En las vacaciones de Navidad, buscamos siempre más planes de lo habitual para entretener a los peques. Hace frío y no siempre podemos salir de casa, así es que tenemos que tirar de imaginación… y manualidades 😉

La actividad en casa que os proponemos hoy es una de esas actividades creativas en las que los mayores podemos participar activamente y los pequeños, con sus manitas habilidosas, se pueden verdaderos protagonistas… ¿Qué tal enriquecer el belén de Navidad con figuritas artesanales, hechas en plastilina?

Nosotros encontramos que les encanta, especialmente si se trata de hacer personajes que nunca estarían en el belén y que a ellos sí les interesa. Un oso polar escuchando música con unos cascos, Perry el ornitorrinco, Bob Esponja… todo vale si a ellos les parece bien. Basta con poner un hule para proteger la mesa y, sobre todo, poner un poco de orden para que cojan los trozos que realmente necesitan y para que no mezclen unos colores con otros involuntariamente.

Fotos: nuestras figuritas para el belén de plastilina

En esta pequeña galería de fotos podéis ver lo variado que es nuestro belén de Navidad y lo integrados que están todos los personajes 🙂

Referencias para hacer figuras de plastilina

Cada año, en el Matadero de Madrid se monta una exposición de belenes internacionales; nosotros vamos siempre a visitar esta exposición, porque cada año traen piezas diferentes que nos sirven de inspiración para montar el belén en casa. En esta galería os dejamos algunas fotos:

También hemos visitado otras exposiciones curiosas relacionadas con el arte de modelar con plastilina, como ésta denominada Plastihistoria en la que se representan escenas de la Historia; seguro que viendo las fotos también podéis obtener ideas para vuestro montaje:

Diseñar el belén y modelarlo

Una vez hemos tomado las referencias hay que ponerse manos a la obra para diseñar y construir nuestro belén de plastilina, porque nos va a llevar varios días…

Hay que modelar personajes, animales, elementos arquitectónicos… en fin, todo lo que se te ocurra. Los peques, con su habilidad para hacer rulitos y un palillo, podrán hacer, incluso, los rizos a las ovejas, pelos escarolados a las pastoras o a cualquier personaje que se nos ocurra, incluidos el abuelo y la abuela para ser colocados en el belén. Siempre hay alguien en la familia con habilidad de quien aprender y al cabo de un rato consigues que alguien reconozca lo que intentas representar.

A poco que los mayores nos involucremos e incluyendo un preceptivo alto en la actividad para merendar, cada tarde dedicada a esta actividad pasará volando, con recuerdos y en familia.

Como alternativa a la plastilina, podéis intentar trabajar con Fimo, que nos han dicho que se maneja igual que la plastilina, con mucho colorido donde elegir, pero que si lo metes en el horno se endurece y queda como las figuritas de verdad. No se deformarán si las guardas para el año siguiente y así podremos ir viendo cómo mejoran las creaciones de nuestros pequeños artistas año tras año. Y, de paso, convertirse en tradición familiar…