la suerte y se toman a las doce de la noche del día 31 de diciembre siguiendo las doce campanadas del reloj de la Puerta del Sol de Madrid (que este año, en tiempos de coronavirus, permanecerá cerrada al público). En este enlace puedes ver por qué se toman doce uvas en Nochevieja. Hay gente que va allí esa noche a tomárselas en directo (en años libres de pandemia, claro), y para los peques solemos recomedarte que vayas a alguno de los ensayos de las uvas de Nochevieja que se hacen en la plaza el día de antes, aunque entendemos que este año puede que también estén limitados; no pasa nada: lo veremos por la tele, y ya está 🙂

Chocolate con churros el día de Año Nuevo

En España no hace falta mucha justificación para comer chocolate con churros, sobre todo en invierno. En cualquier momento, por ejemplo en la capital de España, se puede ir a alguno de los sitios típicos para tomar chocolate con churros en Madrid, y, en Barcelona, a La Churre del Poble Sec 😉

Sin embargo, la mañana de Año Nuevo esto es casi una obligación, ya que la tradición está muy arraigada, sobre todo en quienes pasan la noche de fiesta y por la mañana, antes de volver a casa, pasan por alguno de esas chocolaterías típicas para empezar bien el año. Si este año no puede ser, pues siempre podemos hacer un rico chocolate a la taza en casa y acompañarlo de un trozo de pan con rica mantequilla untada… (¡pruébalo!).

Carta a los Reyes Magos

Cada año, en diciembre, los niños españoles escriben una carta a los Reyes Magos contándoles lo bien que se han portado y pidiéndoles juguetes. El día 5 de enero, antes de acostarse, limpian bien sus zapatos y los dejan en algún lugar visible del comedor, o junto al árbol de Navidad.

También preparan algo para dejárselo a los Reyes y a sus camellos (un poco de turrón, agua…). Al despertarse el día 6, sus zapatos están llenos de regalos y, si se han portado mal, encontrarán también carbón de azúcar, para que reflexionen y se porten mejor. Es una noche mágica hasta que se hacen mayores y dejan de creer.

Por si este año empiezan a surgir las dudas por los comentarios en el cole de los Reyes Magos no existen y tú quieres mantener la ilusión por un tiempo, aquí te traemos 10 pruebas de que los Reyes Magos sí existen y nuestras técnicas para convencer a los peques de que los Reyes Magos son de verdad 😉

Y para esos niños que ya no creen, os sugerimos esta carta a los niños que ya no creen en los Reyes Magos.

Cabalgata de los Reyes Magos

El día 5 de enero por la tarde en todas las grandes ciudades de España hay un desfile con carrozas, iluminación, música y… ¡los tres Reyes Magos! Melchor, Gaspar y Baltasar tendrán una noche muy atareada dejando juguetes en los zapatos de todos los niños que se han portado bien, pero antes las ciudades les hacen su recibimiento. Las familias esperan pacientemente hasta que la cabalgata llega y va pasando ante sus ojos y lanzando caramelos que los críos se apresuran a recoger.

Estas navidades, aún en tiempos de coronavirus, entendemos que los Reyes Magos llegarán de forma más discreta para evitar las típicas aglomeraciones de peques y grandes, pero tampoco pasa nada, porque es casi seguro que podremos ver la llegada por la tele, o esperar pacientemente a que lleguen a casa 🙂

Roscón de Reyes

Después de la cabalgata y también al día siguiente, el 6 de enero, es costumbre comer roscón de Reyes. Se trata de un dulce con forma de gran rosquilla (aunque la hay de muchos tamaños), que puede tomarse tal cual o relleno de nata, trufa, cabello de ángel o cualquier tipo de crema.

Tiene una particularidad y es que, en su interior, escondida, hay una sorpresa (una pequeña figurita) y quien la encuentre tendrá que pagar el roscón. En Madrid, por ejemplo, sólo hay sorpresa, pero en otras zonas de España, como en Valencia, se mantiene la tradición de esconder dos elementos: la figurita y el haba. Según la tradición levantina, quien encuentra la figurita debe ser coronado rey, y quien encuentra el haba debe pagar el roscón.

Lotería de Navidad y del Niño

El 22 de diciembre y el 6 de enero hay dos sorteos de la Lotería Nacional que todo el mundo sigue, ya que casi todas las familias se juegan algún dinerito. El “sonsonete” del Sorteo de la Lotería de Navidad, con niños —los famosos niños del colegio de San Ildefonso— que van sacando los números de un bombo y los premios de otro son desde hace años uno de los sonidos navideños bien reconocibles en toda España.

El día 6 de enero por la mañana se celebra el sorteo del Niño (por el Niño Jesús), no tan seguido ni tan reconocible pero en el que es costumbre jugar algún décimo para resarcirse si no ha habido premio en Navidad 😉

Pedir el aguinaldo

Algunos niños lo siguen haciendo, sobre todo en pueblos y ciudades pequeñas, pero esta tradición sí se está perdiendo. Durante los días de Navidad, los niños recorren sus vecindarios cantando de puerta en puerta algún villancico y extendiendo la pandereta para que la gente les eche algunas monedas. No obstante, podemos reducir esta tradición a la unidad familiar.

Hace años, también los carteros, los barrenderos, los serenos… iban a ver a los vecinos del barrio en el que trabajaban con tarjetitas en las que se podían leer frases como “El cartero le desea Feliz Navidad”. Las iban entregando casa por casa y la gente les daba siempre una propina, o sea, el aguinaldo. En el siguiente enlace encontrarás la letra de un villancico popular para pedir el aguinado.