En Navidad hay que cumplir con las tradiciones típicas de estas fiestas. Además, es importante que los niños entiendan esas tradiciones navideñas, porque así las repetirán a lo largo de su vida. Una de las más importantes es comer las 12 uvas de Nochevieja, pero…. ¿por qué en España comemos esas 12 uvas en la última noche del año?
Conseguir comerse las 12 uvas de la suerte al son de las 12 campanadas y acostarse más tarde de lo habitual es un aliciente indiscutible para los niños en Nochevieja.
Las preuvas de Nochevieja: la nueva moda
En los últimos años cada vez hay más gente que celebra las preuvas. Se trata de ir a la plaza o lugar típico de las campanadas de Nochevieja (en el caso de Madrid, la Puerta del Sol) para el ensayo general. Se suelen comer otras cosas, no uvas: 12 chuches, 12 frutos secos, 12 caramelos… Mira cómo se celebraban las preuvas en Madrid, antes del coronavirus.
Origen de la tradición de las uvas de la suerte
En España tenemos esta tradición —bien arraigada y generalizada— de comer 12 uvas a las doce de la noche del 31 de diciembre. En otros países de Europa no hacen nada parecido, así que es algo propio de los españoles.
El origen de esta costumbre —una tradición de Navidad en España, sí— data de finales del siglo XIX y principios del XX y es de lo más curiosa. Nosotros se la recordamos a nuestros hijos cada año, para que sepan por qué hacen las cosas y cuál es el origen de las cosas que hacemos en Navidad.
La costumbre de beber champán y comer unas uvas el último día del año existía en Madrid hacia 1896 y existe documentación sobre ella. Era algo que hacían las clases pudientes, los más ricos, a imitación de la burguesía francesa. Se trataba, por tanto, de una costumbre elitista, de la que no participaban las clases populares, que probablemente la conocían, aunque no pudiesen practicarla.
A principios del siglo XX, en 1902, se sabe que la tradición se había extendido a otras áreas de España, pero siempre reduciéndose a las clases sociales con más dinero. Fue en 1909 cuando, al producirse una gran excedente de producción de uvas –especialmente en la zona del Levante español– los viticultores iniciaron una campaña para promocionar esa costumbre popularmente y, por lo que se ve, lo consiguieron.
El reloj de Sol en Nochevieja
Hoy, en todos los hogares, a las doce de la noche de cada 31 de diciembre y siguiendo el ritmo de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol de Madrid, los españoles van comiendo una a una las doce uvas, que simbolizan la suerte que les traerá cada uno de los doce meses del año que está a punto de comenzar.
Por cierto, si quieres vivir con tus peques ese momento especial, pero no quieres pasar las apreturas y el frío que conlleva estar a esas horas en la Puerta del Sol, te recomendamos que acudas al ensayo de las uvas de Nochevieja que tiene lugar el 30 y el 31; eso sí, no puedes comer uvas, sino cualquier otra cosa 😉
Con niños pequeños, la última noche del año se convierte en una oportunidad de festejar en familia de una forma extraordinaria: ropa especial, comida especial, juegos… Conseguir comerse las 12 uvas de la suerte al son de las 12 campanadas y acostarse más tarde de lo habitual es un aliciente indiscutible para los niños en Nochevieja.
Y, no olvidéis buscar planes más «alternativos» para el día siguiente, Año Nuevo, como estrenaros en una pista de patinaje sobre hielo o descubrir las actividades navideñas que los parques de atracciones suelen preparar para estos días.