España está llena de fortalezas, muchas de ellas en ruinas, y en el centro, en la zona de Castilla, es donde hay una mayor concentración (de ahí le viene el nombre, claro). Algunos de ellos están en mal estado o cerrados a cal y canto, pero también los hay abiertos al público e incluso con visitas teatralizadas. Si vives en la capital, tienes suerte: hoy te aconsejamos estos castillos visitables cerca de Madrid.
Castillo de Orgaz
Orgaz es un pueblecito toledano que a todos nos suena porque el entierro de su señor, el conde de Orgaz, protagoniza el famosísimo cuadro de El Greco. Lo más interesante de la localidad es el castillo del siglo XIV, que fue quemado por el mismísimo emperador Carlos I y reconstruido en los años ’60 del siglo pasado como residencia de veraneo. Esta historia dota a esta construcción de un montón de peculiaridades interesantes para los niños, por lo que os recomendamos una visita guiada al Castillo de Orgaz, con los peques.
Castillo de Manzanares el Real
Está en la zona norte de Madrid y es el mejor conservado de la comunidad. El castillo de Manzanares el Real está restaurado, acoge muchas actividades culturales a lo largo del año y de él salen, por ejemplo, los Reyes Magos antes de iniciar la cabalgata en Navidad. Es de planta cuadrangular, tiene 6 pisos y un sótano y fue construido en el siglo XI por la familia noble de los Mendoza. Se puede visitar todo el año y tiene además visitas teatralizadas muy divertidas (en verano las hace también por la noche). En este enlace tienes toda la información sobre las visitas al Castillo de Manzanares el Real.
Castillo de Cuéllar
Este castillo segoviano (ubicado en Cuéllar, un pueblo ya cercano a la provincia de Valladolid) es una de las mejores muestras de construcción fortificada mudéjar. Está integrado con la muralla del pueblo de Cuéllar y construido con argamasa, piedra y ladrillo. Rodeado por un foso seco, tiene una historia de lo más entretenida: castillo, palacio, cárcel… y ahora instituto de secundaria. Es un castillo visitable y se puede ver sólo como visita guiada y también en versión teatralizada. Pulsa en el enlace para acceder a todas las indicaciones para visitar el Castillo de Cuéllar en familia.
Castillo de Belmonte
El castillo de Belmonte es una fortaleza de origen medieval perfectamente conservada. Hace unos años la visitamos con nuestros hijos, en una visita al pueblo de Belmonte desde Madrid, y nos quedamos sorprendidos no solo por su tamaño y por su belleza sino, también, por lo bien pensada que está su visita, para que todo el mundo pueda entender su importancia histórica y lo pase bien conociendo este castillo. Además, todos los meses de agosto (no en tiempos de coronavirus, por precauciones sanitarias) se celebran unos torneos medievales en el entorno del castillo que atraen a público de todos los países.
Alcázar de Segovia
Éste es un castillo medieval que, tras ser defensivo, se convirtió en palacio, luego fue sede de la Escuela de Artillería y, más tarde, fue habilitado como museo, que es lo que es hoy. Pocos castillos son tan bellos como este alcázar, con sus torres con cubiertas en forma de cono, sus almenas y su gran torre del homenaje. Alrededor, los barrancos y precipicios que rodean la ciudad de Segovia y que lo convirtieron en una fortaleza inexpugnable.
El Alcázar de Segovia no sólo es un castillo visitable a apenas una hora de Madrid, es que recibe miles de visitantes cada año. Si quieres ser uno de ellos y disfrutar de sus magníficas exposiciones y de las vistas sobre el entorno, en este enlace tienes todas las claves para disfrutar de una visita al Alcázar de Segovia con tus hijos.
Castillo de Turégano
Cuando te acercas a este castillo, sobre todo si lo haces al atardecer, sus muros destacan con un precioso color anaranjado. Se encuentra en un alto, dominando el pueblo de Turégano (en la provincia de Segovia). Está rodeado de una doble muralla, aunque muy deteriorada. Dentro tiene un templo, la iglesia de San Miguel, lo que hace su estructura muy original y diferente.
