Cuando uno se pregunta qué es lo que hay que ver en La Alhambra, la primera respuesta evidente será “todo”. Este conjunto de palacios, fortalezas y jardines es tan especial y bello que lo mejor sería no perderse ni un detalle.

Sin embargo, cuando se viaja en familia, hay que aprender a adaptarse a los más pequeños y pensar que un monumento de la dimensión de La Alhambra no se ve de una vez y que habrá más visitas y más momentos para deleitarnos con los pequeños detalles. Dependiendo de cómo la hagamos, la visita puede durar entre 2 y 3 horas.

Tres tipos de visita con peques a La Alhambra

Lo primero es decidir el tipo de visita a La Alhambra que vamos a hacer: más profunda, más emocional, por nuestra cuenta, guiada… Tengamos siempre en cuenta la hora de entrada en los Palacios Nazaríes, único momento fijado de antemano en nuestra visita, y, con el plano en la mano, decidamos un itinerario. Este que os planteamos podría ser una buena opción:

Exteriores de La Alhambra

En este apartado se incluyen la Torre de la Justicia, la Plaza de los Aljibes, la Puerta del Vino y el Palacio de Carlos V. Es una forma de ir entrando en este mundo peculiar observando aún una cierta mezcla de elementos islámicos y cristianos. El Palacio de Carlos V, una muestra perfecta del arte renacentista, es lo más importante, aunque sólo sea por su patio circular, único en su estilo.

La Alcazaba

Aquí lo fundamental será la propia Alcazaba, la Plaza de Armas, la Torre de las Armas, la Torre de la Vela y los Jardines de los Adarves. Estamos en lo que sirvió de fortaleza y también en la parte más antigua de la Alhambra, aunque posteriormente fue retocada, modificada y reconstruida. Hasta que la zona de los palacios fue construida, aquí vivían los monarcas; luego su función se redujo a lo puramente militar y defensivo.

Palacios Nazaríes

El itinerario por esta parte os llevará desde el palacio real, al oratorio con su mexuar (la parte más sagrada de una zona de oración en el islam, equivalente al sagrario en la religión católica), el cuarto dorado, el Palacio de Comares, el Patio de los Arrayanes, el Patio de los Leones, la Sala de los Abencerrajes, el Harén, las habitaciones de Carlos V, los baños y los Jardines de Daraxa (entre otros puntos). Como veis, es una de las partes más conocidas de la Alhambra, por eso es tan importante estar pendiente y no perder el turno de entrada.

Paseo de las Torres

Aquí todo son torres ;-). Con los niños se puede hacer un juego de cuál es la torre más alta, la más fuerte, la que tiene más ventanas… La Torre de la Rauda con los Jardines del Partal, la Torre de las Damas, la del Mihrab, la Torre de los Picos, la Torre del Cadí, la de la Cautiva, la de las Infantas, la Torre del Cabo de la Carrera, la Torre del Agua, la de los Siete Suelos y, finalmente, la llamada Alhambra Alta (una zona con ruinas de antiguas construcciones árabes y cristianas).

El Generalife

Los jardines se componen del Generalife propiamente dicho, el Patio de la Acequia y el Patio de los Cipreses. Esta es una parte de la Alhambra para disfrutar sensorialmente. El olor de los arrayanes mezclado con el de las rosas y el resto de plantas se combina con el sonido del agua y la mezcla de colores es un juego para la vista. Algunas de las imágenes que todos tenemos en la mente por haberlas visto mil veces en fotografías están aquí: la alberca con sus surtidores cruzando chorros, los cipreses antiguos…

Fotos de La Alhambra de Granada

Granada tiene tanto que ver que podríamos pasarnos la vida ideando rutas por esta preciosa ciudad. Como ejemplo, aquí tenéis una propuesta: el tour de la Dobla de Oro para sumergirnos de lleno en la etapa del periodo nazarí.