Ya sabéis que nos encanta viajar con nestros hijos, pero no sólo por el placer de conocer lugares diferentes a la ciudad en la que vivimos, sino, también, por conocer otras costumbres y, también, otros tiempos. Hoy os proponemos un plan para conocer un capítulo de nuestra Historia reciente.

Belchite es un pueblo de Zaragoza, a unos 50 km de la capital. En realidad, no hay un solo Belchite, sino dos. Uno es el Belchite moderno, el que está habitado, un pueblo más con sus cosas bonitas y sus cosas feas; otro es el Belchite histórico, situado justo al lado del primero, sacado como del túnel del tiempo, como si estuviera recién bombardeado. Este último Belchite es el que os aconsejamos que visitéis con vuestros hijos, porque es una auténtica lección de historia.

Vídeo: Belchite Viejo, un «viaje en el tiempo»

En este vídeo podéis comprobar cómo fue nuestra visita a Belchite, con sus silencios, sus ecos, y los comentarios curiosos de nuestros hijos:

Se llega a Belchite desde la Nacional II, sin ninguna dificultad. Al llegar, se avista la silueta fantasmagórica del llamado Belchite Viejo, el que se dejó tal cual tras la batalla de 1937, en la Guerra Civil española. A su lado, el Belchite Nuevo, en el que la vida sigue y el tiempo no se ha parado.

Fotos: el pueblo fantasma de Belchite

No os podéis imaginar la cara que ponen los niños cuando los llevas allí, les explicas dónde están y paseas con ellos por esas calles entre ruinas y edificios que parecen sacados de una película, pero son de verdad. Os dejamos algunas fotos:

Si pasas unos días en Zaragoza con los niños, o resides allí, plantéate realizar una visita guiada por el barrio de San Pablo de Zaragoza o una completa visita guiada por Zaragoza.

La historia de Belchite

Belchite es casi un lugar maldito, si tenemos en cuenta la cantidad  de batallas que lo han asolado. Fue escenario de las guerras púnicas; también fue protagonista de la guerra de la Independencia, la de 1808, contra las tropas de Napoleón, que la arrasó y grabó su nombre en el Arco de Triunfo de París, para que la posteridad tuviera conocimiento de su victoria. También en 1838, durante las guerras carlistas, se dieron aquí altercados.

En 1937, en mitad de la Guerra Civil española, Belchite está bajo el dominio del bando de Franco y el ejército republicano la ataca y la toma, dejándola en ruinas. Más de 6.000 personas mueren en la batalla: unos son soldados, otros son civiles. La victoria republicana duró poco y Franco acabaría imponiendo su ley, momento en el que da a elegir a los supervivientes de Belchite entre crear un canal de regadío o construir, al lado de las ruinas del Belchite arrasado, un nuevo Belchite. Se opta por esto último y los restos de la batalla quedan para siempre como un monumento a la memoria: no olvidar para no repetir los errores. Nunca más una guerra fratricida.

El pueblo nuevo tardó años en estar listo, así que hubo gente habitando estos lugares destrozados hasta finales de la década de los ’50. Luego, el Belchite viejo quedó abandonado. ¿Abandonado? ¡¡¡¡Noooo!!!!  Cada año lo visitan más de 10.000 personas. Las dos torres que destacan contra el horizonte, la del Reloj y la de la iglesia de San Martín, se alzan contra el cielo y te dejan mudo cuando pasas a su lado y recorres las calles de este escenario histórico, emocionante. Hay quien dice que la habitan fantasmas y muchos estudiosos de los fenómenos paranormales vienen aquí a grabar psicofonías. En la puerta de la iglesia de San Martín aún se lee: “Pueblo viejo de Belchite, ya no te rondan zagales, ya no se oirán las jotas que cantaban nuestros padres”. No hay más comentarios.

Id a Belchite y vivid esta experiencia desgarradora. No hay ruido más abrumador que ese silencio que se respira allí.

Si os interesan los lugares abandonados, Belchite no es el único. En www.lugares-abandonados.com podéis encontrar más.

Si realizas este plan en una escapada a Zaragoza en familia, mira qué formas más originales de conocer la capital del Ebro: el Tour de los Crímenes por Zaragoza o una ruta nocturna por los misterios y leyendas de Zaragoza.