Cuando arranca el último trimestre escolar, después de las vacaciones de Semana Santa, los padres y madres empezamos a buscar actividades para las vacaciones de verano, sobre todo para esas semanas en las que los peques tienen ya vacaciones y nosotros… aún tenemos que trabajar.
Todos los padres queremos encontrar el mejor campamento para nuestros hijos y para eso hay que tener en cuenta cómo son nuestros hijos y cómo es el campamento. Además, para que el campamento sea un éxito y cumpla su función educativa y lúdica, hay una serie de cosas que hay que tener en cuenta en nuestra búsqueda.
Aspectos a tener en cuenta en un campamento de verano
En este post te recordamos 7 cosas para que las tengas en cuenta cuando busques un campamento para tus niños, basadas en nuestra experiencia de años enviando a nuestros hijos a campamentos de verano:
Instalaciones e higiene
Éste es un punto fundamental. Busca la página web de cada campamento que estés considerando y observa a fondo las fotos y la descripción de sus instalaciones, tanto las zonas exteriores (zonas deportivas, áreas de reunión, entorno natural, etc.) como las interiores (comedor, dormitorios, aulas para dar clase o realizar talleres). Las condiciones higiénicas de las instalaciones son un punto muy importante siempre, pero en tiempos de coronavirus, son vitales.
Asegúrate de que no hay zonas peligrosas en las inmediaciones (una carretera, un río o lago…) o de que el acceso a ellas está controlado o limitado. Esto último es fundamental si hay niños pequeños. Hay campamentos que utilizan las instalaciones deportivas de algún pueblo cercano (el campo de fútbol, la piscina…); en ese caso, entérate de cómo desplazan a los niños hasta allí (uno de los campamentos a los que llevamos a nuestros hijos hace un par de años los llevaba en fila índica por una carretera sin arcén y lo supimos a posteriori).
Monitores
Para que el campamento funcione bien es importante tanto el número como la formación y cualificación profesional de los monitores. Al menos debería haber uno por cada diez niños y que tengan cursos específicos de educadores y/o monitores de tiempo libre. Hay campamentos que emplean a jóvenes sin ningún tipo de experiencia para así pagarles poco dinero y que el campamento se convierta en un negocio de mayor rentabilidad. Si el campamento que has elegido es de idiomas, asegúrate de que todos o la mayor parte de los monitores son nativos de ese idioma; en caso contrario, será difícil que tus hijos aprovechen el tiempo y mejoren su nivel en esa lengua.
Otros niños y niñas
A los campamentos van niños de todas las edades, pero es importante que los grupos de edad estén equilibrados y que los niños tengan edades próximas. Si las diferencias son muy grandes, la dinámica entre los chavales puede funcionar mal y algunos de ellos se pueden quedar aislados. También hay campamentos casi familiares y otros que rozan la masificación. Seguramente el único modo que tendrás de saberlo es preguntando a los organizadores, pero, una vez que el campamento haya comenzado, pregunta también a tu hijo si todo va bien.
Comida
Los niños en edad de ir a campamentos están en pleno crecimiento y necesitan una alimentación adecuada. Infórmate bien de cuántas comidas tienen al día y asegúrate de que, además de las tres comidas principales, tienen un tentempié a media mañana y una merienda por la tarde. Si tu hijo no soporta o no puede comer determinados alimentos, informa previamente —mejor por escrito— a los organizadores del campamento. Comprueba también que tienen experiencia con niños alérgicos y, si el tuyo lo es, algo cada vez más frecuente, deben ser capaces de adaptar los menús —en cantidad y variedad— a ese tipo de casos.
Urgencias médicas
Los campamentos se organizan para que todo vaya bien, pero los niños son niños y a veces se producen accidentes (una caída, la picadura de un insecto, una fiebre inesperada…). Llama al campamento que estés considerando y pregunta directamente cómo pueden resolver una urgencia médica. Asegúrate de que, en caso de que ocurriese algo, el niño puede recibir la atención médica necesaria (hay un pueblo con médico cerca, en el campamento hay un botiquín con un médico, tienen vehículos para desplazarse si hiciera falta a la población con asistencia sanitaria más cercana…).
Actividades y horarios
En la web del campamento deben figurar las actividades que los niños realizarán durante su estancia. Muchas veces –cada vez más, porque los padres estamos muy concienciados y exigimos mucha información antes de decidir a qué campamentos van nuestros hijos– incluyen el horario tipo de cada día: a qué hora se levantarán, actividades de formación, juegos, actividades deportivas, horas de comidas y descansos… todo. Pregunta al niño cuando ya esté allí y exige que se cumpla lo que declaran en su web.
Comunicación
En algunos campamentos permiten que los padres llamen cuando quieran, incluso todos los días. Podéis encontrar otros que, si son de más de dos semanas, hasta organizan un día de padres. Los expertos suelen decir que es mejor que los niños –sobre todo los más pequeños– no hablen con sus padres todos los días, porque entonces nunca superan la separación temporal que supone un campamento. Sea cual sea el régimen de comunicación entre padres e hijos que el campamento tenga establecido, entérate bien de cuál es e informa a tu hijo, para que sepa a qué atenerse.