El interior del Castillo de Turégano es visitable, pero su estado no es todo lo bueno que sería esperable. No hay visitas guiadas, sino que, con la entrada, te dan un pequeño folleto con el que puedes ir siguiendo el itinerario. A pesar de ello, sigue mereciendo la pena conocerlo bien y, además, conserva estupendamente su carácter defensivo. Te contamos todos los horarios, precios y características del castillo de Turégano pulsando en ese enlace.
Castillo de Coca
Bellísimo y muy completo, el castillo de Coca es un monumento que hay que visitar con los niños para que conozcan los secretos de un castillo medieval, con foso (seco) y todo.
Esta fortaleza, como su propio nombre indica, se encuentra en la población de Coca, en Segovia pero muy cerca ya de Valladolid, y es visitable todo el año con guía, aunque no ofrece visitas teatralizadas. Fue construido en el siglo XIV por artesanos musulmanes, por eso es de estilo mudéjar y el ladrillo es un elemento importantísimo en su estructura. Tiene varias salas decoradas y hasta la mazmorra y la capilla se pueden visitar (uno se siente como un auténtico caballero de la época…). Si queréis visitar el castillo de Coca, pulsad el enlace y tendréis toda la información necesaria.
Castillo de Pedraza
La villa de Pedraza merece una visita por múltiples razones (su plaza mayor, sus calles, sus restaurantes, sus iglesias, sus tiendecitas…), pero, si vais a este pueblo de Segovia, no podéis dejar de entrar en su castillo. Por fuera es más fortaleza, pero por dentro te encuentras en un lugar más bien palaciego, hoy residencia de los actuales dueños y sede del Museo de Pintura de Zuloaga, que lo adquirió en el siglo XX. La visita es guiada -no teatralizada- y se centra más en el pintor que en el propio castillo, pero también da interesantes pinceladas que ayudan a conocer la historia de esta construcción medieval. En este enlace encontrarás datos y consejos para realizar tu visita al castillo de Pedraza.
Castillo de Garcimuñoz
Si habéis ido a Cuenca por la A3, seguro que habéis pasado junto a un pueblecito llamado Castillo de Garcimuñoz. Recibe su nombre de la fortaleza que destaca por encima de todas las casas y que, claro, se llama Castillo de Garcimuñoz. Estuvo en peligro de ruina, pero lo han restaurado y ahora es medieval por fuera y… ¡galáctico por dentro! A tus hijos les encantará que los lleves a visitar el Castillo Futurista de Garcimuñoz.
Castillo de la Coracera
En una escapada a San Martín de Valdeiglesias no puede faltar una visita al castillo de la Coracera, construido en el siglo XV por el poderoso Álvaro de Luna y que hoy ocupa el centro del pueblo, con unas vistas estupendas sobre el monte de Guisando y la Sierra de Gredos.
Este Castillo de la Coracera, está construido con piedra berroqueña, de color claro, y ha sufrido varias restauraciones (y varios cambios de dueño) hasta llegar a nuestros días. La visita que hicimos en familia fue libre, ni guiada ni teatralizada, pero «tiramos» de Wikipedia para documentarnos sobre el edificio y su historia, y disfrutamos mucho de la visita al Castillo de la Coracera 🙂
Castillo de Arroyomolinos
Bueno, aquí la visita es más corta, porque en realidad sólo queda un gran torreón, que se puede visitar, pero que, sobre todo, está rodeado de los restos de otras dependencias de lo que fue este castillo que aún levanta su silueta en el pueblo madrileño de Arroyomolinos (sí, muy cerca del famoso centro comercial Xanadú). Merece la pena observar su fachada llena de impactos de proyectiles e imaginar la historia por la que ha pasado. Es el más cercano a la capital, así que, si no tenéis mucho tiempo, os podéis acercar una mañana. Pulsa en el enlace y verás cómo visitar el castillo de Arroyomolinos.
Castillo de Almonacid
Este castillo se ve sin problema desde kilómetros a la redonda y despierta la curiosidad de querer contemplarlo de cerca. Para hacerlo, hay que dirigirse al pueblo de Almonacid de Toledo y, dejándose guiar por las indicaciones y por la propia mole del castillo, omnipresente en todo momento, subir por una pista de tierra (a pie o en coche) hasta el mismo foso.
El Castillo de Almonacid estaba destinado a vigilar el entorno, a proteger el acceso a la cercana ciudad de Toledo y también a controlar los movimientos de entradas y salida a la gran superficie manchega.